“Cuando te dicen la verdad de lo que te ha hecho sufrir, sientes que ahí empiezan a cambiar la cosas”: Sandra Álvarez, gestora de paz

Llegaron a los Llanos Orientales por diferentes razones y en diferentes momentos de la historia. La mayoría de ellos fue obligada a abandonar la Costa Pacífica. Huyeron de la violencia de los grupos armados, pero también de las violencias sociales, simbólicas y económicas que les impidieron habitar en paz sus territorios y desplegar allí sus iniciativas productivas; sus prácticas culturales, espirituales y comunitarias; sus propuestas educativas y, en general, los proyectos de vida que, tras el éxodo, buscaron reconstruir en la Orinoquía colombiana. Son 25 líderes sociales. Viven en Meta y Casanare y, desde distintos municipios y organizaciones, trabajan por la defensa de los derechos de las comunidades negras, raizales y palenqueras.

“A los Llanos llegamos buscando alivio, pero en Colombia es difícil escapar de la guerra de manera definitiva. Acá nos encontramos con otras violencias y eso nos condujo a persistir en la resistencia y en la movilización por los derechos humanos”, dice Jesús Lobatón, de la Asociación Afroguejar de Vistahermosa, Meta.

La Comisión de la Verdad se reunió por primera vez con este grupo de líderes afrocolombianos en Villavicencio para conocer sus inquietudes y expectativas frente a los objetivos de esclarecimiento, reconocimiento, convivencia y no repetición. Ellos señalaron que ven en el trabajo de la Comisión una oportunidad para que la sociedad colombiana comprenda las causas y las dinámicas del conflicto armado a la luz de las voces, las verdades y las experiencias del pueblo afro.

Esperamos que este proceso le ayude al país a comprender por qué el racismo ha sido causa y combustible de la guerra: Jesús Lobatón

Nelly García, de la fundación Afroamigos de Meta, agrega que el esclarecimiento del conflicto también pasa por “explicar cómo el despojo de tierras, el desplazamiento forzado y otras manifestaciones de la guerra acentuaron la marginación histórica y estructural de los pueblos negros”, y Sandra Álvarez, gestora de paz, señala que el camino de búsqueda de la verdad “debería conducir al reconocimiento del lugar que ha ocupado el pueblo afro en la lucha por el respeto a los derechos humanos en la Orinoquia y en resto del país”.

"Mucho se ha dicho sobre los afrocolombianos. Aparecemos en los periódicos, aparecemos en las películas y aparecemos en los libros. Hemos sido narrados de muchas maneras. Para mí el desafío es ser reconocidos como legítimos narradores de nuestras verdades. Ese es el desafío de la Comisión. Y ese el desafío de toda la sociedad", anota Álvarez.