Comisión de la Verdad reitera invitación a la FAC para hablar sobre la masacre de Santo Domingo

Uno de los capítulos pendientes para completar el relato que la Fuerza Aérea Colombiana ha venido entregando a la Comisión de la Verdad es la masacre de Santo Domingo. Ana Cristina Navarro, coordinadora de Pedagogía de la entidad, lo señaló durante el desarrollo del foro ‘La Fuerza Aérea Colombiana y sus aportes a la construcción de paz’, que se llevó a cabo este miércoles como parte de los espacios que se vienen propiciando con esta institución para el esclarecimiento de la verdad.

Navarro resaltó los aportes que la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) ha entregado a la Comisión, que constan de al menos cuatro informes detallados sobre las capacidades, la doctrina y los efectos del conflicto en integrantes de esta fuerza. Los documentos oficiales, señaló, serán claves para construir diálogo y avanzar en la construcción del informe final.

Sin embargo, señaló que todavía se espera una respuesta de la carta enviada por parte de la Comisión para hablar del capítulo específico sucedido hace 22 años en Arauca. “Nos tenemos que sentar a dialogar sobre el tema de Santo Domingo, nos hace falta esa verdad. Creemos que ese es un relato que necesita instalarse”, agregó Navarro.

La masacre de Santo Domingo ocurrió el 13 de diciembre de 1998 en la vereda del mismo nombre ubicada en el municipio de Tame, Arauca, y en el cual, con condena de la Corte Suprema de Justicia en 2017, se halló responsables a integrantes de la FAC por el homicidio de 17 personas, entre ellas seis menores de edad.

El comisionado Carlos Ospina manifestó sobre este tema que entiende que hay de por medio un proceso jurídico activo, lo cual quizás ha impedido que la FAC se pronuncie sobre el hecho, pero insistió la importancia de conocer la voz de la institución, porque quedó una incógnita que aún la ciudadanía y la Comisión esperan despejar.

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La evolución de la FAC y sus contribuciones a la paz

La coronel Magda Edith Guerrero, jefe Departamento Estratégico de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la FAC, quiso resaltar lo vanguardista que ha sido la institución, al igual que su rol en la defensa de los principios democráticos. Subrayó que llegar a regiones apartadas y poder garantizar la seguridad en estas zonas es unas de los mayores orgullos de la FAC.

A esa continua evolución tecnológica y la construcción de escuelas y bases militares para tener mejor cobertura en el territorio nacional, el mayor Yesid Heberto Peña, jefe de Patrimonio Histórico FAC, quiso agregar que se ha venido trabajando en la inclusión de mujeres en la fuerza y anotó que desde 2013 ha aumentado la formación de jóvenes para convertirlas en pilotos de diversas aeronaves.

En cuanto a la contribución para la construcción de paz, el coronel Rodrigo Mezú, comandante del Grupo Académico de la Escuela de Posgrados de la FAC, destacó que los aportes de policías y militares para elaborar un modelo de cese al fuego, fue fundamental durante los diálogos y para lograr la firma del acuerdo de paz en La Habana, Cuba. Aunque esta no es la primera vez, anotó, pues desde 1950 hay registros de contribuciones militares para alcanzar la paz.

El papel de los integrantes de la FAC en el post acuerdo también ha destacado. La capitana Jessica Martínez, comandante escuadrón RPAS UAV - Cacom 3, reveló que estuvo en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación en Mesetas, Meta, y allí aprendió a construir confianza entre antiguos adversarios.

“Estábamos preparados como militares para este momento histórico. Siempre nos han cultivado el sentido de tripulación, que todos somos familia y la misión está por encima de las diferencias”. Martínez recordó que algunas noches incluso terminó viendo películas con una de las excombatientes de las Farc.

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Durante el foro, la FAC recordó también los impactos de las incursiones subversivas, las amenazas y los compañeros que perdieron la vida cumpliendo su misión al portar el uniforme. Luego de los relatos de algunas vivencias de integrantes de esta fuerza, el comisionado Carlos Ospina agradeció a los participantes y concluyó:

“Esta Comisión de la Verdad es la primera que incluye a un ciudadano con formación militar. Sin la participación activa de los militares no se llega a buen recaudo (…) Entendiendo al Estado y sus fuerzas armadas es que vamos a lograr una paz estable y duradera”.