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Comisión de la Verdad

Cinco expresidentes, cinco visiones sobre hechos del conflicto armado ante la Comisión de la Verdad

La Comisión en su Informe Final incluirá, luego de riguroso proceso de análisis y contrastación, las perspectivas del conflicto armado de todos los expresidentes vivos en Colombia.

CONTRIBUCIONES A LA VERDAD | Agosto 31 de 2021

Cinco expresidentes, cinco visiones sobre hechos del conflicto armado ante la Comisión de la Verdad

Agosto de 2021 quedará marcado como un mes no solo provechoso sino, sobre todo, histórico para el trabajo de la Comisión de la Verdad. Lo es porque con las contribuciones de Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango logran el hito de escuchar los testimonios y aportes sobre hechos del conflicto armado de los cinco expresidentes vivos en Colombia, logrando abarcar los temas más complejos que afrontaron los mandatarios durante los gobiernos comprendidos entre 1990 y 2018.

Sus contribuciones a la verdad, como ha dicho en repetidas ocasiones Francisco de Roux, presidente de la Comisión, son acogidas con el máximo respeto y serán sometidas, al igual que se ha hecho con todas las voces del proceso de escucha, a un juicioso análisis y contraste para que, al final del mandato, hagan parte del Informe Final y las recomendaciones para la no continuidad y la no repetición del conflicto armado en el país. No se asumen como verdades absolutas, sino como perspectivas que el país necesitaba oír y que suman en el relato completo sobre lo que ha vivido Colombia en las últimas décadas.

La Comisión escuchó en 2019 y 2020 a Ernesto Samper Pizano y César Gaviria Trujillo. Este año continuó el mismo proceso acogiendo los aportes voluntarios de Juan Manuel Santos y, finalmente, termina esa labor tras escuchar a Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango. A excepción del espacio sostenido con el expresidente Gaviria, el resto de las sesiones han sido de carácter público. En todo caso, valga la aclaración, se respeta la decisión de la persona que contribuye, quien decide si prefiere que la conversación sea reservada o no.

El foco de estas contribuciones es, en opinión de la comisionada Marta Ruiz, darles claridad a las víctimas. Protegerlas. “Son ellos (los expresidentes) quienes desde el ejercicio del poder deben responder las preguntas centrales de un país que tiene nueve millones de víctimas, sobre todo aquellas que lo son por hechos ocurridos del año 1990 en adelante. Todos deben contarle al país qué hicieron para evitar que la gente sufriera de esa manera, por qué no lo lograron o qué lograron, si es que consideran que lo hicieron”, dijo.

Ruiz señaló que cuando hay millones de personas afectadas por un conflicto, no solo está claro que algo falló, sino que sigue fallando. Las preguntas que hace la Comisión en cada sesión con los exmandatarios persiguen, anotó la comisionada, “que ellos vuelvan la vista atrás tratando de evaluar con la distancia del tiempo los aciertos y errores, pero también que les den respuesta a las víctimas y saber así por qué el Estado no logró proteger a la gente”.

En síntesis, estos han sido los aportes de cada uno de los expresidentes escuchados por la Comisión, y estos serán los temas que se abordarán en la quinta contribución con el exmandatario Pastrana.

 

Ernesto Samper Pizano

“Yo no vengo aquí a pedir justicia, sino a ofrecer verdad”, expresó Ernesto Samper Pizano, presidente de Colombia entre 1994 y 1998, en la primera de dos sesiones públicas que sostuvo con la Comisión. El exmandatario acudió voluntariamente en octubre de 2019 y febrero de 2020. Aprovechó estas ocasiones para hacer un llamado para que los demás expresidentes se presentaran ante la Comisión y contribuyeran al esclarecimiento de los hechos enmarcados dentro del conflicto en sus respectivos gobiernos.

Los temas tratados con Samper en las dos sesiones fueron: drogas ilícitas y conflicto (haciendo énfasis en el impacto que tuvo la política antidrogas de los Estados Unidos en el recrudecimiento de la violencia alimentada por el narcotráfico en el país), fumigación aérea de cultivos ilícitos, el proceso 8.000, el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado y la conspiración que se fraguó durante su gobierno para darle un golpe de estado.

Samper afirmó en estas sesiones que tiene tres mea culpa: haber realizado fumigación aérea, no haber expulsado al entonces embajador Miles Frechette por entrometerse en asuntos internos, y no haber aprobado las normas que reglamentaran la extradición, de manera que esta no pudiera utilizarse para interferir en negociaciones de paz y contribuciones a la verdad.

 

César Gaviria Trujillo

Luego de Samper, el turno fue para César Gaviria Trujillo, presidente de Colombia entre 1990 y 1994. De esta sesión, que se dio en noviembre de 2020, se conoce que los cinco grandes temas abordados fueron: el proceso de la constituyente, narcotráfico, guerra integral, marco jurídico de la creación de las Convivir y apertura económica.

Pese a que la contribución fue privada, al final de esta De Roux expresó: “Esto nos ayuda a tener una visión que contribuye a esclarecer realmente qué es lo que nos ha pasado a los colombianos en el conflicto armado interno”. Por su parte, Gaviria dijo sentirse satisfecho y agregó que “del éxito de la Comisión, en gran medida, depende que el proceso (de paz de La Habana) se pueda fortalecer y se pueda ahondar”.

 

Juan Manuel Santos

La contribución de Juan Manuel Santos, presidente de Colombia entre 2010 y 2018, tuvo como foco el tema de las ejecuciones extrajudiciales, conocidas como “falsos positivos”, un fenómeno del que, según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se han documentado al menos 6.402 casos. De hecho, Santos hizo énfasis en su periodo como ministro de Defensa (2006 - 2009) y, de cara a algunos familiares de víctimas que estuvieron presentes, pidió perdón y expresó que es un horror por el cual el país no puede volver a pasar.

“Me queda el remordimiento de que durante mi ministerio muchísimas madres, incluidas las de Soacha, perdieron a sus hijos por esta práctica despiadada, unos jóvenes inocentes que hoy deberían estar vivos”, reconoció.

El Ejército, agregó Santos, en algún momento también debe pedir perdón. Además, dijo, no se justifica relajar los controles reglamentarios y legales de las doctrinas militares, ni presionar a los militares para producir bajas en combate, sino que “siempre debe preferirse la defensa de la vida al resultado operacional”.

 

Álvaro Uribe Vélez

La Comisión, en cumplimiento de su mandato y resaltando la importancia de escuchar a los diversos sectores, incluso a aquellas voces que han sido críticas del Acuerdo de Paz de La Habana y el Sistema Integral para la Paz (que agrupa a la Comisión de la Verdad, a la Jurisdicción Especial para la Paz y a la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas), llegó hasta la finca de Álvaro Uribe Vélez, presidente de Colombia entre 2002 y 2010, y escuchó sus aportes durante más de cinco horas.

Los temas tratados durante esta sesión fueron, principalmente: la política de la seguridad democrática, las ejecuciones extrajudiciales o “falsos positivos”, el recorrido del expresidente por la Gobernación de Antioquia, el papel de las Fuerzas Militares, el tratamiento a las guerrillas y a los paramilitares, el Acuerdo de Paz y la legitimidad de las instituciones creadas, Ley de Justicia y Paz y fenómeno de las Convivir en Antioquia.

De Roux, al final del encuentro, le dijo al expresidente Uribe: “Quiero insistir en que el papel que usted tiene para poder contribuir a la reconciliación es único (...) Si usted se pone allá, en la reconciliación de este país, usted no se imagine lo que podría hacer”.

Por su parte, el comisionado Leyner Palacios invitó al exmandatario a respetar el informe final de la Comisión y a comprometerse con las recomendaciones. “Ustedes, como líderes políticos, deben repensarse y no pueden quedarse en sus propias posiciones, pues esto está llevando a una prolongación de la guerra y eso se traduce, en algunos casos, en más violencia en algunos territorios”, dijo.

 

Andrés Pastrana Arango

Andrés Pastrana Arango, presidente de Colombia entre 1998 y 2002, asistió voluntariamente este 31 de agosto para hacer su contribución a la verdad, convirtiéndose en el quinto y último expresidente en ser escuchado por la Comisión. En esta sesión se abordaron, principalmente, temas como: su política de paz, el proceso de paz con las FARC-EP y la zona de distensión de San Vicente del Caguán, el nacimiento del ‘Plan Colombia’ en 1999, los contactos con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), su política exterior y el papel del narcotráfico dentro de la sociedad y como motor de la economía ilegal.

“Estoy ante la Comisión, convencido de que solo con la verdad lograremos la paz. Convencido de que el deber de cada colombiano es aportar a la verdad del conflicto”, dijo, y agregó sobre los empeños de su gobierno para dialogar con los grupos subversivos: “Se hizo todo lo que estuvo a nuestro alcance, nos la jugamos. Si cometimos errores pedimos perdón”.

El exmandatario también señaló que se ha tergiversado mucho de lo que se hizo en su gobierno y, bajo su perspectiva, lo que ocurrió fue que se pasó de “un Estado fallido a uno pujante”. Incluso, resaltó, muchos de los avances que se ven hoy corresponden a “lo sembrado en mi gobierno”.

Por su parte, el presidente de la Comisión de la Verdad le agradeció la asistencia voluntaria y el compromiso con la paz de Pastrana; además, dijo que como todas las contribuciones será sometida a análisis y contraste. “Nosotros no aceptamos argumentos de autoridad. Nosotros conversamos con franqueza como seres humanos sobre qué fue lo que nos pasó. La Comisión no apoya a ningún candidato. Estamos en la construcción de este país y de todas y todos los colombianos”, concluyó.

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