La importancia del enfoque de género antirracista en el Informe Final

“La violencia en el marco del conflicto, desde nuestro punto de vista, incluye, no solo la violencia física, sino también la violencia que causa daños de carácter material, emocional, cultural, político, económico y ambiental. Y consideramos que hay patrones de violencia que se enmarcan en la discriminación, por lo que hablamos que el racismo, además del género, tienen que ser analizados para poder comprender la dimensión de la desproporcionalidad de los impactos”, expresó Charo Mina, integrante del Movimiento de Mujeres Negras, Afrodescendientes, Palenqueras y Raizales en sus Identidades Diversas durante la entrega a la Comisión de la Verdad del documento ‘La importancia de incluir, visibilizar y entrecruzar el enfoque de género antirracista en el conflicto armado colombiano’.

El documento hace un llamado a incluir el enfoque antirracista en el informe final, con el objetivo de abordar, de forma sistémica y desde una mirada crítica y feminista, las afectaciones que el conflicto armado ha dejado en las vidas de estas mujeres desde una perspectiva de género e identidades sexuales diversas. “La inclusión del enfoque antirracista en el documento final de la Comisión de la Verdad abriría caminos para lograr no solo el esclarecimiento de la verdad y daría la posibilidad de agregar mayor pertinencia a los esfuerzos para lograr la no repetición y la reparación de las mujeres negras, víctimas de la violencia racista, del patriarcado y del capitalismo”, explicó Bibiana Peñaranda integrante del Movimiento durante la entrega.

Según el Movimiento, el enfoque antirracista permitiría estudiar factores estructurales que operan como barreras e invisibilizan las graves afectaciones de la guerra en las poblaciones negras y, especialmente, en el cuerpo de las mujeres y las niñas víctimas de la violencia racista.

Según diversas organizaciones, el racismo estructural es parte fundamental de las acciones de hostigamiento, los feminicidios en manos de actores armados, la servidumbre, las torturas, los desplazamientos, las violencias sexuales y en general de todas las formas de violencia que han sufrido y siguen padeciendo las mujeres negras, siendo este un factor exponencial de violencias de género racistas que se manifiestan en los diferentes ciclos de la vida.

El comisionado Leyner Palacios recibió el informe y agradeció al Movimiento los aportes que este proporciona a la Comisión. “Los asuntos de género son una obligación y un compromiso de la Comisión en su totalidad, y deben ir transversalizados. A mí me impresiona mucho cuando ustedes cuestionan: “¿Por qué nuestros territorios?, ¿por qué no se implementan los paquetes legislativos que favorecen derechos de manera especial para nuestras comunidades?, ¿por qué no se implementa adecuadamente el capítulo étnico del acuerdo de paz?”. A nosotros también nos interpelan como Comisión porque tenemos una patica ahí puesta, nosotros también debemos implementarlo. Son una serie de cuestionamientos muy válidos y tenemos que mirar cómo avanzamos”.

Este informe hace parte del proceso de escucha plural que lleva a cabo la Comisión y servirá como insumo en el riguroso proceso investigativo que realiza la entidad.