“Los desaparecidos son esos ausentes que siempre están y estarán presentes”
En el municipio de Páez, Boyacá, se realizó un reconocimiento a las víctimas de desaparición forzada. Allí la Comisión les dijo a las víctimas y a sus familiares que no están solos.
Desde 2010, se conmemora a nivel mundial el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas el 30 de agosto, con esta fecha la Asamblea General de las Naciones Unidas busca acciones globales para rechazar la repetición de esta práctica. Siguiendo el espíritu de esa conmemoración, la Comisión de la Verdad se reunió, el pasado 20 de septiembre, con 24 familias víctimas de desaparición forzada, en los años 80 y 90, en el municipio de Páez, Boyacá.
“Algunas de estas familias llevan más de 20 años en la búsqueda de sus hijos, hijas, esposos, padres que fueron sacados de sus casas por grupos paramilitares y sus hijos e hijas reclutados por la extinta guerrilla de las Farc en varios municipios de la provincia de Lengupá”, aseguró en el evento Catherine Feria Valencia, enlace territorial de la Comisión de la Verdad para Boyacá.
Durante el espacio, el padre de dos menores de edad que fueron reclutados dijo: “Quiero tener al menos un huesito y poderles rezar en la tumba, solo pido saber dónde están mis hijos”.
Otro de los asistentes señaló: “Los desaparecidos son esos ausentes que siempre están y estarán presentes. No hay olvido posible, no hay duelo que pueda hacerse y no hay búsqueda que termine hasta no obtener una verdad sobre los hechos, la cual implica saber dónde están, encontrar a las personas vivas o encontrar sus restos y realizar la sepultura que cada una de las familias aquí presentes anhela realizar”.
A modo de conclusión, las personas recibieron una plántula nativa del territorio y ofrecieron un minuto de silencio en honor a las más de 173.419 víctimas de Desaparición forzada en Colombia, según el Registro Único de Víctimas. “Este proceso que se siembra desde el territorio alrededor del esclarecimiento de la verdad, simboliza la fortaleza y la esperanza de cada uno de los presentes”, puntualizó Catherine Feria.
Lo que acalla la Provincia de Lengupá
Boyacá es uno de los cuatros departamentos que componen la Macrorregión Centroandina de la Comisión de la Verdad junto con Cundinamarca, Tolima y Huila. Este departamento es uno de los territorios donde, según varios de sus pobladores, se ha silenciado la violencia vivida. Poco se sabe de los hechos de violencia que padecieron varias de sus provincias y que fueron perpetrados por grupos guerrilleros, paramilitares, ejércitos privados y por la operación irregular de integrantes de la Fuerza Pública.
La provincia de Lengupá es una de las 15 subregiones de Boyacá, denominada así por estar localizada en la hoya hidrográfica que lleva su nombre. Este territorio está integrado por seis municipios: Berbeo, Campo Hermoso, Miraflores, Páez, San Eduardo y Zetaquira. En julio y agosto pasados, la Comisión en su despliegue territorial llego a zonas rurales y urbanas de esta provincia para entablar diálogos con la comunidad.
En octubre la Comisión viajará a las zonas rurales y urbanas de los municipios de San Luis de Gaceno, Paya, Labranza y Tunja; con el objetivo de realizar pedagogía, entablar diálogos de escucha y realizar entrevistas colectivas e individuales, para tener elementos que le permitan, al final de su mandato, dar una explicación amplia de la complejidad del conflicto armado.
Consulte aquí el mandato y funciones de la Comisión de la Verdad ►
-
Temas Relacionados:
Comentar:
Artículos destacados
-
ENCUENTROLa Comisión de la Verdad reunió a empresarios y empresarias de distintas edades, regiones y sectores económicos para que intercambiaran perspectivas sobre los cambios necesarios para un futuro en paz.
-
ENCUENTROA lo largo de su mandato, la Comisión de la Verdad ha promovido acciones para el reconocimiento de todas las víctimas y la construcción de un relato amplio, en el que estas participen, con miras a que estos hechos no se repitan.
-
CULTURAParedes de veredas, calles y avenidas de estos territorios, fueron intervenidos por víctimas del conflicto, campesinado, juventudes y responsables, para simbolizar sus reflexiones sobre cómo el conflicto armado ha impactado sus vidas y territorios.