El Valle de Sibundoy: territorio de medicina tradicional, perdón y reconciliación
El territorio del Cacique Carlos Tamabioy es conocido como el Valle del Sibundoy. En este lugar la violencia ha dejado su marca, pero la medicina tradicional ha sido la principal herramienta para la sanación y la continuación de la vida en el territorio.
Los indígenas inga y kamëntšá biyá han sufrido durante años de confinamientos, asesinatos, enfrentamientos, desapariciones forzadas y desplazamientos. Sin embargo, la medicina tradicional se ha convertido en una forma de armonización al interior de las comunidades. Esta práctica ancestral está presente en el diario vivir de estas comunidades y es revitalizada cada año en el ‘Día Grande del Perdón y la Reconciliación’.
El cerro de Patascoy es un lugar sagrado para los pueblos inga y kamëntšá biyá. Está ubicado en Valle de Sibundoy, en los límites entre los departamentos de Putumayo y Nariño. A nivel nacional se le recuerda porque el 21 de diciembre de 1997 el Bloque Sur de las FARC atacó la base del Ejército ubicada en las inmediaciones del cerro.
Para los pueblos inga y kamëntšá, del Valle de Sibundoy, la armonización de espacios sagrados hace parte de la ritualidad propia, fundamental en los procesos de sanación y desarrollo espiritual.
Asimismo, el ejercicio organizativo y de los gobiernos propios es la fortaleza en la autonomía territorial y cultural de pervivencia.
La alegría y gratitud de estos pueblos se renuevan cada año en el ‘Día grande del perdón y la reconciliación’, un legado ancestral que involucra un mensaje de armonización comunitaria.
Sin embargo, ingas y kamëntšá enfrentan situaciones de segregación social y reconfiguración espacial y simbólica del territorio ancestral, debido a las reducidas áreas en calidad de resguardos y la poca tenencia de la tierra entre las familias indígenas.
En estos pueblos se destacan las madres, hermanas, esposas, hijas, mamas, abuelas, amigas. Reconocidas como mujeres cuidadoras, dadoras de vida, resistentes desde la chagra, la lengua materna, la medicina tradicional y la guía organizativa.
El conocimiento de los mayores es de suma importancia para los pueblos inga y kamëntšá. “Sabedores taitas, pintando el camino ancestral, artesanos de la humanidad. Somos convivencia,somos interculturalidad. Somos el futuro de la paz”, dice uno de los apartes de la canción ‘Somos Amazonía, Somos Verdad’ lanzada en las festividades del Día Grande, a inicios del mes de marzo.
“Qué importante sería que el tiempo que la Comisión está en estos territorios permita a la sociedad conocer e involucrarse más de esta tradición que nos invitan los pueblos amazónicos. Es una reflexión en la que se invita a los que han participado del conflicto, a las víctimas, a las instituciones, a las comunidades a la sociedad colombiana en general a hacer actos de perdón, reconciliación y convivencia”, Patricia Tobón, comisionada.
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