La verdad del Tolima, una oportunidad para construir presente y futuro
Con la participación de víctimas del conflicto armado, miembros del Ejército, excombatientes, empresarios y estudiantes se dio apertura a la Casa de la Verdad de Tolima.
Este miércoles, en el marco de la apertura de la primera Casa de la Verdad de la región Centroandina se llevó a cabo, en la sede central de la Universidad del Tolima, el conversatorio ‘Sentido y valor de la verdad para el Tolima’. El evento contó con la presencia de víctimas del conflicto armado, miembros del Ejército Nacional, excombatientes de las Farc, empresarios tolimenses, estudiantes y sociedad en general, quienes fueron testigos de diferentes testimonios sobre las transformaciones positivas que exaltan el sentido y el valor de la verdad para el territorio tolimense.
Álvaro Ovidio Paya, exgobernador de la comunidad indígena Nasa, expresó durante el acto de apertura el temor que existe por contar la verdad en las comunidades indígenas, según él porque “es una verdad que tiene enemigos y porque muchas veces hemos sido víctimas de los mismos entes del estado”. Acto seguido, hizo un llamado para reconstruir la verdad entre todos y para que se le dé especial atención a lo que tienen que contar los pueblos indígenas de Colombia:
“La paz en Colombia no se hace con armas, la paz en Colombia es donde todos logramos hacer un pacto social”.
Los indígenas Nasa del territorio ancestral Páez de Gaitania llegaron a Planadas, Tolima, entre 1902 y 1906 desde el Cauca. Durante el siglo XX sobrevivieron a la violencia bipartidista, la presencia de la guerrilla y los operativos militares y en 1996 firmaron un proceso de paz con las Farc. 23 años después del acuerdo realizado con la extinta guerrilla, los indígenas manifiestan que la paz y la convivencia se pueden lograr y, aunque exista temor de las comunidades indígenas en contar su verdad, señalan que hay que seguir apostando por estas alternativas para multiplicar las acciones positivas que se realizan desde el territorio.
Por su parte, Fernando Osorio, exgobernador de Tolima, historiador y víctima del conflicto, dijo que: “La verdad fue tristemente manipulada y el país se acostumbró a eso, pero gracias al acuerdo realizado de La Habana existe la comisión. Tocar estos temas antes me generaban temor, pero hoy la Comisión de la Verdad genera tranquilidad y seguridad”. Osorio finalizó su intervención señalando que el esclarecimiento de la verdad del conflicto armado, y en especial la del sur del departamento, debe ilustrar a los jóvenes y a las futuras generaciones para que los sucesos de violencia que se dieron en el territorio no se vuelvan a repetir.
También, el empresario tolimense Jader Zuleta resaltó que con la verdad el país tiene una oportunidad histórica de no pasar una herencia de violencia y conflicto a futuras generaciones. Él y su familia fueron víctimas de amenazas, sucesos que los hicieron alejarse de país por un tiempo, una situación que lo llevó a entender que es impulsando proyectos en beneficio de las comunidades que se logra impulsar un mejor país. Su empresa textil ‘Paz Wear’ aporta a la reconciliación y a la convivencia empleando a víctimas del conflicto armado, excombatientes y exmilitares, “para que encuentren una nueva oportunidad de soñar en un país con una nueva historia”.
Finalmente, la líder del movimiento social feminista Fanny Barragán aseguró que lo primero que hay que dejar claro es el rol que tiene la mujer en el conflicto y que este merece ser conocido “porque en la guerra la cultura patriarcal toma todo el protagonismo y solo se utiliza la figura de la mujer como un botín de guerra, cada vez que su cuerpo es tomado y abusado”. También, hizo un llamado para que el conflicto no tenga que ser heredado por niños, niñas y jóvenes que nacen y crecen sin saber porque están en guerra. “A los niños les tocó asumir una guerra que no es de ellos, niños a los que se les quita el derecho de ser niños, niños que dejaron su niñez por ir a la guerra”, señaló.
El último en tomar la palabra fue el miembro de la mesa departamental de víctimas, José Afranio Perdomo, quien dijo que la verdad no es solo para debatirla y buscarla en espacios académicos, sino que es necesario ir a los municipios y comunidades a escuchar la gente. “Es allá donde está la verdad, somos las victimas de esa Colombia profunda quienes podemos reconstruir esos relatos y memorias. Relatos que hoy siguen dejando lideres asesinados, quienes desde su labor han querido reconstruir una verdad y reclamar unos derechos que parecen ser de unos pocos”.
Como cierre al evento, el público asistente elevo más de 300 plántulas de Ocobo y Gualanday, árboles nativos del territorio, y ofrecieron un minuto de silencio en honor a las más de ocho millones de víctimas del conflicto armado del país. Estás plantas representativas del Tolima simbolizan el proceso que se siembra desde el territorio alrededor de la construcción de paz y la no repetición. “Cada persona a través del árbol, y de manera representativa, custodia este proceso que puede florecer a través de la confianza, el cuidado diario, la atención permanente y la esperanza de un futuro en paz para las nuevas generaciones”, puntualizó Claudia Rivera coordinadora del objetivo de Esclarecimiento de la territorial Tolima de la Comisión.
Video de apertura
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