Educar en la verdad y la paz

La comunidad de Cacarica, en el Chocó, quiere que en su territorio funcione una universidad que eduque a las comunidades en la verdad y la paz. La idea, que surgió del proceso de reparación colectiva, es que este territorio, que sufrió un desplazamiento masivo hace dos décadas, en el marco de la Operación Génesis, sea escenario de reconciliación. De hecho, la universidad llevaría el nombre de Marino López, el líder de esa comunidad que fue asesinado por los paramilitares durante la arremetida violenta.

Ellos desean que allí puedan vivir algunos de quienes resulten sancionados por la JEP y que se vinculen a la vida comunitaria, como gesto de reparación del daño causado. También para que converjan en ella víctimas, responsables, voluntarios y en general, quienes aporten a un horizonte de no repetición del conflicto.

En una alianza con la empresaria Marta Aguirre, la comunidad, con el apoyo de la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz, pondrá en febrero del próximo año, la “primera piedra” de la universidad. En realidad es una casa hecha con plástico reciclado, que servirá como primer módulo de esta iniciativa.

La idea de la universidad y la casa reciclada, fueron presentadas el pasado 7 de noviembre en Casa España del barrio Teusaquillo en Bogotá.