“Nos decían: tras de negras, maricas”

El 30 de marzo pasado, el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos - Raza e Igualdad presentó a la Comisión de la Verdad el informe ‘Nos decían: tras de negras, maricas’ que fue elaborado con el apoyo de la Embajada de Canadá por las organizaciones Corporación Caribe Afirmativo, Fundación Arcoiris de Tumaco y la Fundación Afrodescendiente por las Diversidades Sociales y Sexuales - Somos Identidad.

El informe busca brindar insumos que contribuyan a enriquecer la discusión nacional sobre el efecto del conflicto armado en la población afro LGBT, aportar al aumento de la visibilidad de las vivencias e impactos del conflicto armado en las víctimas y dar pistas a la Comisión para la inclusión de una perspectiva interseccional en su informe final.

Este informe hace parte del proceso de escucha plural que lleva a cabo la Comisión y servirá como insumo en el riguroso proceso investigativo que realiza la entidad.

La investigación va desde 1998 hasta el 2014 y se basó en los testimonios de personas que fueron víctimas del conflicto armado y que se autoidentifican como lesbianas, gais, bisexuales y trans, y que se autoreconocen como afrodescendientes, negras, palenqueras o raizales del sur de Bolívar y el Pacífico sur. Estas personas se reconocen como víctimas porque grupos armados legales e ilegales las persiguieron y las sometieron, de manera sistemática y con fines estratégicos, a formas diferenciadas de violencias ya fuera por la pertenencia étnica, la orientación sexual o la identidad o expresión de género.

La metodología usada en los dos territorios se centró en la realización de grupos focales y entrevistas para la construcción de una matriz de casos. También, se hizo una búsqueda bibliográfica que incluyó informes de organizaciones no gubernamentales y un monitoreo en los medios de comunicación sobre el contexto del conflicto armado con un enfoque en las violaciones a los derechos humanos de personas LGBT en los lugares priorizados.

Según Zuleika Rivera, oficial del Programa LGBTI del Instituto Raza e Igualdad: “Encontramos que sí existió un patrón de violencia y prejuicios que fueron exacerbados por la falta de un enfoque interseccional en las políticas públicas y también por la invisibilización de la situación de personas afro LGBT en el país. Entre las recomendaciones podemos destacar dos: que se reconozcan explícitamente a las personas afro LGBT como víctimas del conflicto armado y las diferentes formas en que la violencia se ejerció contra ellas, y asegurar que en el informe final de la Comisión se tome en cuenta la interseccionalidad y se incluyan todas las voces”.

Por su parte, Nikita Simonne Dupuis, investigador del Grupo de Trabajo de Género de la Comisión de la Verdad, puntualizó: “Quiero agradecer la valentía que han tenido, los, les, las testimoniantes de mostrarnos sus cicatrices, las cicatrices de esos múltiples cuerpos que son suyos pero que son responsabilidad de todas, todos y todes y también por mostrarnos esa resiliencia en la pugna de la memoria no podíamos ignorar sus relatos. Sin ellos el relato de nación no está completo”.

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