En busca de las víctimas del suroccidente de Colombia exiliadas en Chile

Cifras entregadas por la Colectividad de Colombianos Residentes en Antofagasta, dan cuenta de 24.000 migrantes con residencia en esa región del norte de Chile, la mayoría originarios de Buenaventura, Cali, Tuluá, Dagua, Buga (Valle del Cauca) y otros municipios del Eje Cafetero. No obstante, menos del 0,5% de estos colombianos, han acudido ante las autoridades consulares para tramitar algún tipo de indemnización administrativa como víctimas del conflicto armado.

Así lo confirmó Benjamín Cruz, presidente de esta Colectividad. “En una convocatoria que realizamos para hacer un registro de personas que se consideraran víctimas del conflicto colombiano, solo se acercaron 20 para llenar nuestros formularios”.

Por otra parte, la organización Colombianos Refugiados en Chile, con sede en Santiago, tiene un registro cercano a las 950 personas con refugio cobijadas por el gobierno austral. De estas 550 ya tienen ingreso definitivo a programas de protección al migrante, de acuerdo al consolidado obtenido en el año 2018.

Uno de los retos que se ha trazado la Comisión para los colombianos en el exilio, a cargo del comisionado de Carlos Martín Beristain, es identificar el porcentaje de colombianos que se encuentran en la región de Antofagasta, Chile, y que habrían huido con estatus de refugio. No obstante, el reto superior está en identificar el subregistro de personas que pudieron ser víctimas de la violencia y el conflicto, pero no reportaron sus casos ante las entidades dedicadas a la atención de población afectada por estos fenómenos.

Comisión de la Verdad: El exilio por temas del conflicto armado–según sus palabras- es un tema del que se ha recolectado poca información ¿cómo han encontrado el panorama de los nacionales que están en otros países refugiados por hechos del conflicto armado colombiano?

Carlos Beristain: Las estadísticas que reporta la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dicen que las personas refugiadas o demandantes de asilo, están cercanas al medio millón de colombianos. Pero esto también presupone un subregistro, porque hay muchas personas que han salido del país y no han hecho demanda de asilo. Por ejemplo, en España, dentro del colectivo de migrantes colombianos, cerca del 25%, eran víctimas del conflicto, pero no están en los registros. Estamos hablando de una segunda generación invisibilizada que nunca ha hablado de lo que pasó a sus padres, ni están en las estadísticas.

C.V: ¿Qué le interesa de estos relatos?

CB: Hay muchas historias de Colombia que están fuera del país. Hay historias que se llevaron en la cabeza, en el corazón. Pero más importante, historias que deben estar guardadas en registros de archivos y fotos. En fin, una serie de historias que deben ser escuchadas en Colombia, pero que, sobre todo, el propio exilio sea escuchado como victimización, porque la gente no se fue del país a pasarla bien. Es gente que ha tenido que irse a buscar protección internacional, porque no la tenía en Colombia.

CV: ¿Por qué han concentrado la atención en Chile, específicamente en regiones como Antofagasta?

C.B: Porque hay una buena parte de población afro del sur del Pacífico colombiano: Buenaventura, Cali, entre otros lugares. Especialmente gente que ha llegado a Antofagasta y a Santiago de Chile, y estamos muy seguros que encontraremos datos e historias que nutrirán nuestro informe. Puede que haya mucha gente guardando silencio, en una especie de aceptación de la violencia.

CV: Según los registros ¿cuál es el país con el mayor número de migrantes o asilados por el conflicto colombiano?

CB: En la historia, el país que más colombianos ha refugiado por el conflicto colombiano –según la Acnur- es Venezuela. Llegó a tener 400.000. En la actualidad el de más registros es Ecuador con 65.000 colombianos registrados con estatuto de refugiado.

CV: ¿Cuál es el registro que hay en Colombia de las personas que han huido por el conflicto armado?

CB: La unidad de víctimas ha hecho jornadas en distintos países y tiene un consolidado de unos 12.000 casos que corresponden a 25.000 personas, pero obviamente hay un enorme subregistro de personas que no han querido contar ni registrarse como víctimas. Por ejemplo, personas de altos recursos económicos que encontraron en el extranjero la forma de huir de la violencia. Ese subregistro es determinante.

Desde el 28 de febrero, el equipo de exilio de la Comisión de la Verdad, inició la recolección de testimonios a nacionales que salieron del país por razones vinculadas al conflicto armado. A cargo de esta labor, está el comisionado Carlos Martín Beristain y su equipo, quienes esperan recolectar la mayor cantidad de relatos en un total de 500.000 colombianos con estatus o demandantes de refugio en al menos 15 países.

El comisionado Carlos Martín Beristain ha iniciado este recorrido en 12 de los 15 países que están en el mapa de la Comisión para esclarecer la verdad. En esta tarea ya se han establecido contactos con organizaciones que adelantan procesos de restitución y reparación desde el exterior incluso con personas que se organizaron para hacer peticiones en la Habana.

Para Beristain, esta Comisión tiene el reto y la ventaja de trabajar con un exilio disperso, de lo cual se espera aportar experiencias a otras comisiones en el mundo.  Para lograr los objetivos del mandato por fuera del país, la entidad ha establecido contactos a nivel internacional con organizaciones de cooperación internacional como: la Iglesia Sueca, el Instituto Catalán para la Paz, el Servicio Jesuita para los Refugiados, la Comisión Española para Atención al Refugiado, entre otras.