‘Memoria de un Colectivo’: la historia de resistencia de un grupo de mujeres desplazadas
Este documental, que se lanzará el próximo jueves, será entregado a la Comisión de la Verdad como aporte a su investigación y como una forma de hacer memoria sobre los procesos de afrontamiento de las mujeres víctimas del conflicto armado.
“Cuando miro las fotos de lo que hoy en día somos del colectivo, me siento una lideresa muy fuerte”, dice una de las mujeres del Colectivo de Mujeres Víctimas Restableciendo Derechos en el documental ‘Memoria de un Colectivo: Colectivo de Mujeres Víctimas Restableciendo Derechos’. Una producción lanzará la Corporación Sisma Mujer este 30 de abril a las 10 de la mañana, el documento fílmico será entregado a la Comisión de la Verdad como insumo de investigación y como una forma de hacer memoria sobre los procesos de afrontamiento de las mujeres víctimas del conflicto armado.
El video de 36 minutos cuenta la historia de dos grupos de mujeres víctimas del conflicto, uno en Valle del Cauca y otro en Tolima. En el año 2001, según estadísticas uno de los años más violentos de la guerra en Colombia, ambos grupos inician un proceso con Sisma Mujer para exigir al Estado el cumplimiento de su obligación de proteger a las víctimas y reparar sus derechos.
Según el documental, el conflicto armado en Colombia ha afectado de manera diferenciada y desproporcionada a las mujeres, y es por esta realidad algunas de ellas se organizaron para reclamar sus derechos y exigir al Estado una respuesta adecuada ante las violaciones de derechos humanos sufridas durante la guerra. Como muchas de las mujeres víctimas del conflicto armado colombiano, las mujeres de estos dos grupos, eran mujeres que no habían tenido acceso a la educación, pero el hecho victimizante las llevó a organizarse permitiéndoles formarse y empoderarse como lideresas.
“La mayoría de las mujeres que estaban conmigo, la que más había estudiado había estudiado hasta tercero de primaria. La única relación con el estado que habíamos tenido era cuando habíamos sacado la cédula. Entonces era la primera vez que escuchábamos la palabra derechos, que escuchábamos sobre los derechos para las mujeres. Siempre nos habíamos sentido como invisibilizadas. La verdad es que la gente a mí por lo menos ni me veía, era como invisible de verdad. Entonces comenzaron a vernos. Nos dimos cuenta que éramos, que existíamos”, señala una de las mujeres en el documental.
Los procesos que empezaron dentro de estos colectivos permitieron a estas mujeres no solo aprender sobre sus derechos, sino cuestionar muchas de las formas que tenían de asumir la vida, y hasta las ideas que tenían sobre sus relaciones y su propio cuerpo.
“Esta foto la traje a colación porque acá me di cuenta, con el empoderamiento, que la violencia hacia nosotras ha sido desde niñas. Esa era una tienda en donde yo iba ayudar para que me dieran cualquier cosa para mi casa, pero el viejo de ahí me manoseaba. La violencia que vivimos nosotras las mujeres en el territorio es naturalizada. Nosotras crecimos viendo que es natural que lo manosee a uno el tío, el amigo o el vecino, el tendero, y naturalizamos eso. Ya cuando nos empoderamos, pues nos damos cuenta que eso no puede seguir y ahí es donde empezamos a contarle a las niñas que eso no es natural”, añade otra de las mujeres.
En el documental se evidencia cómo estas mujeres empezaron a incidir, hacer demandas y participar de procesos nacionales que luchaban por los derechos de la población desplazada, hasta llegar a hacer parte del grupo impulsó la creación de la Sentencia T-025, que garantiza a la población desplazada el derecho a recibir en forma urgente un trato preferente por parte del Estado.
“De tanta denuncia que nosotras hacíamos, la Corte Constitucional falla en favor de la población desplazada con la Sentencia qué es la T-025, a esa sentencia había que hacerle seguimiento. Nosotras no nos quedamos en la queja, sino que trascendemos a ser mujeres que exigen y que inciden políticamente”, cuenta el grupo de mujeres.
Después de formarse en derechos y hacer un trabajo de exigencia frente al gobierno, estos grupos decidieron conformarse como colectivos con el objetivo de hacer una mayor incidencia en frente al Gobierno: “Con la Ley de Víctimas (Ley 1448 de 2011) empezamos a capacitarnos y aprendérnosla para poder defender a nuestras mujeres y a nosotras mismas”.
De esta manera, ya no solo eran víctimas que exigían unos derechos al Estado, sino que empezaron a defender los derechos de otras mujeres. Se convirtieron en defensoras de los derechos humanos, una situación que las llevó a recibir amenazas.
Este colectivo siguió creciendo e incidiendo en ambos territorios. Cuando empezaron las negociaciones de paz con las FARC-EP, ya estaban posicionadas y trabajando de la mano con otras organizaciones de mujeres, lo que les permitió organizarse para hacer un trabajo de recolección de propuestas para garantizar los derechos de las mujeres víctimas del conflicto armado dentro de los acuerdos de paz.
“Revisamos el borrador de los acuerdos y no había muchas propuestas especialmente para las mujeres. Allí fue donde nosotras nos dimos a la tarea de incidir un poco más acerca del tema. Una de las luchas de las mujeres fue el reconocimiento al delito de lesa humanidad de la violencia sexual contra las mujeres. Porque las mujeres fuimos las más aporreadas durante el conflicto, porque fuimos a quienes nos asesinaron a nuestros esposos, nuestros hijos, nos quitaran nuestra tierra y además de eso éramos violadas y eso estaba quedando ahí como calladito”, expresan varias de las mujeres dentro del documental.
Desde el 2016, las principales actividades de este colectivo están orientadas a la construcción de paz. Las mujeres del Colectivo de Víctimas Restableciendo Derechos siguen comprometidas con la implementación del acuerdo de paz y actualmente hacen parte de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, una alianza que reúne a más de 71 organizaciones de mujeres y víctimas defensoras en Colombia.
Como ellas son muchas las mujeres que sufrieron el conflicto armado y que tras el hecho victimizante se organizaron y formaron para incidir en las políticas públicas y exigir sus derechos. Como ellas, muchas están comprometidas con la paz, y quieren aportar a la verdad de lo ocurrido durante el conflicto en Colombia, no solo contando su historia, sino también haciendo veeduría y exigiendo que las voces de las diferentes mujeres que experimentaron los rigores de la guerra sean incluidas en el informe final de la Comisión de la Verdad. Las mujeres víctimas lideresas y defensoras han construido paz incluso en los momentos más crueles y difíciles de la guerra en Colombia y en el mundo.
Para participar en el evento de lanzamiento virtual que se realizará el próximo 30 de abril a las 10 a.m. se puede conectar en el siguiente vínculo: https://zoom.us/j/92321140320, pero antes debe registrarse aquí ►
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