“Si no hay verdad, no hay buena fe”
Así lo señaló el exministro de Estado de Chile, Álvaro García, durante la segunda Cumbre de Diálogo Social que se hizo en Antioquia.
En el municipio del Carmen de Viboral, en el Oriente antioqueño, se dieron cita líderes sociales, empresarios, funcionarios públicos, académicos y artistas que participaron en la segunda Cumbre sobre Diálogo Social, un espacio organizado por la Procuraduría General de la Nación que busca priorizar el diálogo como la mejor vía para superar las diferencias y lograr la reconciliación.
Dos premisas tuvieron amplia acogida en los paneles y conversaciones: la primera, que Colombia necesita un diálogo social amplio para reconciliarse; y la segunda, que la verdad es condición para ese diálogo.
Álvaro García, exministro de Estado de Chile, dijo que para que cualquier diálogo opere la primera condición es que los actores concurran de buena fe y que estén suficientemente informados. “La verdad atiende ambas situaciones: si no hay verdad, no hay buena fe. Si no hay verdad, no hay suficiente información. Contar con una institución como la Comisión de la Verdad es una precondición para que haya un diálogo efectivo. La reconciliación genuina surge del convencimiento de los actores que, conociendo la verdad, están dispuestos a cambiar”.
En la misma línea, Alberto Brunori, representante de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que la verdad es la base para reconstruir una sociedad que está fragmentada y polarizada. “No se puede basar un diálogo sobre la mentira o el silencio. Es fundamental saber la verdad, especialmente para las víctimas, porque solo con la verdad se puede recomenzar un futuro que se ha roto con el conflicto. La verdad es la fórmula que funciona para recomenzar”.
A su vez, líderes del sector privado señalaron la importancia de la verdad, de comprometerse con la no repetición, pero también de no estigmatizar al sector empresarial. “Un empresario es un generador de valor para la sociedad. Dignifiquemos la palabra. Un empresario corrupto no es un empresario, es un corrupto a secas. Si no contribuye a la sociedad, no es un empresario”, dijo Alejandro Mesa, presidente de Premex, luego de que el exgerente de Bancolombia, Carlos Raul Yepes, señalara que todo sería más fácil si siempre se hablara con la verdad.
Para el presidente de la Comisión de la verdad, Francisco De Roux, este fue un diálogo fructífero por la disposición de todas las personas asistentes para encontrar caminos para el país. “Necesitamos esta actitud también para buscar juntos el esclarecimiento de la verdad. Eso no quiere decir que el resultado final es una especie de mezcla de todos los puntos de vista. Hay que buscar el sentido hondo, echar hacia atrás, comprender que venimos de una tragedia muy profunda. Tenemos una crisis espiritual. Nos hemos destruido entre nosotros. Tenemos más de 8 millones de víctimas y esa es nuestra realidad, no la podemos negar ni escapar de ella. La verdad es acercarnos a la realidad de las víctimas, de las madres que buscan a sus hijos, de los líderes asesinados. Es entrar a fondo para preguntarnos cómo se explica eso, qué fue lo que pasó, qué intereses económicos, políticos o sociales movían a quienes atacaron a esas poblaciones, cómo llegaron, quiénes les dieron las órdenes. Todo esto es importante para llegar a una comprensión de lo que pasó. Lo que sí aparece en este diálogo hoy, de manera muy relevante, es que esa comprensión no tiene que ser para estigmatizar. Tenemos responsabilidades diferenciadas y hay que reconocerlas sin estigmatizar”.
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