Por el respeto a la vida de quienes defienden el bien común

“No podemos aceptar que la vida humana no tenga la prioridad absoluta en Colombia, porque estamos convencidos de lo sagrado de la vida y todo nuestro trabajo en la Comisión está al servicio de esa vida. Por eso la Comisión de la Verdad condena la infamia de los perpetradores de los asesinatos a los líderes sociales”: Francisco De Roux, presidente de la Comisión de la Verdad

En la cabecera municipal de San Pablo, en el sur del departamento de Bolívar fue asesinada en la puerta de su casa a las 8:00 p.m. del 24 de marzo de 2020, la lideresa social Carlota Isabel Salinas Pérez y en medio de estos hechos, hasta el momento, su pareja, Jair se encuentra desaparecido. La familia, la comunidad del municipio de San Pablo y el Magdalena Medio están de luto por arrebatar la vida de esta lideresa social y la verdad es que la única amenaza que representaba era dar su vida por los más vulnerables.

Este asesinato, cuarto perpetrado en Colombia durante el aislamiento preventivo por la pandemia del COVID-19, se produjo en el barrio Guarigua, zona de vivienda de interés social, que hace parte de la ciudadela ‘Enraizar’ donde fue acogida y ubicada población en situación de desplazamiento forzado. Este sector ha tejido desde el año 2000 procesos de convivencia, solidaridad y de búsqueda de soluciones de vivienda en el municipio.

Carlota, de 38 años, madre de tres hijos, dos hombres adultos y una adolescente, era reconocida por su solidaridad, su apoyo y su alegría. Su liderazgo social la llevaba más allá de pensar su propia situación, en San Pablo era voluntaria de la Defensa Civil para ayudar en la gestión del riesgo de desastres, era madre líder de Familias en Acción, y desde hace más de 10 años hacía parte de la Organización Femenina Popular (OFP) apoyando iniciativas de mujeres para la protección de la vida, fue miembro del Comité de impulso a la Campaña “Vulnerables somos todos” y su último compromiso fue coordinar acciones de solidaridad para la respuesta de alimentación para jóvenes y familias vulnerables con dificultades para generar sus ingresos en la actual situación de la pandemia.

Este asesinato se produce en el complejo contexto por el que todavía atraviesa el municipio de San Pablo con la persistencia de las dinámicas de la guerra, el aumento del uso de la violencia en medio de las economías ilegales que marcan y afectan aún a la región, y en donde urgen acciones de transición que permitan generar condiciones de dignidad para las poblaciones, de transformaciones para la paz y, sobre todo, de garantías para la vida de todos los pobladores. Diversos hechos evidencian la vulneración al derecho a la vida en el municipio de San Pablo, de enero a marzo 24 de 2020 han sido asesinadas 22 personas, entre otros sucesos el 16 de marzo se produjo la quema de 8 chalupas en el puerto.

El llamado de la Comisión de la Verdad es al respeto de la vida como un derecho sagrado y a rodear a las comunidades con las garantías necesarias para que estos hechos no se produzcan NUNCA MÁS.  Necesitamos reconocer “la dignidad de todos los seres y el respeto por la casa común: nuestro territorio, para vivir de manera armónica”, expresa Lucía González Duque, comisionada.

Bogotá, marzo 26 de 2020