Cátedra Alfredo Molano Bravo: una apuesta por la participación ciudadana
La ‘Cátedra Alfredo Molano Bravo: voces y verdades de la Colombia profunda’ es un espacio de formación y participación ciudadana mediante el diálogo de saberes entre el sector académico y las organizaciones sociales.
Durante la presentación de la ‘Cátedra Alfredo Molano Bravo: voces y verdades de la Colombia profunda’, el pasado 21 de octubre, el comisionado Saúl Franco invitó a la academia, a las organizaciones sociales y a quienes deseen sumarse a darle un largo aliento a la investigación y al diálogo sobre las causas, contextos y persistencias del conflicto armado interno.
Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, destacó los aportes de Alfredo Molano Bravo a las formas de trabajo y metodología que ha llevado la Comisión: “La verdad no se negocia, lo que sale desde el corazón del pueblo tiene que ser lo que se exprese a través de nosotros como Comisión”, contó. También expresó la importancia del método de la escucha y la forma de acompañar el camino, que era parte del quehacer de Molano Bravo.
“Esperamos que esta cátedra tienda en los territorios puentes vivos entre el conocimiento directo de las gentes con la comprensión académica de las universidades. Todos queremos avanzar en la no repetición de la violencia”, afirmó Gladys Jimeno, esposa de Alfredo, y representante de la Fundación Alfredo Molano Bravo.
Aula inaugural
El lanzamiento de la cátedra tuvo dos conferencias centrales que destacaron las particularidades del método Molano y sus enseñanzas para la misión de la Comisión de la Verdad. Una propuesta pedagógica, social y participativa para continuar procesos de trabajo mancomunado entre las organizaciones sociales y las instituciones académicas que quieran apropiar y aplicar un conjunto de conocimientos teórico-prácticos para la comprensión de la realidad territorial y nacional.
El doctor en sociología, Boaventura de Sousa Santos, señaló la importancia científica de Molano Bravo como académico comprometido, quien tuvo “un pie en la universidad y otro en la retaguardia de los movimientos y las luchas sociales”. En su intervención, Boaventura no solo destacó el método sino además “su forma creativa y profunda de objetividad” y la narrativa de sus textos en primera persona recuperando el valor del testimonio y de las personas que “no utilizan un lenguaje institucional a la hora de hablar”.
La lideresa social Clemencia Carabalí, integrante de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca (ASOM), presentó el recuerdo de las enseñanzas de Molano Bravo y los aportes de las comunidades afrocolombianas al informe de la Comisión de la Verdad. Carabalí habló de la resistencia de su pueblo y de su familia ante las múltiples violencias sufridas en distintos momentos históricos. Se refirió a la defensa del territorio y a cómo las consecuencias de macro proyectos han derivado en cordones de miseria y exclusión social de parte del Estado.
“El ejercicio de aprender haciendo y viendo se relacionan con la cátedra y su esencia. Vamos a empujar esta cátedra, esperamos poder articular su experiencia académica y el conocimiento de por qué del conflicto en nuestros territorios, y desde la escuela sumar a este ejercicio de construcción y generación de conciencia allá en esa Colombia excluida donde nos encontramos nosotras”, enfatizó Carabalí, quien también destacó la creación conjunta del pensum académico y la necesidad de incluir a la Escuela de Mujeres constructoras de paz y otras organizaciones de género desde el territorio.
Los aliados de la cátedra
En nombre de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesinas (ANZOR), Arnobis Zapata destacó la importancia del profesor Alfredo Molano en la constitución de las reservas de zonas campesinas en Colombia y en la reforma rural integral. Aseguró que los derechos de los campesinos en el país cobraron una mayor visibilidad gracias a esos aportes.
Por su parte, Stefan Peters, representante del Instituto Colombo-Alemán para la Paz – CAPAZ, confirmó la importancia del legado de Molano y aseguró: “Nos enseñó que hay que salir, conocer el país y poner en el centro del debate esas voces de los territorios”.
Para las asociaciones ASCUN y SUE es vital reafirmar la cátedra desde la metodología de la escucha a las comunidades y generar espacios de encuentro como sociedad en un lugar de reconocimiento y reconciliación que permita la transformación del país. La cátedra se constituye en una herramienta colaborativa y única que opera en función de la construcción de paz en Colombia, con el protagonismo de miembros activos de la academia a nivel regional y nacional.
Armando Valbuena, representante de la ONIC, contó cómo la cátedra tiene componentes que nacen de la misma tradición de los pueblos ancestrales. El oír para pensar corresponde a la pedagogía ancestral; mientras la armonía y equilibrio que corresponden al cuidado, la tenencia y la protección del territorio. Agradeció la creación de la Cátedra, dando la bienvenida a la misma de parte de los pueblos étnicos, los cuales la reciben con la misma armonía y equilibrio.
Una vez terminada la presentación de la cátedra, se llevó a cabo un taller virtual al cual asistieron 71 personas, entre quienes estuvieron lideresas y líderes sociales y docentes de universidades públicas y privadas. Este espacio permitió la coordinación de voluntades y acciones en aras de la promoción de un trabajo en conjunto tanto de las universidades como de las organizaciones sociales que están en las diferentes regiones del país.
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