“El contexto urbano es una selva impenetrable cuando llegamos por primera vez”

Ángela Olaya, Martha Rentería, Edna Liliana Valencia y Ángela Salazar compartieron sus experiencias y reflexiones desde diferentes enfoques como el académico, social y organizativo. Sus voces sirven para recordar cómo en Colombia las comunidades afrodescendientes no solo han sido afectadas por el conflicto armado, sino también por las desigualdades históricas que son producto de relaciones de dominación, explotación sobre la vida de cada individuo y de sus territorios.

Ellas han vivido en carne propia la discriminación racial y desde esa perspectiva analizaron los impactos de la segregación, que ha provocado la criminalización de jóvenes, la exclusión social y las diferentes violencias contra esta población. Al tiempo, resaltaron las resistencias de las mujeres y enfatizaron el aporte de la afrourbanidad a la construcción de la ciudad.

Ángela Olaya, investigadora y académica, analizó como “las formaciones racistas en lugar de desaparecer se han profundizado. La pobreza extrema y los prejuicios racistas son grandes barreras, para que los afrocolombianos logren insertarse en la vida social, política y económica en las ciudades, promoviendo masivos procesos de discriminación”.

Martha Rentería, lideresa comunitaria, ejemplificó con historias de la cotidianidad el racismo que vive esta comunidad en Bogotá: “El tono de voz, los rasgos físicos y los comportamientos propios de nuestras comunidades han sido instrumentalizados por la sociedad y la institucionalidad para discriminarnos”

“He convivido con el racismo al interior de mi familia”, afirmó la comunicadora y periodista Edna Liliana Valencia, quién también enfatizó en la necesidad de “trabajar en contra del racismo y la discriminación, pero aún más en el empoderamiento de las comunidades para ampliar la red de personas  comprometidas con el progreso de nuestros territorios”.

Por su parte, la comisionada Ángela Salazar, indagó sobre cómo las barreras y la estructura del estado, generan un relacionamiento diferencial, provocando la deserción escolar por parte de la población infantil y adolescente.

El diálogo que fue liderado por la Macroterritorial Bogotá, Soacha y Sumapaz de la Comisión de la Verdad, exaltó la labor de seis mujeres lideresas, quienes con sus luchas y resistencias aportan a la memoria y la dignidad del pueblo negro. Reconocimiento que también trajo a colación cómo la mujer negra raizal y palenquera a través de su historia ha resistido, debido a que los territorios donde ha habitado han estado marcados por extremas desigualdades que han ocasionado masivas migraciones hacia la capital.

“El contexto urbano es una selva impenetrable cuando llegamos por primera vez”, afirmó la comisionada Ángela, quien agregó que gracias al apoyo de todas las mujeres, quienes tejen redes y se acompañan en diferentes procesos de reivindicación de los derechos humanos, han logrado ser parte de territorios diferentes de los que son originarias.

Algunos logros, como la integración de la etnoeducación y el reconocimiento de la medicina ancestral en Bogotá, han sido resultado de la unión de las mujeres negras. “Ser mujer negra, ser mujer afro, está tan penetrado que sale desde el ombligo hacia afuera. El ser negro construye sobre los construido y resiste en medio de la discriminación estructural porque busca a portar a la paz”, aseguró Martha, lideresa comunitaria.

Finalmente, el diálogo abordó los retos de la Comisión para combatir el racismo y las discriminaciones, como la importancia de generar más espacios de incidencia local, nacional y participación política para la población negra raizal y palenquera.

Gustavo Quintero, coordinador de la Macroterritorial Bogotá, Soacha y Sumapaz, reafirmó el compromiso de la Comisión por el esclarecimiento de la Verdad desde el diálogo social, e invitó a la sociedad a continuar participando en el ciclo de encuentros virtuales previos al ‘Reconocimiento nacional a la dignidad de las víctimas pertenecientes al pueblo negro raizal y palenquero’ que se realizará el 28 de agosto de 2020 en el marco de la conmemoración de la Ley 70 de 1993.

Este diálogo que invitó a pensar Bogotá como una ciudad afro, a reflexionar sobre las acciones de mujeres y hombres, quienes con transformaciones positivas han enriquecido aspectos sociales y culturales de la capital.

Reviva el diálogo ‘Historias Afro en Bogotá y Soacha: entre migraciones y resistencias’