Tras las huellas del conflicto: historias de dolor y resiliencia de personas lgbti en el marco del conflicto armado
A través de este especial, la Comisión de la Verdad busca visibilizar los hechos de violencias por prejuicio, particularmente violencia sexual, ocurridos en el marco del conflicto armado.
“Hemos sido mendigas de nuestros derechos, derechos que otros tienen y que nosotras tenemos que luchar”
“Me revisan en el centro de salud, me dicen (...) ¿cómo violan a un hombre? Entonces le digo de la misma manera que violan a una mujer”
“Que ellos habían advertido muchísimas veces y que no les hicimos caso entonces que eran ellos quienes me iban a enseñar a ser una mujer de verdad. Mi papá me dio mi primera cachetada y dijo que hagan lo que tengan que hacer”
Estos fragmentos previos hacen parte de los testimonios que personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género diversas compartieron con la Comisión de la Verdad para la elaboración de este especial que busca, a través de un podcast de tres episodios, visibilizar los hechos de violencias por prejuicio, particularmente violencia sexual, ocurridos en Nariño en el marco del conflicto armado.
Estos relatos son un paso más en los procesos de esclarecimiento, reconocimiento de la dignidad de las mujeres y personas LGBTI víctimas de estas violencias, y construcción de recomendaciones para garantizar la no repetición.
De acuerdo a las investigaciones del equipo territorial de Pasto de la Comisión de la Verdad, al 1 de enero de 2020, se registraron 2.732 víctimas de violencia sexual en Nariño, siendo este el tercer departamento con mayor reporte de hechos de violencias sexuales en Colombia, de acuerdo con las cifras del Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica.
La territorial sostiene que las violencias sexuales son usualmente padecidas por personas LGBTI pues son instauradas como formas de control y vigilancia por parte de actores armados, los cuales deciden qué cuerpos deben ser disciplinados, aniquilando la diferencia, minando los procesos organizativos y obstaculizando la participación política de las mujeres y personas LGBTI con el aval de la sociedad.
Los anteriores son datos de contexto y a la vez son las razones por las cuales para la Comisión es importante romper el cerco de silencio, pues comprender las causas y efectos de este tipo de violencia permite entender cómo han operado los sistemas de opresión, especialmente el patriarcado y la heteronormatividad, en la generación de unas condiciones que posibilitan y perpetúan el conflicto armado.
Las experiencias narradas por Joseph, Alejandra y Doly evidencian varias tesis: primero, que las trayectorias de vida de las personas LGBTI están atravesadas por la violencia y que esta es ejercida por actores armados legales e ilegales pero también por parte de familiares, profesores, vecinos y un sinfín de actores debido a que las ideas de masculinidad y feminidad que han determinado roles, jerarquías y formas de pensar e intervenir el mundo atraviesan todas las instituciones de la sociedad: familia, barrio, escuela, comuna; segundo, que las discriminaciones y violencias por prejuicio interactúan con otras expresiones de violencias generando en cada persona afectaciones particulares; tercero, que los actores armados han ejercido violencias sexuales con diferentes intenciones que corresponden a una práctica generalizada o bien, a una estrategia; cuarto, que la militarización de la vida condiciona el ser, sentir y hacer de las personas, instaura el miedo, afectando los vínculos sociales y comunitarios.
Sin embargo, las experiencias de estas personas también son historias de fuerza, resistencia, dignidad y lucha, pues hoy lideran y pertenecen a procesos organizativos sociales desde los cuales a través de la danza, el teatro, el arte, la música y la organización política trabajan, en sus palabras, por la defensa de los derechos humanos, la libertad y el amor, como se evidencia en la serie audiovisual de tres capítulos que también hace parte de este especial cuyo propósito es resaltar que las mujeres y personas LGBTI han sido claves en la reconstrucción del tejido social que la guerra rompe.
“La música y el teatro son para mí la expresión más bonita y simbólica para poderles decir que estoy viva y que estoy aquí y que mi vida ahora es lo que más amo”: Alejandra Realpe, mujer lesbiana
“Las tablas, las puestas en escena me han servido para hacer una catarsis, un método de sanación, para que la gente se sensibilice frente a los hechos victimizantes que han vivido las personas LGBTI”: Doly, mujer trans, trabajadora sexual y lideresa
“Cuando llego a un ensayo se me olvida todo, el arte, la danza me sirvieron para salir de ese encierro donde estaba, creo que desde ahí aprendí a explorar el amor desde otra parte”: Joseph Arrieta, hombre gay afrocolombiano.
PODCAST
Episodio 1 (Podcast)
Episodio 2 (Podcast)
Episodio 3 (Podcast)
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