Las maternidades forzadas en el conflicto armado colombiano

El pasado 13 de octubre, las investigadoras Tatiana Sánchez Parra, del Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana, y Teresa Fernández Paredes, del Organización Mundial Contra la Tortura, presentaron a la Comisión de la Verdad el informe “Maternidades forzadas: realidades ocultas de violencia reproductiva en el conflicto armado colombiano”. Este informe hace parte del proceso de escucha plural que lleva a cabo la Comisión y servirá como insumo en el riguroso proceso investigativo que realiza la entidad.

Para la realización de este informe se realizó un análisis comparativo y contextual de estos hechos en países como Uganda y Ruanda. Además, se revisaron los documentos legales disponibles de los tribunales de Justicia y Paz y la Corte Constitucional; los informes de la Defensoría del Pueblo; los planes de salvaguarda para evitar la extinción física y cultural de 34 pueblos indígenas realizados por orden de la Corte Constitucional en virtud de las sentencias T-025 de 2004 y el Auto 04/2009; los informes producidos por Organizaciones No Gubernamentales sobre asuntos relacionados con violencias sexuales y basadas en género en el contexto del conflicto armado en Colombia. Por otro lado, se rastreó información disponible sobre niños y niñas que han nacido como resultado de violaciones sexuales cometidas contra mujeres por grupos armados. También se revisaron la prensa escrita del periódico El Tiempo entre 1990 y 2014, y la investigación etnográfica de Tatiana Sánchez Parra, coautora de este informe.

Este informe parte de reconocer y explicar que las maternidades forzadas comprenden “aquellas experiencias en las que mujeres, niñas y personas transgénero han vivido violencias sexuales cometidas por grupos armados, a resultas de las cuales quedaron embarazadas, han dado a luz y mantienen algún tipo de relación con el hijo o la hija”, cita el documento.

El informe también aporte a la identificación de información disponible y de vacíos que puedan contribuir a visibilizar las experiencias de las maternidades forzadas y algunos de los patrones asociados a estas. También, pretende comprender las experiencias de estas maternidades desde sus complejidades y ambigüedades, desnaturalizando el trabajo reproductivo y situando las maternidades forzadas como una forma de violencia reproductiva que atenta contra la dignidad y autonomía de las mujeres y personas trans.

Asimismo, según el informe: “La atención que ha recibido la violencia sexual en contextos de guerra no se ha extendido a la violencia reproductiva. A menudo, la maternidad se asume como un asunto colateral de la violencia sexual cometida por grupos armados y de los embarazos no deseados resultado de dichos repertorios de violencia”, por lo que las consecuencias de la maternidad forzada siguen en gran medida sin abordarse.

Este informe es de gran importancia para la Comisión de la Verdad al ser el primero que se enfoca en el análisis de los impactos psicosociales de los embarazos indeseados que muchas veces agudizan los graves impactos que las violencias sexuales han dejado en la salud física, emocional y psicológica, así como en las identidades de género.