Verdades que liberen: cinco conversaciones para comprender el impacto del secuestro en Antioquia

Las conversaciones serán conducidas por la psicóloga y periodista Liliana Vásquez, quien ha acompañado a los habitantes de Antioquia en otros procesos de diálogo social tan recordados como ‘Arriba mi barrio’. La primera conversación será con la doctora en derecho Gloria María Gallego, autora del libro ‘Después vino el silencio, memorias del secuestro en Antioquia’.

Según el Observatorio de Memoria y Conflicto, Antioquia es el departamento más golpeado por el secuestro en Colombia. Entre 1958 y 2018 se registraron 7.487 víctimas: el 20% del total nacional. Este crimen alcanzó los niveles más altos entre 1995 y 2002, periodo en el que el país vivió el fracaso de un acuerdo de paz con las FARC-EP, presenció la segunda ofensiva paramilitar, enfrentó el mayor control territorial y social de las guerrillas y resistió una arremetida de la fuerza pública que impactó a la sociedad civil.

Las guerrillas del ELN, las FARC-EP y el EPL son las responsables, seguidas por los paramilitares, los grupos posdesmovilización y el crimen organizado. El secuestro era una de sus principales armas políticas y económicas.

Entre 1995 y 2005 las principales víctimas de esta práctica en Antioquia fueron los alcaldes, con el 36,7% de los casos registrados. Los mandatarios del oriente antioqueño buscaron acercamientos humanitarios con los grupos armados para contener los secuestros, las extorsiones a campesinos y cafeteros, los asesinatos, los desplazamientos. Al mismo tiempo, la movilización social se convirtió en una herramienta de resistencia. Organizaciones de derechos humanos, institucionalidad y sociedad civil buscaron una tregua a través del Plan Congruente de Paz, asambleas constituyentes y acciones por la no violencia.

El 17 de abril de 2002, en solidaridad con los cafeteros asediados por las FARC-EP y en rechazo a la guerra exacerbada, el entonces gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y su asesor de paz, Gilberto Echeverri, emprendieron la marcha de la NoViolencia desde Medellín hasta Caicedo. Se unieron unas 2.000 personas. Cuatro días después, en el puente El Vaho, a cinco kilómetros de Caicedo, las FARC-EP los secuestraron.

El 5 de mayo de 2003, al advertir la presencia de helicópteros del Ejército sobre el campamento en Mandé, Urrao, Antioquia), las FARC-EP asesinaron a Guillermo Gaviria, Gilberto Echeverri y ocho militares que permanecían secuestrados con ellos: Alejandro Ledesma Ortiz, Wagner Harvey Tapias Torres, Héctor Lucuara Segura, Francisco Manuel Negrete, Yercino Navarrete, Samuel Ernesto Cote Cote, Mario Alberto Marín Franco y José Gregorio Peña Guarnizo.

Desde el cautiverio, Gaviria y Echeverri abogaron por una liberación a través de un intercambio humanitario o una negociación no violenta. El operativo de rescate generó una gran controversia que continúa. Seres queridos y amigos denuncian que fue mal planeado y cometieron muchos errores. Estos asesinatos afectaron profundamente la democracia y la institucionalidad del país, y las movilizaciones por la paz y la NoViolencia que se gestaban en Antioquia. Hoy, 18 años después, siguen saliendo a la luz verdades necesarias para transitar a un futuro diferente. La NoViolencia sigue siendo un camino para ese fin.

La primera conversación, este viernes 23 de abril, será la primera de cinco diálogos que permitirán un recorrido por esta historia que marcó a muchos antioqueños. Las siguientes emisiones serán los viernes 30 de abril y los viernes 7, 14 y 21 de mayo. Los programas se podrán encontrar también en el canal de YouTube de la Comisión de la Verdad.