Mujeres víctimas organizadas y la Comisión se encuentran para “corazonar” la verdad

El 17 y 18 de octubre se encontraron en Santa Elena, Antioquia, 30 mujeres provenientes de cuatro regiones: Valle de Aburrá, Bajo Cauca (Norte y Noroeste), Eje Cafetero y Oriente Antioqueño, con el equipo de la Comisión de la Verdad en la Macroregión Antioquia - Eje Cafetero y el Grupo de Trabajo de Género.

Este encuentro se realizó con el objetivo de que las mujeres de estas regiones, a quienes el conflicto armado les atravesó sus vidas y sus cuerpos, puedan aportar desde su experiencia y vivencias al objetivo de esclarecimiento. Para ello, la Comisión les informó y brindó herramientas para promover su participación de manera integral y segura en los diferentes escenarios y etapas adelantados por la entidad.

En un primer momento se generó un espacio para que las mujeres compartieran sus experiencias y conversaran sobre la importancia de la verdad. Luego, se presentó el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, en particular la Comisión de la Verdad, haciendo énfasis en el enfoque de género y la importancia de que las mujeres participen de dicho escenario. Posteriormente, se hizo una presentación sobre los avances de la entidad en la Macrorregión Antioquia – Eje cafetero.

Tras esto, se realizó una entrevista colectiva, como primera acción que asegura el aporte al esclarecimiento desde la experiencia de las mujeres participantes. Esta entrevista se trabajó a través de cartografía social donde las mujeres identificaron los hechos victimizantes, los actores responsables, las dinámicas territoriales, los impactos diferenciales en sus vidas y las resistencias que han liderado como mujeres desde sus identidades étnicas, de género y territoriales.

Igualmente, se invitó a las mujeres a ser entrevistadas por la Comisión de manera individual, para que de manera voluntaria cuenten su historia, las formas en las que el conflicto ha impactado sus vidas, los hechos de los que has sido testigos y sobrevivientes, y las formas cotidianas u organizativas en las que se han resistido y afrontado el dolor y los daños físicos y sicológicos que la guerra dejó en ellas.

En la última jornada se realizó un reconocimiento de las experiencias de resistencia y resiliencia de estas mujeres, un espacio en donde ellas pudieron reconocer sus luchas, sus esfuerzos, sus formas casi instintivas de aferrase a sus sueños, a sus familiares y a su propia historia, para seguir viviendo.

“Vinimos a corazonar, sentir más los pensamientos y pensar más los sentimientos”, expresó Kelly Echeverri de Ruta Pacífica de la Mujeres seccional Antioquia.

“Las mujeres somos arte-sanas. Sanadoras a través del arte”, comentó Socorro Corrales de la Corporación de Mujeres Comunitar.

“Juntas podemos sanar las heridas que el conflicto nos ha dejado”, aseguró Bertha Ladino, de la Asociación de Mujeres Indígenas del Reguardo Cañamomo Lomaprieta de Riosucio, Caldas.

Organizar y desarrollar escenarios públicos de formación como este permite que las mujeres se apropien de conocimientos e instrumentos para realizar acciones de incidencia que demanden el respeto a los acuerdos de paz, su implementación y la materialización del enfoque de género contenido en ellos.