La Comadre, mujeres del pueblo negro que le apuestan a la verdad y a la no repetición

La Coordinación de Mujeres Afrocolombianas Desplazadas en Resistencia (La Comadre), es un proceso organizativo autónomo de mujeres afrocolombianas víctimas del conflicto armado de diversas regiones del país, que a su vez hace parte de las organizaciones afiliadas o articuladas al trabajo de la Asociación Nacional de Afrocolombianos (Afrodes). Como aporte al proceso de esclarecimiento y socialización de sus experiencias de convivencia, resistencia y apuestas de no repetición del conflicto armado interno en Colombia, se reunieron durante un fin de semana, del 18 al 20 de junio, con la Dirección de Pueblos Étnicos de la Comisión de la Verdad. Durante el encuentro, se realizó la toma de testimonios individuales y colectivos a las mujeres asistentes y además se llevaron a cabo diferentes actividades y espacios para la sanación y armonización.

La Comadre, es el resultado de un proceso continuo de más de 15 años para prevenir, proteger y restaurar los derechos de las mujeres afrocolombianas víctimas del conflicto. Se ha consolidado como alternativa autónoma para acompañar a las mujeres en la superación de los graves impactos que han experimentado, especialmente a quienes han sufrido los impactos desproporcionados del conflicto armado. Según el Registro Único de Víctimas, al 31 de mayo de 2021, 594.562 mujeres pertenecientes al pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero han sido víctimas, siendo el desplazamiento forzado el hecho victimizante más recurrente, además se documentan afectaciones como amenazas, homicidios, desapariciones forzadas, delitos contra la libertad y la integridad sexual, entre otros.

Luz Marina Becerra Panesso, presidenta de La Comadre y coordinadora de género y secretaria general de Afrodes, señala que las mujeres son “las peores víctimas de todo este conflicto armado, de todas las atrocidades que nos ha tocado vivir, no solamente en el tema del desplazamiento forzado, sino por la pérdida de nuestros seres queridos, el reclutamiento y la desaparición forzada de nuestros hijos, esposos y hermanos, por la violencia sexual de la que muchas mujeres han sido víctimas, pero también por el daño cultural que creemos que es una afectación muy fuerte que hemos vivido como mujeres negras al salir huyendo de nuestros territorios”.

Con el Informe Final de la Comisión de la Verdad y el legado que deje en la sociedad, Luz Marina espera que “se pueda recoger claramente la verdad del pueblo negro y la verdad de los daños y afectaciones de las que hemos sido víctimas las mujeres negras y que esa verdad se conozca, no solamente a nivel nacional, sino a nivel internacional. Pero la idea no es que solamente se conozca la verdad, la idea es que se puedan generar garantías para que este conflicto y todas las atrocidades que hemos vivido no se repitan”.

La presidenta de La Comadre ve con preocupación que “hoy se esté trabajando en un informe para que el mundo y el país conozca la verdad de lo que ha significado el conflicto armado en Colombia y que el conflicto continúe”. Para Luz Marina es alarmante que en medio de la pandemia por COVID-19, durante el año pasado se hayan dado desplazamientos forzados en los territorios de las comunidades pertenecientes al pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero. Según la Unidad de Víctimas, durante 2020, 19.730 personas con esta pertenencia étnica sufrieron desplazamiento forzado.

Los aportes que hacen las mujeres de La Comadre, según Sonia Londoño, directora de la Dirección de Pueblos Étnicos de la Comisión de la Verdad, son fundamentales para el informe final. Las mujeres de La Comadre han aportado al movimiento de mujeres; al proceso organizativo del pueblo negro, afrocolombiano, palenquero y raizal y a la exigibilidad de derechos de las víctimas en general. Asimismo, continúan aportando a la convivencia y a la construcción de paz a través de su proceso organizativo, de sanación, de visibilización y sensibilización a través del teatro, el canto, la poesía, y otras formas de narrar el conflicto y la larga historia de cimarronaje y resistencias. Gracias a las luchas del pueblo negro, en las cuales las mujeres han sido fundamentales, hoy la Comisión cuenta con un enfoque étnico-racial, una metodología étnica y un análisis en la relación racismo-conflicto armado.

El Informe final de la Comisión de la Verdad será entregado el 28 de noviembre del presente año y se espera que con sus recomendaciones contribuya a la no continuación del conflicto armado y que sea un relato de verdad que aporte en la generación de garantías de no repetición y que tenga en cuenta, de forma transversal, a los diferentes pueblos étnicos presentes en el país.