Con las víctimas en lo recóndito de la Bota Caucana

El equipo territorial de la Comisión de la Verdad en Cauca se desplazó la semana pasada al corregimiento de Descanse para conmemorar el Día de las Víctimas. Luego de nueve horas de recorrido en carro desde Popayán hasta la cabecera del municipio de Santa Rosa, los integrantes de la Comisión junto al Personero Municipal, la enlace de víctimas e integrantes de la Mesa de Víctimas, emprendieron un recorrido de 10 horas a caballo para llegar hasta el recóndito lugar.

Una vez en el sitio, los más de 100 hombres y mujeres participantes en la conmemoración encendieron una luz en memoria de sus seres queridos y, esperanzados, pidieron que el proceso de construcción de la verdad permita su reconocimiento como un pueblo digno que, a pesar de las adversidades, ha tejido su historia en medio de la esperanza.

Con educación es que se para la guerra

En una entrevista colectiva con la Comisión, la comunidad educativa de la institución Fray Isidoro de Montclar rememoró los años cruentos de la guerra, al mismo tiempo que resaltó el poder de la educación y de las aulas como lugares de protección y de prevención. Allí, la valentía y fortaleza de los profesores se combina con el poder de las letras y los números para contrarrestar la guerra.

"Las mujeres tenemos el don de la solidaridad"

También, mujeres hacedoras de la historia de Descanse, de todas las edades y de distintas etnias, relataron a la Comisión su valentía y fortaleza para defender y mantener unida su comunidad en tiempos de crisis, sus dolores y su lucha para que a sus hijos no se los arrebatara la guerra y la inagotable fe y esperanza de construir una comunidad en paz. Todo esto gracias al don de la solidaridad que, según ellas, les fue otorgado por la fuerza divina que esconden los ríos y montañas que rodean su territorio.

La iglesia, un lugar para contar la verdad

Finalmente, en el segundo y tercer día del recorrido territorial por Santa Rosa, el equipo escuchó a hombres y mujeres, quienes rememoraron el dolor de lo vivido en la guerra y solicitaron a la Comisión que sean visibilizados y reconocidos como una población indígena y campesina valerosa que, a pesar del olvido estatal, ha tejido comunidad.