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Comisión de la Verdad

En chalupa, en avioneta y a pie se busca la verdad del conflicto en el Pacífico

En el primer año se escucharon diversas voces en medio del recrudecimiento del conflicto armado.

LA COMISIÓN | Diciembre 27 de 2019

Funcionaria de la territorial Chocó brinda información sobre la Comisión de la Verdad.

Los titulares de las noticias anuncian la reactivación del conflicto armado y una crisis humanitaria que se vive en casi todos los rincones de la región Pacífico, convirtiendo el esclarecimiento de la verdad del conflicto armado en un verdadero reto. En este primer año la gente de esta región ha participado en diferentes espacios para contar la verdad. Una verdad que sale a la luz con miedo, que a veces es un susurro al oído, un mensaje en un papel, una canción improvisada, una entrevista a profundidad en otra ciudad o una opinión en un grupo focal.

 

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Registraduría municipal de Guapi, Cauca. En mayo estaba visible un mensaje del ELN, dos meses después el mensaje había sido tachado y se había escrito uno nuevo que menciona la presencia de disidencias de las FARC. Fotos de: Adriana Espinosa.

 

El primer desafío para la Comisión de la Verdad fue conformar un equipo de trabajo cercano al pasado y presente del territorio. Por ello, la macroterritorial Pacífico está integrada por profesionales en su mayoría del Pacífico y pertenecientes a los grupos étnicos que allí cohabitan. “Uno se siente más en confianza cuando habla con gente que se parece a uno, gente que ha vivido lo mismo que uno”, decía una mujer de casi 60 años, asistente a un grupo focal.

Asimismo, en el primer semestre de 2019 se abrieron las Casas de la Verdad de Tumaco, que atiende los 10 municipios de la costa Nariño; la de Quibdó con cobertura en todo el Chocó; y una tercera en Buenaventura, que se encarga de dinamizar los procesos en todo el distrito portuario y tres municipios de la costa caucana (López de Micay, Timbiquí y Guapi). “Para nosotros es muy importante tener un lugar de escucha físico y visible en la región, así garantizamos la presencia institucional”, fueron las palabras de la comisionada Ángela Salazar durante la apertura de la casa en Quibdó.

Con la entrada en funcionamiento de las Casas de la Verdad, muchas personas han llegado a contar su relato de manera espontánea. En la mayoría de los casos, los testimonios han sido resultado de un acucioso ejercicio que inicia con un acercamiento a una plataforma organizativa, bien sea consejo comunitario, cabildo indígena, mesa de víctimas, institución pública o privada. Luego se amplía con la convocatoria a una jornada pedagógica en la que se socializan los objetivos de la tarea de la Comisión. Después se concreta la realización de un grupo focal o diagnóstico comunitario y, finalmente, varias personas deciden realizar una entrevista individual de manera voluntaria.

 

De la mano con autoridades étnico territoriales

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Comisionada Patricia Tobón en diálogo con representantes de comunidades indígenas en Quibdó, Chocó.

 

Reconocer la presencia de consejos comunitarios y cabildos indígenas ha sido una de las prioridades. Por esto, a través de un ejercicio de consulta previa se garantizó la participación de los pueblos étnicos en la construcción de una metodología que contempló la inclusión de diversas voces e instaló las bases de un relacionamiento para esclarecer la verdad desde la cosmovisión y prácticas culturales de comunidades negras y pueblos indígenas.

Esto ha permitido que la Comisión de la Verdad llegue acompañada a la región para escuchar los relatos de verdad. “No se puede construir un relato de verdad sin la pluralidad de voces”, asegura la comisionada Patricia Tobón Yagarí.

 

La metodología

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Diagnóstico comunitario con el pueblo Eperara Siapidara de Bocas de Satinga, Nariño.

 

El propósito de escuchar de manera colectiva tanto a los pueblos afrocolombianos como a los indígenas, ha sido dar cuenta de los impactos y las experiencias de resistencia en el territorio. La aplicación de instrumentos de recolección de testimonios colectivos ha permitido que las comunidades sean reconocidas en su integridad como pueblo y que, además, disminuya el temor que tienen algunas de las víctimas a contar sus vivencias.

Cada Casa de la Verdad organiza sus propios espacios de escucha grupal y se ha invitado a la comunidad a contar lo que les pasó en el marco del conflicto armado y cuáles eran las condiciones sociales, económicas y políticas que se vivían en ese entonces. Con esta información se levantó una línea de tiempo que permite tejer las primeras trenzas de lo que ha sido el conflicto en la zona desde 1958 hasta la actualidad. “Esclarecer la verdad permitirá conocer de dónde viene el mal que tanto daño ha causado a este pueblo”, expresó Porfirio Becerra Angulo en un Diagnóstico participativo en Tumaco.

También se han escuchado entrevistas individuales, historias de vida y testimonios en formato audiovisual. Se han oído a víctimas, responsables y testigos en las Casas de la Verdad y en otros lugares previamente concertados con los participantes, en los que prima la seguridad y la confianza. 

 

En chalupa, en avioneta, carros y a pie

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Equipo de investigación de la Comisión de la Verdad se desplaza a la comunidad indígena Valledupar, cerca al río Dagua en Buenaventura. Sector también conocido como carretera vieja Buenaventura – Cali.

 

La verdad del Pacífico está especialmente en las áreas rurales, lugares a los que el equipo de la Comisión de la Verdad ha llegado atravesando mar, ríos, caminos empedrados y adentrándose en la selva tropical y lluviosa del Pacífico. En chalupas, avionetas, carros y a pie se han realizado recorridos a sitios de difícil acceso, con presencia de actores armados, pero también con una tradición de resistencia y resiliencia de sus pobladores, quienes no se rinden y luchan a diario para que no haya repetición.

 

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Francisco De Roux y Ángela Salazar en Bojayá. Chocó

 

En un recorrido de cuatro horas en lancha desde Quibdó, Francisco De Roux y la comisionada Ángela Salazar se desplazaron para acompañar el duelo de las familias de Bojayá, Chocó, que luego de 17 años pudieron despedir los restos mortales de sus seres queridos, víctimas de la masacre del 2 de mayo de 2002.

Para Jesús Eduardo Arroyo, coordinador de la macroterritorial Pacífico: “Llegar al río Naya significó conocer de primera mano el aporte de las mujeres para resistir los embates de la guerra. Mujeres que se han organizado en espacios de escucha comunitaria con metodología propia”. A la fecha, más de la mitad de los testimonios que se han escuchado en la región han sido de mujeres.

 

Diferentes voces

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Entrevista colectiva en el municipio de Tadó, Chocó.

 

En este primer año hemos escuchado a familiares de víctimas de masacres, líderes sociales, autoridades étnico territoriales, excombatientes de las Farc, víctimas de paramilitares, comunidad LGBTI, organizaciones de mujeres, niños, niñas y adolescentes, habitantes de veredas, corregimientos, consejos comunitarios y resguardos indígenas.

A través de encuentros con la Policía Nacional en Buenaventura y Tumaco, se abrió la posibilidad de realizar acciones conjuntas para la promoción de la convivencia y para fortalecer la confianza entre la sociedad civil y las instituciones. También se han realizado conversatorios con la Armada y el Ejército Nacional, presentes en la región.

En Tumaco se conformó el Grupo Local de Apoyo a la Investigación (GLAI).  Equipo de académicos, líderes sociales, funcionarios públicos, sabedores y sabedoras tradicionales, organizaciones de cooperación nacional e internacional, quienes de manera voluntaria participan en un encuentro mensual para aportar sus conocimientos sobre el conflicto y el territorio. Con esta estrategia se garantiza la participación de actores de la comunidad en la identificación y priorización de hechos y casos.

Los periodistas y medios de comunicación también han sido convocados. Mediante un trabajo articulado con periodistas y medios de comunicación el mensaje de la Comisión de la Verdad ha llegado a más personas. Aproximadamente 100 periodistas se han vinculado al programa ‘Periodistas por la Verdad del Pacífico’, una estrategia de comunicación que busca fortalecer el trabajo de los medios de comunicación comunitarios y populares de la región.

 

Cantando y bailando también se dice la verdad

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Visibilización de la Casa de la Verdad de Quibdó durante el desfile de disfraces de las Fiestas de San Pacho.

 

Es bien sabido que dentro de las riquezas de la región Pacífico esyán su tradición oral y sus prácticas culturales. Por eso hemos resaltado las prácticas ancestrales de la gente negra del Pacífico como vehículo para narrar la verdad, la resistencia y las formas de afrontar el dolor y las ausencias. Se desarrollaron una serie de actividades culturales entre las que se encuentran la presencia en el XXIII Festival Petronio Álvarez (Cali, 14 al 19 de agosto de 2019), donde la Comisión de la Verdad desarrolló una programación que inició con el lanzamiento de la canción folclórica “Yo soy la Verdad”, la presentación de tres documentales –con la colaboración de Historias en Kilómetros- realizados por jóvenes de Buenaventura (Valle), Tumaco (Nariño) y Buenos Aires (Cauca), y un conversatorio sobre las afectaciones del conflicto armado en la cultura gastronómica de la región.

También estuvimos en el XX Encuentro Cantores de Río (Buenaventura, 26 al 28 de septiembre de 2019), donde hubo un conversatorio con cantadores, gestores culturales y funcionarios de la Comisión de la Verdad, y se puso de manifiesto que, a pesar de la intensidad del conflicto, la gente ribereña de Buenaventura y el Pacífico ha convertido la música tradicional en herramienta para la construcción de relatos de verdad y tejidos de paz.

Finalmente, estuvimos en las fiestas de San Pacho (Quibdó, 20 de septiembre al 4 de octubre de 2019), que son el más importante escenario de encuentro cultural y expresiones tradicionales del departamento del Chocó. La versión del 2019 fue un homenaje al Río Atrato. La Comisión de la Verdad participó en el desfile de disfraces del día 3 de octubre como estrategia de visibilización de la Casa de la Verdad de Quibdó.

 

Lo que viene

A través de diferentes acciones la Comisión de la Verdad ha tenido presencia en gran parte del territorio. Sin embargo, el principal desafío sucede de cara a la reactivación del conflicto que se vive actualmente. Hay muchas historias que se podrían quedar por fuera del relato por las dificultades que enfrentan los funcionarios para llegar a algunas zonas y por el pánico permanente al que está sometida la comunidad como resultado de la vigencia del conflicto armado.

Esclarecer la verdad solo es posible a través de las voces de los protagonistas de los hechos más dolorosos de la historia de la región. Este es un trabajo, que, por mandato, lidera la Comisión de la Verdad, pero es un esfuerzo que incluye a todos los habitantes de la región.

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