Instituciones educativas, aliadas para la construcción de paz y la no repetición del conflicto

La Comisión de la Verdad viene realizando un recorrido por las instituciones educativas de la Macrorregión Centroandina para hablar con alumnos, docentes y padres de familia sobre la historia del conflicto armado, el alcance del Acuerdo de Paz y el despliegue territorial que ha emprendido la entidad para dar cumplimiento a su mandato.

“Estos espacios nos permiten realizar un dialogo cara a cara, donde estudiantes, docentes y padres sienten confianza y tienen un acercamiento real con la Comisión. Vemos a las escuelas como territorio de paz y, buscamos que los jóvenes sientan la verdad como un factor importante para la resolución de conflictos”, asegura Gloria Montoya, coordinadora de pedagogía y participación de la territorial Tolima de la Comisión.

La Comisión ha llegado a los municipios de Casabianca, Palocabildo, Flandes, Honda, Mariquita, Ibagué, San Luis, Armero Guayabal en el Tolima; Otanche, Duitama, Miraflores y Tunja en Boyacá; La Palma en Cundinamarca; y Neiva y Nátaga en Huila.

Por su parte, uno de los docentes del municipio de Honda expresó que estas iniciativas “son muy importantes para que esto que hemos vivido, no se vuelva a repetir, necesitamos vivir en un país en paz, en un territorio tranquilo, porque eso es lo que realmente nos brinda felicidad. Necesitamos que las personas que han manejado los hilos de esta era de guerra, desistan de esas ideas y nos permitan vivir en paz y con dignidad”.

Apropiándose de la verdad

Cerca de 100 estudiantes de los grados 9° y 10° de la Institución Educativa Sergio Camargo del municipio de Miraflores, provincia de Lengupá, Boyacá, participaron en el taller ‘Apropiación de la Verdad como derecho y como bien público’. Asimismo, participaron en un espacio de reflexión sobre ¿Qué es la Verdad? Allí plantearon respuestas cómo: es un derecho, es libertad, un valor, brinda herramientas para la resolución de problemas, es justicia, un principio, es esclarecimiento, relato de lo sucedido, acto de valentía.

El espacio pedagógico también permitió que los estudiantes generaran propuestas generales en concordancia los objetivos de la Comisión. Promover más espacios de memoria histórica dentro del centro educativo, reconocer la historia del municipio, la provincia y el país, crear espacios de diálogo para mejorar la convivencia, reconocer al otro así existan diferencias y prevenir el bullying, fueron algunas de las ideas.

A modo de conclusión, los jóvenes representaron a través de dibujos, acrósticos y frases, varias estrategias para la apropiación del derecho a la verdad como herramienta de no repetición desde las aulas.

Asimismo, 50 docentes de todas las sedes de la Institución educativa Sergio Camargo, compartieron sus experiencias de construcción de paz y como han promovido, desde las aulas, diversas actividades como la comprensión del entorno y del conflicto en el territorio, los congresos estudiantiles para la promoción de los derechos humanos, la creación de espacios de memoria histórica a través de lecturas, investigaciones en análisis de la Constitución Política.

“Esta iniciativa es la manera más efectiva de construir paz desde las aulas, con herramientas pedagógicas que permite establecer una educación de confianza, para que los niños aprendan a discutir y no a pelearse, y, por supuesto, compartir valores como tolerancia, convivencia, respeto, autonomía, racionalidad, compasión y perdón, para que cultura de paz que sea sostenible”, expresó uno de los docentes.

Finalmente, Catherine Feria Valencia, enlace territorial de la Comisión de la Verdad para el departamento de Boyacá, dijo que: “La jornada de pedagogía permitió no solo la socialización de la Comisión y la verdad como derecho, sino también la escucha de lo que puede construirse desde las aulas con docentes y estudiantes con miras a la convivencia y la no repetición”.

La Comisión realizará en los próximos meses jornadas similares en los municipios de Alvarado, Purificación, Prado, Líbano, Murillo Rovira y Valle de San Juan en el Tolima; Acevedo en el Huila y Pajarito en Boyacá.