Mercado del Conocimiento en Barrancabermeja: una oportunidad para valorar el diálogo entre diversos

El Espacio Teatral Corporación ‘A ver Teatro’, que se ubicó en la Unión Sindical Obrera (USO) de Barrancabermeja, Santander, se convirtió en un escenario enriquecedor de diálogo público sobre la importancia de la equidad para la construcción de un Estado en paz gracias al Mercado del Conocimiento y No-Conocimiento Útil que se realizó el jueves 2 de diciembre. Esta segunda edición colombiana llamada ‘A contracorriente de las inequidades. Bogando por el presente hacia (otros) futuros posibles’, se desarrolló como un espacio de reconocimiento del otro a partir de sus acciones, saberes y experiencias que permitió reflexionar sobre lo que ocurre con la inequidad como factor del conflicto armado para contribuir a la transformación social. 

Quienes participaron en el mercado llegaron hasta este distrito especial ubicado a orillas del río Magdalena y se reunieron a las 4 de la tarde en un espacio ameno y lleno de luces conocido como el ‘Ágora’. Allí, cerca de 70 expertos y expertas de diferentes zonas del país compartieron con habitantes de la región y foráneos sus historias y, además, analizaron las diferentes acciones que se han hecho y las que faltan por hacer para dejar atrás las profundas inequidades que existen en los territorios.

El Mercado del Conocimiento y No-Conocimiento Útil es un proyecto artístico de la Academia Móvil de Berlín, adaptado y realizado por Mapa Teatro, para la Comisión de la Verdad. En su realización también coopera el Goethe-Institut, que lo financia al igual que el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania.

Así fue la dinámica

Las acciones, saberes y experiencias de los expertos y expertas, que también fueron categorizadas de acuerdo con las diferentes regiones del país, se reunieron en cinco cuerpos: cuerpos y huellas ambientales, cuerpos y territorios de agua, cuerpos y territorios de tierra, cuerpos sociales y territorialidades y cuerpos insurrectos. Las conversaciones presenciales se dieron entre dos personas y en simultáneo; en total se hicieron cuatro rondas de una hora, cada una con dos franjas de 30 minutos. Los cerca de 70 sabedores y sabedoras compartieron sus conocimientos individuales y colectivos sobre temas como: género, cultura, arte, agricultura, conflicto armado, comunidades étnicas, fracking, migración, posesión de tierras, soberanía alimentaria, política, justicia y economía. Las conversaciones también fueron transmitidas de manera virtual.

Entre los expertos y expertas se encontraban Francisco de Roux, presidente de la Comisión, y las comisionadas Marta Ruíz y Lucía González. De Roux se ubicó en la mesa número 15 y dialogó sobre ‘La producción de la vida querida’, una conversación en la que expuso frente a su interlocutor los desafíos de la Comisión de la Verdad en medio del proceso de justicia transicional y sus objetivos de esclarecimiento, reconocimiento, convivencia y no repetición a partir de la escucha activa con las víctimas y los distintos actores del conflicto armado. A su parecer, estos aprendizajes puestos sobre la mesa en el Mercado del Conocimiento “fortalecen el buen vivir y ahuyentan el miedo”.

La conversación que llevaba el nombre ‘Compasión y empatía por un mundo digno para todos’ estuvo a cargo de la comisionada Lucía González, quien se encontraba en la mesa número 7. Allí habló sobre la pérdida del Estado social y las otras dimensiones que traen consigo la inequidad y la desigualdad en Colombia más allá de un problema económico, asegurando que, aproximadamente, el 45% de la población vive pobreza multidimensional “en un país que tiene una acumulación de riqueza muy grande”.

Por su parte, la comisionada Marta Ruiz se ubicó en la mesa número 13 y su diálogo estuvo enfocado en ‘El reconocimiento como responsabilidad y dignificación’, interlocución en la que compartió su posición sobre la necesidad del reconocimiento de responsabilidades no solo por parte de los actores del conflicto armado sino también por parte de una sociedad que permitió que ocurrieran todo tipo de atrocidades ante sus ojos. Además, afirmó que, a propósito de este encuentro en Barrancabermeja, el Magdalena Medio ha sido central para la paz y que sigue firme en la idea de que hoy en día sí existen condiciones para construir un país mejor desde las regiones.

Patricia Conde, coordinadora de la línea de género y educación del Programa de Desarrollo por la Paz del Magdalena Medio, fue otra de las sabedoras que estuvo en el ‘Ágora’ con su conversación llamada ‘La disminución de las brechas de género para la construcción de paz con justicia social’. Al término del espacio, señaló que este Mercado del Conocimiento contribuyó a la misión de la Comisión porque permite “escuchar las voces de los diferentes sectores que todo el tiempo se están cuestionando sobre los discursos que acompañan las grandes transformaciones sociales”.

A su turno, Luz Mery López, coordinadora de procesos sociales en Tibú a través de la Pastoral Social, conversó con los asistentes sobre ‘La incidencia de procesos sociales en la Tierra del Trueno’ y, al darle cierre a su espacio de diálogo, consideró que lo ocurrido también es un ejemplo de cómo se puede avanzar en derrotar la inequidad sumando procesos individuales con procesos colectivos del conocimiento. A su juicio, el intercambio de saberes y experiencias “es un aporte valioso para la sociedad porque con esto se enriquece el saber y se ahorran los errores que hemos cometido en el pasado en medio del proceso de construir un mejor país”.

“La misma palabra de ‘mercado’ dice mucho, pues se refiere a poner el conocimiento de cada persona en disposición y beneficio del otro. También es ver cómo el otro recibe ese conocimiento y lo apropia. Por esa razón, considero que este es un ejercicio de acercamiento valiosísimo para cerrar las brechas a esas inequidades y desigualdades que tiene el país”, expresó.

Una de las interlocutoras invitadas fue Xiomara Montañez, periodista y docente universitaria. En el ‘Ágora’ dialogó con Rafael Posso Parra, un compositor, dibujante y defensor de derechos humanos que sobrevivió a la masacre a Las Brisas y que en el Mercado del Conocimiento expuso, a través de su conversación ‘El cuerpo del campesino no debe ser un lienzo para plasmar el terror’, ¿Cómo la guerra en los Montes de María ha vulnerado los derechos y las formas de vivir de los campesinos y campesinas?

En palabras de Montañez, la experiencia de hablar con el sabedor fue “muy enriquecedora” debido a que, por primera vez, pudo dialogar con una víctima y comprender su situación saliéndose del papel como periodista e investigadora. “En este espacio fui una ciudadana del común. Me pareció muy interesante poder charlar con él y conocer desde su voz su dolor, su resistencia y cómo ha manejado temas como la reconciliación. En esa media hora también me explicó cómo ha sido su trabajo desde la pedagogía para la paz y cómo ha podido perdonar a quienes lo afectaron a él y a su familia”, contó.

Lina Álvarez fue otra de las interlocutoras que calificó a esta experiencia como valiosa para la construcción de la convivencia y agregó que le parece muy importante que el Mercado del Conocimiento se haya hecho en Barrancabermeja porque, a su parecer, esto ayuda a dejar a un lado la centralidad y llevar conocimiento a las regiones que han sido fuertemente golpeadas por el conflicto.

“Del mercado me llevo muchas enseñanzas y de la conversación que tuve con la experta, que fue la comisionada Marta Ruiz, me queda claro que la paz debe ser territorial, construyendo confianza y restituyendo el reconocimiento del otro como persona y no como enemigo. Este será un camino largo, pero los conocimientos y experiencias expuestos en este mercado nos dan cuenta de que sí existen iniciativas y procesos importantes para la construcción de la paz”, expresó.

Una reflexión

Al término del Mercado del Conocimiento, la comisionada Lucía González hizo una reflexión sobre la importancia de que se sigan propiciando este tipo de encuentros para que las comunidades dialoguen entre sí, conozcan sus verdades y debatan en medio de escenarios libres de violencia. Según dijo, este intercambio de saberes es un legado que dejará la Comisión en la medida de que reafirma la importancia de poner en la agenda pública conversaciones de fondo sobre los factores de persistencia del conflicto y la importancia de la equidad para conseguir esa “paz grande”.

González aseguró que con estas acciones también se está preparando a la ciudadanía para lo que será la entrega del Informe Final y las recomendaciones que pretenden elevar los niveles de conciencia para movilizarnos y hacer las transformaciones necesarias para un nuevo país. “Yo espero que esta experiencia se haga en los territorios y la apropien las escuelas, universidades y la institucionalidad y así los distintos sectores puedan valorar el diálogo entre diversos. Ojalá este sistema, que no es tan complejo, sea acogido para que así entendamos que la diferencia nos enriquece”, finalizó.