Cumbre de Paz en Risaralda, un legado de verdad
Allí se compartieron temores sobre la continuidad de la violencia, pero también se tejieron procesos para el fortalecimiento de redes de aliados para la paz en el territorio.
A la Cumbre departamental de Paz de Risaralda asistieron más de 70 personas en representación de víctimas, sociedad civil, firmantes del Acuerdo de Paz, actores políticos, institucionalidad estatal, academia y delegados de la Comisión de la Verdad, entre quienes se entabló un diálogo sobre la realidad de la implementación de los Acuerdos de Paz, los retos del sistema de justicia transicional, los hallazgos de la Comisión en la región y las perspectivas del legado de la verdad en el departamento.
La jornada, que tuvo lugar en el Museo Lucy Tejada, se inició con un acto ritual de armonización y agradecimiento simbólico a la escucha. A través de un bastón, símbolo de palabra, distintas personas agradecieron el espacio y enarbolaron la labor de la Comisión de la Verdad como constructora de escucha: “La comisión de la Verdad ha guardado y ha respetado las diferencias, hoy simplemente dan un nuevo inicio, no estamos cerrando un proceso, estamos abriendo un proceso de lecturas comprensivas de nuestro contexto”, aseguró un asistente.
Los miembros de la Segunda Misión de la ONU socializaron los alcances de su trabajo en la región, reconociendo la valentía de quienes le apostaron a la paz y hoy siguen en los procesos de reconciliación. Después la Comisión de la Verdad reconoció cómo la intimidad del dolor de los otros y la resiliencia en medio del silencio fue parte de los aprendizajes de una región que apenas empieza a entrever sus verdades ocultas y acalladas por años. Se abrió un espacio para reconocer las principales hipótesis tejidas en el territorio sobre el trasegar del conflicto, sus repertorios, dinámicas y continuidades en el marco del despliegue de esclarecimiento de la Comisión. Se presentaron, entre múltiples factores dinamizadores de la guerra, tres que sobresalieron en varios relatos:
- Cómo se configuraron relaciones entre actores legales e ilegales para construir pactos violentos que impusieron un fuerte control territorial sobre las formas de participación política. Se restringieron de manera directa los mecanismos de participación política en esferas locales y departamentales.
- El narcotráfico configuró umbrales de acción conjunta entre actores armados y grupos criminales, donde históricamente se intercambiaron intereses, capitales y repertorios violentos.
- Algunas élites políticas y económicas de la región profundizaron el imaginario de que el Eje Cafetero fue una región de paz en medio de la guerra. Este silencio logro invisibilizar muchas formas de violencia armada en el territorio, como el reclutamiento forzado, la desaparición y el asesinato selectivo, que fueron prácticas extendidas en la región y que hoy emergen en muchos de los relatos entregados a la Comisión.
El proceso de diálogo social en la región permitió escuchar voces que jamás habían entregado su testimonio a ninguna entidad y que construyeron un proceso de confianza que les permitió expresar sus dolores y dar a conocer los múltiples afrontamientos que han construido por años. Este proceso de diálogo permitió abrir camino al reconocimiento de nuevas agendas sociales, políticas y comunitarias.
En medio de esta conversación se conformaron 4 mesas de trabajo en las cuales actores sociales y comunitarios, víctimas, institucionalidad para la paz y academia, intercambiaron experiencias, perspectivas y proyectos de continuidad del legado de la verdad en Risaralda. Allí se compartieron temores sobre la continuidad de la violencia, pero también se tejieron acuerdos, procesos y posibles formas de continuidad de la construcción de la verdad y fortalecimiento de redes de aliados para la paz en el territorio.
-
Temas Relacionados:
Comentar:
Artículos destacados
-
ENCUENTROLa Comisión de la Verdad reunió a empresarios y empresarias de distintas edades, regiones y sectores económicos para que intercambiaran perspectivas sobre los cambios necesarios para un futuro en paz.
-
ENCUENTROA lo largo de su mandato, la Comisión de la Verdad ha promovido acciones para el reconocimiento de todas las víctimas y la construcción de un relato amplio, en el que estas participen, con miras a que estos hechos no se repitan.
-
CULTURAParedes de veredas, calles y avenidas de estos territorios, fueron intervenidos por víctimas del conflicto, campesinado, juventudes y responsables, para simbolizar sus reflexiones sobre cómo el conflicto armado ha impactado sus vidas y territorios.