Desde el 28 de noviembre de 2018 iniciamos los tres años de mandato. Este contador muestra los días que quedan para la entrega del informe final.
En el exterior
400
Es el número de personas de las que hemos recibido los relatos de más de 14 países.
En todo el país y más allá
26
Es el número de rutas de investigación en los territorios para escuchar las voces de la Colombia profunda, entendiendo su condición, origen e identidad de género.
Informe final
3 años
Será el tiempo durante el cual se construirá el informe final que será un relato colectivo e incluyente que explicará lo qué pasó durante el conflicto.
Politizar el dolor y las emociones, la apuesta por la verdad de mujeres del Cauca, Córdoba y Meta
‘VerdadEs: politizar el dolor y las emociones de las mujeres’ es el nombre de un informe entregado a la Comisión y que recoge los testimonios de diversas organizaciones de mujeres.
ENCUENTRO |
Agosto 14 de 2020
Múltiples voces, silencios y rebeldías de mujeres víctimas, lideresas y habitantes de las comunidades del Cauca, Córdoba y Meta son recogidas en el informe ‘VerdadEs politizar el dolor y las emociones de las mujeres’, el cual fue entregado a la Comisión de la Verdad el 22 de julio por La Casa de la Mujer, Asovilor, Asomuariari, Fundesia y Rosmuc.
Para crear este informe, las organizaciones realizaron 141 entrevistas: 92 en Córdoba, 22 en Meta y 27 en Cauca, para un total de 113 entrevistas a mujeres víctimas, y 28 más a líderes y lideresas. Las mujeres entrevistadas en Caldono, Santander de Quilichao, Lorica, Montería, Tierralta, Valencia y Granada representan un grupo diverso en cuanto a su identidad étnica y sus condiciones de vida. Este informe hace parte del proceso de escucha plural que lleva a cabo la Comisión y servirá como insumo en el riguroso proceso investigativo que realiza la entidad.
El informe fue presentado en un espacio virtual el pasado 22 de julio, allí Laura Gil, moderadora del espacio expresó: “Las mujeres víctimas son el centro del informe y sus voces, silencios, dolores, rebeldías y anhelos no son datos para registrar, son jirones de vida que se ponen al servicio del esclarecimiento de la verdad”.
Por su parte, Olga Amparo Sánchez Gómez, directora de la Casa de la Mujer aseguró: “La Casa de la Mujer simplemente ha sido un medio para que las mujeres y las organizaciones, con las cuales hicimos la alianza, puedan dar a conocer las resistencias, los dolores, las situaciones, pero también cómo las mujeres se piensan este país, cómo las mujeres quieren aportar a la paz, cómo exigen que este Estado y esta sociedad les garantice la no repetición de los hechos”.
Las mujeres víctimas y lideresas decidieron dar su testimonio como parte de una apuesta por contribuir al esclarecimiento de la verdad, la convivencia y las garantías de no repetición. Durante la entrega del informe, algunas de ellas compartieron sus experiencias, reflexiones, emociones, dolores, expectativas y recomendaciones; como es el caso de Rosa Emilia Mosquera Blandón, representante de la Asociación de Víctimas de Lorica (Asovilor), quien contó: “En muchas ocasiones se nos impuso el silencio ante estas situaciones y ante las violencias que cometían los varones de nuestras propias familias y comunidades. Los grupos armados llegaron a reforzar estas situaciones. Sabemos que nuestro cuerpo ha sido el primer territorio violentado y privatizado, es por esto que los grupos armados en aquel tiempo, los varones, ejercían el poder y el control en nuestros cuerpos quitándonos la autonomía sexual y emocional”
Por otro lado, Jineth Casso Piamba, integrante de la Red de Mujeres de Caldono, afirmó que también en el Cauca las mujeres vivían un continuum de violencias basadas en género antes de la llegada del conflicto armado: “Las voces de las mujeres del Cauca evidencian lógicas de la dominación contra las mujeres. En ese momento, el común de las violencias contra las mujeres está atravesado por la tenencia de la tierra, los recursos naturales y también traspasaban lo emocional y lo espiritual. Es decir, se dieron como parte de las disputas por el territorio y, al igual que en Córdoba, estas violencias se exacerbaron con la llegada de los actores armados”.
Al recibir el informe, la comisionada Alejandra Miller resaltó la resistencia y el rol que, como constructoras de paz, han asumido estas mujeres: “Gracias por esas voces de fuerza, por mostrarnos la capacidad de comprender y de proponer. Después de los casi 8.000 testimonios recogidos por la Comisión, de los cuales casi la mitad son de mujeres, hemos podido ver cómo las mujeres fueron victimizadas. Ellas tienen unos dolores profundos y también tienen una enorme capacidad no solo de resistencia, sino de proponer cómo se reconstruye este país”.
El informe identifica las acciones de resistencia y de transformación que en el marco del conflicto armado este grupo de mujeres diversas emprendió. Al entregar el documento, las mujeres compartieron sus sentimientos: “A las mujeres de Córdoba nos pudieron hacer mucho daño, pero no callar ni quitarnos nuestros sueños. Tenemos la dignidad y la fuerza para enfrentar todos estos grupos. Con mucha dificultad hemos seguido adelante porque somos mujeres constructoras de paz”, mientras que otra de las mujeres testimoniantes, señaló: “Nuestras resistencias rompieron algunas cosas de la hegemonía masculina y posibilitaron la construcción de la sororidad, la solidaridad y las amistades entre nosotras. Las mujeres jugamos un papel fundamental en las resistencias civiles que se dieron en el Cauca, por eso hoy somos un departamento con mucha fuerza en el tema social”.
A modo de conclusión, el presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux, expresó: “Cuando ustedes hablan, lo hacen con una voz tan profunda y tan auténtica que ustedes acallan cualquier cosa, no solamente acallan fusiles, sino que acallan violencias políticas”.
La entrega de informes por parte de diferentes sectores de la sociedad a la Comisión de la Verdad fortalece el proceso de escucha plural que lleva a cabo la Comisión y sirven como insumo fundamental en el riguroso proceso investigativo que realiza la entidad.
La Comisión de la Verdad reunió a empresarios y empresarias de distintas edades, regiones y sectores económicos para que intercambiaran perspectivas sobre los cambios necesarios para un futuro en paz.
A lo largo de su mandato, la Comisión de la Verdad ha promovido acciones para el reconocimiento de todas las víctimas y la construcción de un relato amplio, en el que estas participen, con miras a que estos hechos no se repitan.
Paredes de veredas, calles y avenidas de estos territorios, fueron intervenidos por víctimas del conflicto, campesinado, juventudes y responsables, para simbolizar sus reflexiones sobre cómo el conflicto armado ha impactado sus vidas y territorios.