Comisión de la Verdad lanza un SOS por la Amazonía

La situación se agrava cada día ante la rápida propagación de la COVID-19 en la Amazonía colombiana, las precarias condiciones en infraestructura para la atención integral en salud y el conflicto armado que aún persiste en los territorios de la región.

Los grupos armados se han ensañado en los territorios de la población indígena en este territorio, en los últimos días ha incrementado el despojo de sus territorios, la tala masiva y quema de sus bosques en los departamentos como el Caquetá, Putumayo y Guaviare, en el contexto de la COVID-19 muchas familias en situación de desplazamiento en ciudades como Leticia están siendo afectadas y hoy esta enfermedad, sumada a la precaria atención en salud que reciben los pueblos indígenas pone en mayor riesgo a estas poblaciones.

La muerte de los taitas Agustín Jacanamijoy y Antonio Bolívar evidencian la gran vulnerabilidad de los pueblos étnicos y de sus mayores para sobrevivir a la pandemia. Todo el legado de las autoridades indígenas con la herencia que representan para sus culturas y la protección de la selva, así como sus tradiciones espirituales deben ser protegidas.

El Sistema de Monitoreo Territorial (SMT) de la Organización Indígena Nacional (ONIC) en su Reporte Especial 001 Pueblos Indígenas de Frontera Caso Amazonas para el 2 de mayo, reportó seis pueblos indígenas afectados, 15 casos confirmados y 4 indígenas fallecidos, mientras que el Ministerio de Salud registró 229 casos generales para el departamento y 9 casos para Caquetá hasta el día 6 de mayo. Además, el ministerio alertó que Leticia es la ciudad con más contagiados por COVID-19 (por 100.000 habitantes) en toda Colombia. Por otra parte, en Tabatinga, región fronteriza con Brasil se registran 232 casos, mientras que, en Loreto, región fronteriza con Perú se confirma la muerte de 5 hermanos indígenas del Pueblo Ticuna.

En el 2008, la Corte Constitucional a través del Auto 004 alertó que 34 pueblos indígenas se encontraban en peligro de extinción física y cultural como consecuencia del conflicto armado. Para el año 2018, según datos de la ONIC, la cifra se elevó a 39 pueblos en peligro de desaparecer, 35 de ellos tienen menos de 200 habitantes, a causa del conflicto armado interno y conexos en todo el territorio nacional

Desde la Comisión de la Verdad llamamos la atención sobre el significado de la muerte de cada abuelo indígena. Cuando alguno de ellos o ellas muere, su sabiduría también perece, así como su conocimiento ancestral fundamental para la conservación de los bosques y de sus culturas. Por ello, reiteramos que hoy los pueblos indígenas en Colombia, en especial de la Amazonía, enfrentan una grave situación como consecuencia de la inasistencia en materia de salud histórica que tiene esta región del país agravada por el contexto del conflicto armado en sus territorios.

La Comisión de la Verdad se suma a este SOS por la salud de los pueblos indígenas de la Amazonía con estos dos llamados:

1. Al Gobierno Nacional, al Ministerio de Salud y a las instituciones regionales y nacionales para que de manera apremiante atiendan las peticiones elevadas a través de las organizaciones indígenas nacionales como la Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Autoridades Indígenas de Colombia (AICO), Confederación Indígena Tayrona (OCIT) y el Gobierno Mayor, para dar vía al pliego de peticiones del “Plan de acciones Urgentes en los territorios y pueblos indígenas para la mitigación de la pandemia COVID-19 y para el autocuidado propio”, al que también se suman en solidaridad y solicitud los obispos de la Amazonía y Orinoquía colombiana entre otros sectores, universidades, académicos y gremios, a través de comunicados, pronunciamientos públicos y campañas.
2. De igual manera, para que el gobierno de Colombia de manera articulada con los gobiernos de Brasil, Perú, Ecuador y Venezuela se tomen medidas eficaces entre todos los países a fin de mitigar y detener el avance de la pandemia hacia los territorios de fronteras de los países de la Panamazonia habitados por los pueblos indígenas.