“A los grupos armados les decimos que con nosotros no cuenten, que por ahí no es el camino”

Este encuentro hace parte del ciclo de diálogos que ha venido desarrollando la Comisión de la Verdad con la Mesa Uramba por la Juventud de Buenaventura. En este espacio se presentaron las afectaciones por la violencia que han sufrido los jóvenes en el puerto, así como las formas de resistencia que han desarrollado para vivir y expresarse a través del arte con la ilusión de poder, algún día, vivir en paz en su ciudad.

Al inicio, los miembros de la Mesa Uramba, hablaron de las dificultades que viven los jóvenes en la ciudad y la estigmatización que han sufrido por la falta de oportunidades: “En ningún lado hablan de las cosas buenas que hacemos en Buenaventura. Solo se habla de lo malo, no muestran nuestras artes que hacemos, no nos apoyan y eso da tristeza y nos sigue afectando. Aquí hay muchos artistas, deportistas, pero no tenemos oportunidades y eso hace que los jóvenes muchas veces terminen metiéndose a las bandas ilegales, porque es la única alternativa que tenemos”, aseguró uno de los participantes en el foro.

Por su parte, otra joven participante del foro se refirió a la necesidad de generar espacios que les permitan a los jóvenes tener alternativas diferentes a la violencia: “Necesitamos trabajar de dos formas, una para evitar que los jóvenes entren a los grupos armados, que tengan oportunidades de estudiar, de practicar deportes, de participar en proyectos artísticos, de tener un proyecto de vida firme. Y otra para que los jóvenes que ya hayan ingresado tengan alguna forma de salirse, porque a muchos los llevan con engaños y cuando llegan allá se dan cuenta, pero salir les genera riesgos a ellos y a sus familias”.

Yudi Angulo, representante legal de la organización cultural Rostros Urbanos, explicó dos programas desarrollados por su grupo de trabajo para acercar a los jóvenes al arte y a la paz.

“Antes en la esquina los jóvenes se unían para delinquir, pero nosotros lanzamos el programa ‘Recuperando la esquina para la paz’ y llevamos el arte a las calles, a las esquinas y encontrábamos a joven que querían participar, expresarse, encontramos muchos talentos que no se aprovechaban porque esos jóvenes estaban ya en los grupos armados, porque eran jóvenes sin las oportunidades que hemos tenido nosotros con estos proyectos artísticos.

Y continuó: “El otro programa fue ‘Súmate al arte para la paz’ nos sirvió para acercar el acuerdo de paz a la gente, para explicarlo, para acabar con tanta mentira que había por ahí y con eso ayudamos a que la gente quisiera la paz, la buscara y se alejara de esta violencia”.

Para el cierre, los jóvenes de la Mesa Uramba hicieron sus recomendaciones para frenar la violencia en Buenaventura y alcanzar la paz y la no repetición. La educación fue el común denominador que identificaron los jóvenes, pues para ellos es evidente que la falta de oportunidades es la que está jugando en contra de toda la comunidad, aunque se refleje directamente en los jóvenes.

Aseguran que, si pudieran estudiar y tener más opciones de tener un futuro prometedor, no sería tan común ver a los jóvenes metidos en los grupos armados o como el punto más alto en las estadísticas de muertes por causas violentas. Mientras tanto, recurren a las actividades artísticas y sociales que algunas organizaciones han logrado instaurar para escapar de esa violencia, para expresarse y para resistir a ese conflicto que no se quiere ir de su ciudad.

Finalmente, la guerra es lo último que quieren los jóvenes en el puerto, como lo expresó otro joven de la Mesa Uramba por la Juventud de Buenaventura: “A los grupos armados les decimos que con nosotros no cuenten, que por ahí no es el camino”.