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Comisión de la Verdad

“Entregar nuestros testimonios a la Comisión de la Verdad es como dar un grito de libertad”

El Movimiento por la Paz y la Corporación Humanas entregaron a la Comisión un informe con 100 casos de mujeres víctimas de violencias sexuales en el conflicto armado.

INFORMES | Junio 27 de 2019

“Entregar nuestros testimonios a la Comisión de la Verdad es como dar un grito de libertad”

Un día después del Encuentro por la Verdad ‘Mi cuerpo dice la verdad’ en Cartagena, las organizaciones Movimiento por la Paz y Corporación Humanas entregaron un informe a la Comisión que documenta 100 casos de violencias sexuales cometidos por actores armados ilegales, 76 en la región de Montes de María y 24 en el departamento de Córdoba.

Si bien, el primero de los testimonios data de 1985, es en el período comprendido entre los años 2000 y 2006 cuando se reporta el mayor registro con un total de 74 mujeres víctimas. 

“Entregamos a la Comisión de la Verdad el relato de esta parte de nuestras vidas porque queremos salir de la oscuridad. Este informe es como dar un grito de libertad”, expresó Gloria Díaz, quien se desplazó desde Sucre para la entrega.

En el evento, la comisionada Marta Ruiz habló de la posibilidad de que esta Comisión de la Verdad marque un hito, dentro de las comisiones de la verdad que han existido, por la profundización que se hace en el tema de las violencias sexuales durante el conflicto colombiano. “Cada caso de violencia sexual en el conflicto es una vida. Nuestro compromiso con estos 100 casos es que no sean solo una cifra para la estadística, sino que sean un aporte para que la Comisión de la Verdad haga una lectura de la experiencia humana de la guerra”, aseguró Ruiz.

“Fui novia de un militar y eso me convirtió en objetivo de la guerrilla. El conflicto armado dejó marcas en mi cuerpo y espero que la Comisión de la Verdad cuente en su informe las huellas de este conflicto en los cuerpos de otras mujeres y que también se le diga a Colombia y al mundo que sobrevivimos, que somos resistentes y resilientes de violencias sexuales”, afirmó Olga Romero Villegas, quien era docente rural cuando fue violentada por la guerrilla del EPL.

En la actualidad Olga es directora de una organización que ayuda a otras 23 víctimas con representación jurídica y apoyo psicológico y participó de esta alianza porque quiere que “Colombia conozca esta historia y que los responsables no lo nieguen más”.

Por su parte, la comisionada Ángela Salazar resaltó que hay un ejercicio de responsabilidad tanto de quienes alzan la voz para hacer visibles sus testimonios, como de las organizaciones. “Nos hacen un honor entregándonos parte de sus vidas con la verdad de lo que sienten y siguen sintiendo. Esta es una oportunidad para comprender lo que les pasó a las mujeres en el conflicto”.

 

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Francisco De Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, recibió el informe en una mochila tejida en los Montes de María y agradeció la confianza depositada. “Estos testimonios que ustedes depositan son también un relato de sus luchas y los dolores que están aún en el corazón de los Montes de María. Recibimos sus testimonios con el mayor respeto y el mayor cuidado. Esperamos que su grito pueda ayudar a parar esta guerra con la fuerza de la mujer y que, con su autoridad moral, podamos incidir en la transformación en las conductas nacionales”, señaló.

Adriana Benjumea, de la Corporación Humanas, citó el libro ‘Yo seré la última’, escrito por Nadia Murad, víctima de la yihad sexual del Estado Islámico y Nobel de Paz en 2018 y agregó que: “Como organización de derechos humanos, a la Corporación Humanas nos conmueven y nos mueven las luchas y el dolor de las mujeres. Estamos contra el silenciamiento de todas las violencias que han sufrido las mujeres y la historia de la guerra que les pasó y se quedó en sus cuerpos”.

A su vez, la investigadora Julia Cogollo señaló: “Fui de casa en casa, de patio en patio, de finca en finca, me fui a documentar casos por Montes de María y acompañando a las víctimas. Me preguntaba, ahora qué voy a hacer con este poco de casos hasta que apareció la Comisión de la Verdad”.

Ella considera que hay una pista valiosa en el análisis de la cultura patriarcal y, a la vez, de cara al futuro es importante plantearse la sanación personal y colectiva para prevenir que se entreguen nuevas generaciones de víctimas y victimarios. “Más allá de toda explicación, hay un hecho cotidiano en la crianza de los hijos de las mujeres víctimas. Es importante que se haga un proceso de sanación que pasa por aceptar que ha habido violencia sexual y emprender el camino que encuentre una explicación de lo que sucedió”, manifestó.

Mientras que Jael Moya, del Movimiento por la Paz, destacó que fuera Cartagena la sede del primer Encuentro por la Verdad y que la Comisión lo dedicara a reconocer los hechos, las resistencias de las mujeres afectadas y el rol de las organizaciones que las acompañaron.

A modo de cierre, la comisionada Alejandra Miller manifestó que la labor de la Comisión también incluye ofrecer recomendaciones robustas para la no repetición de este delito, pero que es importante que los responsables digan que sí pasó y que ese delito no sea negado.

“No podremos establecer esclarecimiento de casos individuales, pero sus voces van a ser importantes para la Comisión de la Verdad porque ustedes le dan sentido a nuestra tarea. Nuestra función es esclarecer las violencias sexuales en el conflicto armado poniendo luz con explicaciones robustas para hacer comprensible ¿qué había detrás de estas atrocidades? También necesitamos hacer el rompecabezas explicativo con las voces de los responsables y que ellos contribuyan a esta verdad”, puntualizó.

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