“La educación y el cuerpo son caminos para la paz”: Álvaro Restrepo
El coreógrafo conversará con la comisionada Lucía González en el espacio ‘Nombrar lo innombrable: conversaciones sobre arte y verdad’.
El jueves 26 de noviembre a las 6:00 p.m., a través de Facebook.com/comisionverdadc, comisiondelaverdad.co y nuestro canal de YouTube, se realizará una nueva charla de ‘Nombrar lo innombrable: conversaciones sobre arte y verdad’, un espacio en el que los artistas colombianos hablan sobre cómo el arte ayuda a nombrar el conflicto de maneras particulares, convirtiéndose muchas veces en un testimonio y en un mecanismo de resistencia. En esta ocasión, la comisionada Lucía González hablará con el bailarín y coreógrafo Álvaro Restrepo Hernández.
Restrepo nació en Medellín en 1957. Es bailarín, coreógrafo y pedagogo. Hizo estudios en Música, Filosofía y Letras y Teatro antes de dedicarse a la danza, desde los 24 años, gracias a la actriz Rosario Jaramillo, que lo inició en el descubrimiento de su propio cuerpo.
El encuentro con el sacerdote Javier de Nicoló en 1980 y su labor con los niños “de la calle” lo marcó para siempre, no solo por la magnitud del drama de los niños colombianos abandonados, sino por la pasión, generosidad y entrega de ese hombre extraordinario.
Con una beca del Icetex, Restrepo viajó a Nueva York, y allí estuvo más de cinco años estudiando con figuras de la talla de Jennifer Muller, Martha Graham, Merce Cunningham y el surcoreano Cho Kyoo-Hyun, su maestro más importante.
En el Teatro La MaMa de Nueva York empezó su carrera de intérprete y de coreógrafo bajo la guía de Cho. Su debut con Remy Charlip en el Brooklyn Academy of Music (BAM) lo proyectó a la escena internacional. En 1986 fundó su colectivo de creación Athanor Danza y estrenó en la MaMa su primera creación, en homenaje al poeta Federico García Lorca, a 50 años de su asesinato.
Ese mismo año regresó a Colombia, donde creó su solo más emblemático, Rebis, como parte de su homenaje a Lorca, obra con la viajó por el mundo recibiendo importantes reconocimientos, entre ellos el Gran Premio Pegasus en 1992, en el Teatro Kampnagel de Hamburgo.
Luego se sucederían otras creaciones como ‘Sol Níger’ (1993), creada para la bailarina colombiana Elsa Valbuena; ‘Yo, Arbor, Gonzalo’ (1992) y ‘La enfermedad del ángel’ (1993), dedicadas a su hermano Gonzalo, sordomudo y autista; ‘Raveliana’ (1994), comisionada por la Bienal Música de Venecia; ‘El país de los ciegos’ (1995), a partir del relato homónimo de H.G. Wells; ‘Ordalía’ (1996), dedicada a la memoria del pintor Lorenzo Jaramillo, y con la participación de su hermana y actriz, Rosario Jaramillo; ‘Pequeño réquiem’ (2000), creada en memoria de su hermana Mónica Restrepo, y ‘La noche de la hormiga’ (2001), estrenada en el Festival Internacional de Dubrovnik, Croacia.
En 1991, Restrepo fue nombrado subdirector del Instituto Colombiano de Cultura y en 1992, director de la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB), en la que creó el primer programa de Danza de educación superior en Colombia. En 1993 conoció a la bailarina, coreógrafa y pedagoga francesa Marie France Delieuvin, directora en ese entonces del Centro Nacional de Danza Contemporánea de Angers, Francia (CNDC), primer centro coreográfico de ese país. A raíz de eso, invitaron a Restrepo a Angers, en varias ocasiones, como maestro y coreógrafo. En ese contexto creó las obras ‘Piadosos’ y ‘A dios el mar’.
En 1994, Restrepo se trasladó a Cartagena de Indias, la ciudad de sus padres, y en septiembre de 1997 fundó, junto a Marie France Delieuvin, El Colegio del Cuerpo (eCdC), tal vez el proyecto más importante de su carrera: una academia de danza contemporánea sin fines de lucro. Aproximadamente 8.500 niños y jóvenes de bajos recursos han participado en los programas de formación de esa institución.
Para la Compañía Cuerpo de Indias (el núcleo profesional de eCdC) Restrepo creó, entre muchas otras, las siguientes obras: ‘Reconquista’ (1997); ‘El alma de las cosas’ (2000); ‘El cuarteto para el fin del cuerpo’ (2005); ‘El camino hambriento’ (2002); ‘Miserere, con el artista Alberto Riaño’ (q.e.p.d.) (2003); ‘Lachrimae -Surrounded in Tears’, con el artista Oswaldo Maciá (2007); ‘Palabrademar’, un homenaje a Aimé Césaire (2009); ‘Inxilio: el sendero de lágrimas, una ceremonia multitudinaria en homenaje a las víctimas del conflicto armado colombiano’ (2010, 2013); ‘7 visiones del amén’, con el dúo pianístico español BdBdúo (2012); ‘Flowers for Kazuo Ohno’ (and Leonard Cohen), una cocreación con Marie France Delieuvin y Ricardo Bustamante (2015); ‘NEGRA/ANGER’ (2016); ‘Stabat Mater’ (2017); ‘Animal Family’ (2018); y ‘sacrifiXio: la consagración de la Paz’ (2018).’
Restrepo ha sido maestro y conferencista invitado en muchos países, ha publicado numerosos artículos de prensa en medios nacionales e internacionales. Su trabajo artístico ha sido visto en más de 50 países de América, Europa, Asia y África. En 2005 fue nombrado Director Artístico del Festival Internacional de Hamburgo, Alemania, y en 2008 la Universidad de Antioquia le concedió el título Honoris Causa Licenciado en Educación Básica en Danza. Además de eso, Restrepo ha sido merecedor de distintos reconocimientos, nacionales e internacionales, a lo largo de su carrera.
Por su parte, la comisionada Lucía González ha destacado el papel de los artistas para narrar el conflicto, así como el valor que tienen las expresiones culturales para las víctimas: “Los artistas han hablado del conflicto armado y queremos saber qué es lo que ellos han querido contarnos desde su sensibilidad. En la Comisión ponemos la cultura y el arte como un tema fundamental. A través de la cultura podemos entender por qué no hemos podido salir de esta guerra de tantos años. Y a través del arte hemos expresado el dolor y hemos podido visibilizar situaciones”.
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