Los y las becarias ‘Viva Voz’ destacan las acciones de paz de sus comunidades
La Comisión de la Verdad anima los procesos de participación de jóvenes en la creación de narrativas relacionadas con el valor de la verdad, la convivencia y la no repetición.
La Comisión de la Verdad con el aliado Memria adelantó la segunda versión del ‘Programa Viva Voz’ en la que productores audiovisuales becarios escucharon cientos de relatos sobre esfuerzos de construcción de paz en sus regiones. A partir de estas conversaciones, construyeron una serie de piezas narrativas que se pueden escuchar y ver en vivavoz.org. Ahora, Memria se está preparando para la tercera versión del programa.
“Estamos desbordados porque hay mucha gente que quiere contar sus historias”, dice Ana Luisa Ramírez, líder y becaria de Riosucio, Chocó. Ya está cerrando su proyecto y todavía tiene decenas de historias aún por escuchar. “La gente nos dice ‘hey, ¿cuándo es que es conmigo?’”. Por su parte, Mónica Solís, líder del norte del Cauca, dice que muchas mujeres le reclaman porque aún no las ha entrevistado. Los becarios y becarias están experimentando esta gran necesidad por relatar, por romper el silencio. A través de las decenas de conversaciones que han tenido, les están dando cauce a estos relatos a través de piezas radiales y audiovisuales que revelan una gran experiencia territorial en la creación de acciones por la defensa de los derechos humanos y la construcción de paz.
Los becarios y becarias son líderes del norte del Cauca, Bajo Atrato, Bajo Cauca y Catatumbo, regiones priorizadas por la Comisión de la Verdad para los Diálogos para la No Repetición. Su misión es destacar las acciones de paz que están andando en sus regiones. La Beca, una iniciativa de Memria, la Comisión de la Verdad y la Fundación Ford, forma a líderes comunitarios en habilidades de diálogo y los apoya en la construcción de proyectos narrativos sobre la construcción de paz en sus comunidades.
Dentro de la gran diversidad de relatos sobre actos de paz en Colombia, destacan los pobladores riosuceños que se unieron para conservar la memoria de sus seres queridos dados por desaparecidos; campesinos que están distribuyendo miel, aguacate, huevos y pescado en varias veredas del Catatumbo; campesinas del norte del Cauca que alternan las labores en sus cultivos con talleres de formación política; guitarristas y raperos del Bajo Cauca que agrupan decenas de niños en escuelas de música. Las comunidades están trabajando por la paz a pesar del recrudecimiento y persistencia de la violencia en sus territorios y la falta de garantías para sus procesos organizativos.
En el ejercicio de destacar estas acciones de paz, los becarios han fortalecido sus liderazgos y están descubriendo nuevas formas de ejercer sus oficios. Isabel Mora, cacica zenú del municipio de Cáceres, Bajo Cauca antioqueño, dice que el proceso de recolección de historias le ha dado la oportunidad de abrir nuevos espacios para el diálogo, especialmente con mujeres que están comenzando a recorrer caminos como lideresas. “Gracias a la beca he podido llegar a compartir con ellas, a escucharlas, a hablar con ellas, a conocerlas un poco más”, dice.
En su trayectoria como lideresa, Ana Luisa Ramírez ha recorrido su territorio a pie, en moto y lancha. En busca de historias para Viva Voz, ha profundizado ese conocimiento sobre las comunidades del Bajo Atrato: “Hemos llegado a personas de las que no hubiéramos podido exaltar si no hubiera sido por este trabajo que estamos realizando”. Ese andar por el territorio escuchando a la gente es un acto contra el silencio. “Hemos logrado que las personas cuenten lo que les pasó durante el conflicto armado y que jamás se habían atrevido a contarlo por el miedo que persiste. Sabemos que no es solo un trabajo de recolección de historias. Estamos contribuyendo al ánimo y al proceso psicosocial de la gente”, añade.
Estos diálogos no suplen la atención en salud mental tan necesaria en estas zonas de conflicto, pero abren espacios para que las personas rememoren, compartan sus historias, recuerden a los seres queridos que han perdido y se reconozca su experiencia como un aporte para generar garantías de no repetición.
La tercera versión de la beca está por comenzar
En las dos versiones del Programa Viva Voz, los becarios y becarias han transformado sus liderazgos a través de la escucha y han fomentado espacios de diálogo en sus comunidades. La tercera versión tiene la misma apuesta, pero una metodología diferente. Esta vez, Memria va a implementar una propuesta de cocreación con los y las becarias en un proyecto narrativo. La clave es que la pieza que se construya (documental, podcast, especial multimedia) estará articulada con una estrategia de apertura de espacios de diálogos donde no exista y que sea necesario. La clave será activar conversaciones a través de relatos. Toda esta experiencia podrá seguirse en vivavoz.org.
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