Dos obras de teatro para conmemorar los tres años de mandato de la Comisión de la Verdad

Del 7 al 26 de noviembre, la Comisión de la Verdad presenta dos obras de teatro originales, coproducidas en alianza con el Instituto Distrital de la Artes (Idartes) y la corporación La Paz Querida, para conmemorar sus tres años de mandato y los cinco años de la firma del Acuerdo de Paz.

Ambas obras fueron seleccionadas por un comité curatorial externo, tras una invitación de la Comisión de la Verdad e Idartes, dirigida a directores y dramaturgos de Bogotá, para que presentaran unas propuestas narrativas sobre el conflicto; y ambas retratan a su manera nuestra historia de violencias y resistencias, buscando pasar de un relato trágico a un relato épico que vislumbre la posibilidad de la paz, la convivencia y la no repetición del conflicto armado interno.

“Desde la Comisión de la Verdad queremos conmover y movilizar en torno a lo que nos sucedió durante tantos años de guerra, desde distintos lenguajes. El teatro tiene la potencia de contar la vida, de asomarnos a otros escenarios que no podríamos ver. Esperamos que sea un medio para que, quienes no han entendido que esta guerra tiene que parar, y que no podemos repetir lo que históricamente hemos venido repitiendo, lo hagan gracias a prácticas como el teatro, el cine o la música. Los dramaturgos han sabido poner en escena lo que, esperamos, se convierta en una comunicación muy profunda sobre la realidad colombiana. Por eso presentamos estas dos obras de teatro, como parte del legado que la Comisión de la Verdad le dejará a la sociedad y al mundo”, dice la comisionada Lucía González.

“Para Idartes, desde sus distintas áreas, es fundamental participar en ejercicios de reflexión en torno a la verdad, la paz y la reconciliación, por eso nos unimos a la Comisión de la Verdad en este maravilloso proyecto”, dice Catalina Valencia, directora de Idartes. 

La primera de las obras, ‘La resurrección de los condenados’, de Juan Carlos Moyano y Misael Torres, es una metáfora escénica del conflicto que reúne dos conceptos importantes del mandato de la Comisión de la Verdad. La palabra “resurrección” alude a la no repetición de la violencia: “Queremos que cese el derramamiento de sangre y que podamos tener nueva mirada, una nueva forma de enfrentar el legado histórico de horror de los últimos sesenta años. Quisimos hablar de una resurrección porque esa palabra es una fiesta, implica una nueva vida, y es esperanza”, dice Misael Torres. Los condenados, en segundo lugar, somos todos: “Somos los hijos de Colombia, que nacemos con una cruz de ceniza en la frente. Desde que nacemos estamos condenados a los pecados de la violencia y de la venganza. Al contrario de lo que dijo Gabriel García Márquez, para nosotros sí hay una segunda oportunidad sobre la tierra; debe haberla, porque también nos hemos formado en la resiliencia y en la capacidad de salir adelante siempre”.

La obra de Gabriel García Márquez ha sido muy importante en el trabajo colaborativo de Moyano y Torres. Está presente en ‘Memoria y olvido de Úrsula Iguarán’, un hito del teatro colombiano, y también lo está en esta pieza. Según los maestros, ‘Cien años de soledad’ es una síntesis reveladora de la historia de nuestro país y nos pone en contacto con aspectos neurálgicos que parecerían repetirse cíclicamente en la historia de Colombia. Pero la obra de teatro no se ciñe enteramente a la novela: “La mirada de García Márquez es bastante apocalíptica y pesimista –dice Torres–. Él asume la condena de la familia Buendía, que es también la que arrastra este país; la condena de la desesperanza. Decidimos resucitar a la madre de todas las madres, y llevarla a hacer un viaje de regreso al mundo de los vivos, precisamente para que pueda mirar con optimismo un futuro hipotético. Es necesario que busquemos una resurrección que nos ponga en contacto con valores que ayuden a superar el dilema de este país, sometido a una historia bastante contradictoria en la que la violencia ha imperado”.

Para esta obra, Moyano y Torres conformaron un equipo junto al músico Antonio Arnedo, la coreógrafa Edelmira Zapata y el escenógrafo Guillermo Forero. Juntos crearon un universo que integra el teatro, la música, la danza y una estructura móvil de enormes dimensiones, más semejante a una escultura en madera que a una construcción arquitectónica o una escenografía clásica. 

‘La resurrección de los condenados’ se presentará a partir del 7 de noviembre en el espacio público, en varias localidades de Bogotá, y en los teatros El Ensueño (23 y 24 de noviembre) y Jorge Eliécer Gaitán (26 y 27 de noviembre), en funciones gratuitas.

La segunda obra se titula ‘Salida al sol, camino a la paz’, esta no es una obra de teatro tradicional, y no cuenta una historia lineal: es una obra fractal, polifónica y una creación colectiva que se construyó desde el teatro y otros lenguajes artísticos como la danza, el canto y los textos y poemas de William Ospina, Piedad Bonnett y Carlos Satizábal.

La obra gira argumentalmente alrededor de las víctimas y, temáticamente, alrededor de la verdad y la paz. Da cuenta del conflicto social y armado en Colombia, sus consecuencias, la resistencia y, sobre todo, la necesidad de una salida pacífica. En palabras de Patricia Ariza y Nohra González, su directora y asistente de dirección, ‘Salida al sol’ es un gran fresco que da cuenta del tránsito del dolor a la resistencia, de la resistencia a la creatividad y de lo trágico a lo épico. La obra busca mostrar lo oculto u olvidado del oscuro entramado de la guerra y de la violencia. Según ellas, el conflicto ha sido relatado casi exclusivamente desde los llamados “actores del conflicto”, pero muy poco se habla de los “autores del conflicto”. En honor a la verdad, la obra alude a ese entramado. Para el grupo lo más importante es construir una obra útil, oportuna y necesaria para la sociedad, que no necesariamente enuncie la verdad, sino que conmueva alrededor de su necesidad. Esta obra es un llamado a la acción, a la conciencia de la necesidad de la paz.

‘Salida al sol, camino a la paz’ se presentará el 21 y 24 de noviembre en los teatros El Ensueño y Jorge Eliécer Gaitán respectivamente, en funciones gratuitas, y en el teatro la Candelaria en fechas por definir, para conmemorar los tres años de la Comisión de la Verdad. 

Pero además de conmemorar esos tres años de mandato, que se cumplen el 28 de noviembre de 2021 estas obras también se inscriben en la conmemoración del quinto año de la firma del Acuerdo Final de Paz suscrito entre las FARC-EP y el Gobierno colombiano, que es considerado por distintos actores de la vida nacional, y en particular por el movimiento de paz, las instituciones del Acuerdo (el Sistema Integral para la Paz) y la comunidad internacional (liderada por la Misión de Verificación de la ONU) como una oportunidad para ratificar el compromiso con la paz de Colombia, con la implementación del Acuerdo y, de forma especial, con un reavivamiento del entusiasmo y las propuestas para su desarrollo futuro. 

Para esto se han programado un conjunto de actividades, tanto de los actores por separado como articuladas, a través de diversas alianzas en territorios y en el centro del país, así como en otros países, que buscan visibilizar el balance de la implementación y concientizar sobre la necesidad de la paz en Colombia. 

Nuestro aporte a la paz es la verdad.