Las regiones del Pacífico, el Valle del Cauca y el Caribe, comparten la existencia de organizaciones lideradas por mujeres, algunas de ellas víctimas del conflicto; quienes a través de cantos tradicionales, siembras comunitarias, recetas ancestrales, talleres, exposiciones y otras prácticas culturales han iniciado en procesos de verdad, reconocimiento, convivencia y no repetición en cada territorio.
Conozca tres de estas experiencias de organización social presentes en Turbaco, Tumaco y Cali. Allí la cultura se convierte en un mecanismo de afrontamiento y resistencia.
20 años de liderazgo de la Liga de Mujeres Desplazadas, en Bolívar. Levantaron un barrio con sus propias manos en Turbaco y ahora ponen en marcha estrategias para la atención emocional de sí mismas y su comunidad. Una historia de reparacion autogestionada.
A través de huertas urbanas, en el distrito de Aguablanca se trabaja por derribar las fronteras invisibles, recuperar el espacio público y proveer seguridad alimentaria a sus habitantes. Esta zona, conformada por distintas olas de desplazamiento, hoy día es escenario de talleres de cocina ancestral, en donde emergen saberes de muchos rincones del país.
En Tumaco, Nariño las familias de los desaparecidos siguen en su búsqueda. Esperanza y Paz del Pacífico Nariñense es un grupo de mujeres que por medio de cantos tradicionales busca sanar la herida que les ha dejado la guerra y visibilizar ese llamado por la verdad.