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Comisión de la Verdad

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

En la selva amazónica, al borde del río Putumayo, está Agua Negra, un resguardo que llegó a albergar a 246 familias del pueblo murui. Hoy solo quedan 16. El retorno ha sido complejo por la continuidad del conflicto.

FOTORRELATO | May 06 de 2021

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas
Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

Las aguas mansas del río Putumayo, en la frontera entre Colombia, Perú y Ecuador, son el único medio para llegar a este poblado indígena, habitado por el pueblo murui. Sin carreteras, el único acceso es fluvial y en una lancha con un motor básico, la población más cercana, Puerto Leguízamo, está a siete horas de distancia.

 

 

 

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Aunque existen algunos caminos que sortean la selva, ninguno es seguro en la actualidad, pues alrededor del centro urbano donde está la maloka y la casa del gobernador, entre otras viviendas, hay minas antipersona que restringen la movilidad de los pobladores.

 

 

 

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Agua Negra cuenta con una escuela, pero esta está vacía porque hace tres años que el Estado no ha enviado a ningún docente. Tampoco cuentan con un puesto médico que pueda atender cualquier emergencia. Esperan que los gobiernos lleguen a su territorio.

 

 

 

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

Alrededor del fogón de la cocina comunitaria, las mujeres sostienen la vida en el resguardo con alimentos cultivados en las chacras y algunos otros que, de vez en cuando, llegan por lancha desde Puerto Leguízamo y Puerto Asís.

 

 

 

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

Los abuelos, son los encargados de que la lengua nativa no se pierda. Sin embargo, no todos los menores de edad la dominan y el peligro inminente de grupos armados ha dificultado la llegada de abuelos que puedan enseñarla.

 

 

 

 

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

Hace más de 20 años el resguardo albergaba a 246 familias, pero en 2011 ya solo quedaban tres. En 2015 comenzaron los proyectos de retorno y eso ha facilitado el regreso de 16 familias. No obstante, los grupos armados invaden el territorio a su antojo y amenazan la tranquilidad de la población.

 

 

 

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

Para un pueblo que llegó a esta zona de la selva alrededor de 1930, la concepción de la coca como cultivo ilícito rompió con sus tradiciones. Los murui sostienen que la hoja de coca es un regalo de los ancestros y, junto al tabaco y la yuca dulce, configuran plantas sagradas que hacen parte de su universo cultural.

 

 

 

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

Para los niños, niñas y adolescentes del resguardo, lo más importante es poder transitar libremente, valoran la unión y la protección de su tierra y quieren luchar por mantener sus costumbres en medio de una guerra que no comprenden.

 

 

 

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

El gobierno autóctono, con el apoyo permanente de la Asociación de Cabildos Indígenas de Puerto Leguízamo y Alto Predio Putumayo (Acilapp) y organismos internacionales, ha logrado instalar, por ejemplo, paneles solares en Agua Negra. La comunidad también proyecta por su cuenta poner en marcha otros proyectos productivos.

 

 

 

Agua Negra, un resguardo cercado por las minas

 

 

 

Agua Negra es solo un ejemplo de las afectaciones que sufren 68 pueblos indígenas en Colombia por el conflicto armado, los cuales corren el riesgo de un exterminio físico y cultural. Su resiliencia es una muestra de la voluntad para avanzar y hallar caminos para la no repetición.

 

 

 

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