San Pedro de Urabá: el pueblo que no conoce la paz espera respuestas de las antiguas FARC-EP

San Pedro de Urabá es un municipio ubicado al noroccidente de Antioquia que no ha tenido ni un solo día de paz en, por lo menos, los últimos 60 años. Todos los grupos armados al margen de la ley se han disputado el dominio social y territorial de este punto estratégico para el tránsito de economías ilícitas como el narcotráfico. Esta región tiene corredores que atraviesan desde el sur de Córdoba hasta el Golfo de Urabá y desde el Nudo de Paramillo hasta la costa del Pacífico chocoano.

En 2019 la territorial Urabá de la Comisión de la Verdad estuvo hablando con las víctimas de este municipio y tratando de comprender, de su mano, las complejidades de la guerra en esta región que fue enclave del paramilitarismo con la presencia de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)​. En ese proceso de escucha las víctimas le pidieron a la Comisión realizar un proceso de reconocimiento de su dignidad como víctimas, teniendo en cuenta que algunas de ellas no han sido reconocidas como víctimas de conflicto armado colombiano por ningún estamento oficial.

Meses después de esa visita la territorial Urabá comenzó un proceso de entrevistas a profundidad con excombatientes de las FARC-EP que tuvieron presencia en esa región. Tanto en su relato como en el de la población de San Pedro de Urabá, se reconoce que hacia mediados de los años 90 empezó un período de exacerbación de la guerra entre guerrilla y paramilitares en el que la población civil quedó en el medio. En esas entrevistas excombatientes de las antiguas FARC-EP aceptaron hacer parte de un proceso para reconocer su responsabilidad en las afectaciones al territorio y a la población de San Pedro de Urabá.

A partir de ese momento la Comisión de la Verdad viene trabajando con las víctimas para construir un mapa de hechos, afectaciones, impactos y afrontamientos a la guerra impuesta por las FARC-EP. La población señala ser víctima de estigmatización, desplazamiento, confinamiento, asesinatos y tomas armadas por parte de la guerrilla. Al mismo tiempo, se está trabajando con los firmantes del Acuerdo de Paz de Farc para que respondan las preguntas que las víctimas tienen frente a ese período en el que recrudecieron sus acciones, mientras intentaban recuperar el territorio que los paramilitares habían logrado dominar.

Este proceso de reconocimiento, en el que ha sido fundamental la participación de aliados estratégicos como la Alcaldía de San Pedro de Urabá, busca restablecer la dignidad humana de las víctimas, romper el silencio y la impunidad, aportar a la verdad plena y generar una reflexión social del pasado que posibilite la comprensión de lo ocurrido. Esto, en busca de construir procesos de cierre de una historia de dolor que no se puede volver a repetir y de las claves para lograrlo.