Capa 1

Periodización

Un esfuerzo por ordenar el tiempo de estudio – 1958 hasta la actualidad - con base en las lógicas del conflicto, en el contexto económico y sociopolítico del país en cada uno de los cuatro subperíodos definidos.

Colonización espontánea

(1890)

Los territorios del Caquetá fueron y siguen siendo un territorio de frontera móvil agraria. El territorio baldío fue visto como moldeable a las necesidades, sin tener en cuenta sus características biofísicas, tampoco los pueblos originarios, o a los animales. Las pieles del territorio fueron extraídas: El caucho, la quina y otros árboles fueron desgarrados para hacer potreros. Las pieles de los animales fueron comercializadas, contrabandeadas.

Colonización dirigida

(1959)

El territorio “baldío” propició buena parte la propuesta de la colonización dirigida. El proyecto económico falló en tanto que las deudas superaron la capacidad del campesinado para pagar los créditos, y las promesas de auxilios y de desarrollo para las regiones no fueron cumplidas. La gente tuvo que abandonar sus sueños al latifundista de turno y seguir tumbando monte. Las y los campesinos no pudieron insertarse en las dinámicas económicas que les pintaron.

El canaguaro llora la pérdida de sus manchas y, disminuido, sigue sigiloso observando el desastre de la deforestación.

Colonización Columnas de Marcha

(1953-1964)

La colonización realizada a través de las Columnas de Marcha, es propia del sur del piedemonte de la Cordillera Oriental y se extiende hasta el Guaviare, determinando la presencia de las FARC-EP en el territorio. Las guerrillas de orientación comunista, organizadas bajo el concepto de “autodefensas campesinas” cesan sus actividades militares, pero mantienen las armas y se consolidan inicialmente en las zonas de Marquetalia y Riochiquito en la Cordillera Central, y en los frentes de colonización en la Cordillera Oriental: Sumapaz, Alto Ariari, Duda, Guayabero y El Pato - Caquetá.

Colonización de la economía de la coca

(1978-1988)

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Economía de la coca y la guerra contra-insurgente

(1988-2012)

En 1996, las aspersiones sobre los cultivos de coca y las duras represiones del ejército en contra de los cultivadores de coca, enfermaron el territorio, a sus habitantes y su economía. Miles de campesinos se movilizaron en lo que se conoció como las Marchas Cocaleras, proponiendo formas alternas de sustitución de cultivos y demandando cambios sustanciales para mejorar su situación.  El glifosato genera impactos ambientales, correlacionados con crisis en la soberanía alimentaria y contaminación de suelos, aguas y aire. Los campesinos han denunciado los daños producidos a la salud, y han sufrido las consecuencias devastadoras que la guerra contra-insurgente y la guerra antinarcóticos, han traído sobre ellos y su ecosistema.

Nota: Este apartado se menciona aquí, debido al recrudecimiento de diferentes hechos de violencia en el marco del conflicto armado y los impactos que tuvo en el territorio durante este periodo.