Desde el 28 de noviembre de 2018 iniciamos los tres años de mandato. Este contador muestra los días que quedan para la entrega del informe final.
En el exterior
400
Es el número de personas de las que hemos recibido los relatos de más de 14 países.
En todo el país y más allá
26
Es el número de rutas de investigación en los territorios para escuchar las voces de la Colombia profunda, entendiendo su condición, origen e identidad de género.
Informe final
3 años
Será el tiempo durante el cual se construirá el informe final que será un relato colectivo e incluyente que explicará lo qué pasó durante el conflicto.
Barrancabermeja: 21 años de camino por la dignificación de las víctimas
Con un conversatorio que profundizó en la pregunta ¿por qué pasó lo que pasó en la masacre del 16 de mayo de 1998? Se trazó un relato de dignidad y resistencia.
ENCUENTRO |
May 21 de 2019
El conversatorio realizado en el auditorio del SENA, el 16 de mayo, fue convocado por las víctimas en conmemoración de su día en Barrancabermeja. Este espacio de profunda reflexión, contó con la participación de más de 200 estudiantes, representantes de instituciones y organizaciones.
Unido al corazón de los habitantes del Magdalena Medio, el padre Francisco De Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, manifiesto que “estamos convencidos que esta fuerza de Barrancabermeja, esta decisión de mantener viva la memoria de lo que aquí pasó nos va a ayudar a todos a vivir con coraje, a que gracias a la verdad podamos llegar a la justicia, y a la reconciliación”.
Una vez se presentó el contexto de lo que pasaba entre 1998 y el 2001, en el evento quedó claro que el Magdalena Medio “es una región de resistencia, de vida que sigue construyendo la paz, que narra la verdad y que está disponible para la vida y disponible para la paz”, así lo afirmó Águeda Plata, coordinadora de la región para la Comisión de la Verdad.
Han pasado 21 años desde ese sábado de 1998, víspera del día de la madre, 21 años que han sido de resistencia y dignidad contra el olvido, en palabras de Jaime Peña del colectivo 16 de mayo.
El Servicio Jesuita de Refugiados con el grupo de Jóvenes Constructores de Paz generó empatía con los participantes del conversatorio, a través de una simbólica interpelación cultural de lo ocurrido con las víctimas, que trajo la memoria de las víctimas con una narrativa que transforma el lenguaje trágico y transita por lo épico desde lo que consideran son las herencias que constituyen un mejor futuro.
Los invitados al conversatorio con la “Flor no me olvides” en mano, que habían dispuesto los jóvenes en cada silla, se comenzó a cultivar colectivamente un jardín para dejar atrás el relato que apela de manera reiterada a un enfrentamiento cruel entre vencedores y vencidos, pues “no es esa la historia que queremos contar, no es esa la historia que queremos heredar”, afirma Verónica Rueda, joven integrante del grupo Jóvenes Constructores de Paz.
El relato teatral insistió que “si se encuentra el responsable no podemos retroceder al rencor, nuestro elemento en rechazo es la reconciliación, no es olvidar, es aclarar la mente ante el rencor”. En consecuencia, para la convivencia y la no repetición es necesario volver al pasado, pero en perspectiva de futuro, porque hacerlo nos proyecta como sociedad libre y consciente de la capacidad de resistencia heredada entre las generaciones.
La Comisión de la Verdad reunió a empresarios y empresarias de distintas edades, regiones y sectores económicos para que intercambiaran perspectivas sobre los cambios necesarios para un futuro en paz.
A lo largo de su mandato, la Comisión de la Verdad ha promovido acciones para el reconocimiento de todas las víctimas y la construcción de un relato amplio, en el que estas participen, con miras a que estos hechos no se repitan.
Paredes de veredas, calles y avenidas de estos territorios, fueron intervenidos por víctimas del conflicto, campesinado, juventudes y responsables, para simbolizar sus reflexiones sobre cómo el conflicto armado ha impactado sus vidas y territorios.