La Comisión inaugura su espacio ‘Nombrar lo innombrable: conversaciones sobre arte y verdad’

La Comisión de la Verdad inaugura este jueves su espacio ‘Nombrar lo innombrable: conversaciones sobre arte y verdad’, una serie de diálogos con escritores, músicos, artistas plásticos, visuales y escénicos, cineastas, bailarines y artistas populares y urbanos para reflexionar sobre cómo el arte ayuda a develar tanto las razones profundas del conflicto como los mecanismos para resistir ante la guerra.

Y es que el arte en Colombia, a través de sus distintas formas, ha levantado la voz, ha defendido la diferencia, ha dejado constancia de la indignación y ha sido soporte de las resistencias. También ha sido testimonio y prueba del sufrimiento.

La primera de estas charlas será entre el escritor Ignacio Piedrahita, autor de ‘La verdad de los ríos’, y la comisionada Lucía González, el próximo jueves, 7 de mayo, a las 6:00 de la tarde y podrá ser visto a través de Facebook live, canal de Youtube y página web de la Comisión de la Verdad. La Comisión adelantará estas conversaciones cada quince días, los jueves a las 6:00 de la tarde. Descargue aquí el libro ‘La Verdad de Los Ríos’ ►

En el ensayo ‘La verdad de los ríos’ surgeió de una alianza entre Arcadia, el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ), el Banco de la República y la Comisión de la Verdad, en el texto Piedrahita ofrece una aproximación sensible y poética a los ríos como testigos de la vida y de las tragedias de la violencia en Colombia. “Los ríos todo lo controlan, todo lo saben, basados en la invencible belleza que preside la vida”, expresa el autor.

A la Comisión de Verdad se le ha sido encomendado contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido en el marco del conflicto armado, mediante un relato que motive la reflexión ética y política para no repetir la tragedia vivida. La Comisión debe explicar el impacto humano y social del conflicto, incluyendo el impacto sobre los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Estos últimos han sido ajenos a la conciencia colectiva, por eso la necesidad de reconocer las afectaciones a los bienes naturales que deben reconocerse como públicos, comunes y al servicio de todos.