Súmate a la firmatón del gran ‘Acuerdo por la convivencia’
Con un espacio que convocó más de 25 experiencias territoriales como ejemplo de resistencia no violenta, se hizo el lanzamiento del ‘Acuerdo por la convivencia’. Un aporte histórico a la sociedad que busca que más personas se sumen con este compromiso.
El pasado miércoles 8 de septiembre se llevó a cabo el lanzamiento y la firma inicial del gran ‘Acuerdo por la convivencia’. En las instalaciones de la Comisión de la Verdad se dieron cita diferentes experiencias de los territorios que desde cada uno de sus proyectos le siguen apostando a la convivencia, la reconciliación y la no repetición. Gracias a su aporte se dieron las bases para construir el acuerdo que fue firmado por los representantes de las experiencias, los comisionados presentes, el presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux, representantes del comité promotor de la Semana por la Paz, representantes de diferentes organismos internacionales y algunos personajes de la vida pública que se vincularon además con su escucha.
Francisco de Roux destacó lo que implica presentar un acuerdo como este y convocar a más personas a unirse con su firma: “Para nosotros es un momento muy significativo. Hace unos años, un 9 de septiembre de 1988 iniciamos por primera vez la Semana por la Paz y desde entonces esta pasión por buscar formas de convivencia ha seguido creciendo en el país. Para la Comisión de la Verdad es significativo hacer parte de este Acuerdo por la Convivencia entre todos nosotros, sellado sobre la dignidad humana de todas las mujeres y hombres de Colombia, la dignidad de la naturaleza y esta determinación de construir sobre nuestras diferencias”.
En el lanzamiento y firma del acuerdo se sumaron diferentes personajes de la vida pública: las actrices Tatiana Rentería, Marcela Vanegas y Marcela Carvajal como embajadora de la convivencia; los músicos y compositores Adriana Lucía y César López; el exnegociador del proceso de paz, Humberto de la Calle; el jefe de la Misión ONU Colombia, Carlos Ruiz Massieu, y la periodista María Paulina Baena ‘La pulla’.
Ángela Jaramillo, secretaria técnica de la Semana por la Paz expresó como este espacio en lugar de ser una celebración, desafortunadamente es una necesidad: “Hablo en nombre de más de 100 organizaciones en Colombia que de manera ininterrumpida hemos realizado 34 Semanas por La Paz. Hoy más que nunca queremos decir: ¡Verdad que podemos! cumplir los acuerdos, este el inicio y nosotros debemos continuar con este legado”.
Los representantes de USAID y ONU Colombia, coincidieron en la importancia de las experiencias, su labor y ejemplo de resistencia en la edificación de futuros posibles para Colombia. Resaltaron la importancia de comprometerse con la reconstrucción del tejido social e invitaron a la sociedad a participar en la firma del acuerdo. Destacaron el encuentro como un reflejo de la perseverancia de las comunidades, de las víctimas y quienes han sido afectados por el conflicto: “Son ellos quienes demuestran y dan ejemplo de que sí se puede, ellos son voz y verdad. Sus iniciativas son el reflejo del deseo por encontrar la paz, en quienes dejaron sus armas y quienes ejercen el liderazgo social”, expresó Carlos Ruíz de la Misión de Verificación de la ONU.
Todas las experiencias que hicieron parte del espacio hablaron de la convivencia como el único camino para construir paz. Desde cada uno de sus proyectos y comunidades expresaron cómo cada organización con cada encuentro, capacitación, realización artística, diálogo y escucha han logrado permear las barreras de desconfianza que ha dejado el conflicto armado y así volver a creer en su territorio, en su comunidad y en la construcción de nuevos caminos sin violencia.
Federico Montes, representante de la experiencia de Agua Bonita que trabaja con reincorporación de firmantes de Paz aseguró: “La importancia que para el país ha representado el acuerdo de paz se ha convertido en una llave maestra que nos ha permitido abrir múltiples puertas a través de las cuales replantearnos como sociedad. Una de las puertas que nos permite abrir tiene que ver con la posibilidad de reconocernos, entender y aceptar al otro. Para nosotros estos acuerdos de convivencia son una posibilidad para re encontrarnos como sociedad y seguir construyendo el país que tanto anhelamos”.
Maritze Trigos, representante de la experiencia AFAVIT, Asociación de familias víctimas de la masacre de Trujillo, hizo referencia al derecho a la vida y la importancia de respetarlo: “La vida es el don más precioso que el creador nos ha dado, es parte de los derechos fundamentales. El primer artículo de la declaración de los derechos humanos dice que todas las personas nacen dignas e iguales en dignidad y derechos. Deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Ese derecho lo recoge nuestra constitución colombiana en el artículo 13: todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección con oportunidades sin ninguna discriminación. Por eso rechazamos los falsos positivos. Nos duele tanto la muerte violenta de un guerrillero como la muerte violenta de un militar o de aquel que es señalado vándalo y lo matan. Todos tienen derecho a la vida y nos deben doler todas las vidas que terminan así, de forma no natural”.
Desde ese día inició un llamado activo a través de la firmatón del acuerdo a toda la sociedad colombiana para que haga parte de este legado con su firma. El llamado a la acción es crear un compromiso con todas las experiencias que han trabajado a favor de la paz en los últimos 50 años. Es fortalecer lazos de convivencia y asumir los retos a los que se enfrenta actualmente el país.
“Hacer un acuerdo por la convivencia es como revivir ese espíritu que nos movió para hacer los pactos de La Habana. Es vigorizante oír estas voces donde desaparece la figura retórica ficticia a la que estamos acostumbrados, detrás de cada palabra hay un sentimiento real y genuino. En el momento en que firmamos el acuerdo de paz, yo lo veía como un prisma; tenía varios caminos. Me entristece que la aplicación del acuerdo se haya convertido en un problema de aritmética y sin ser precisa. Se ha perdido de vista el camino principal del acuerdo que es la convivencia. Todo esto tiene un propósito y el paso que sigue es la reconciliación que es el fruto de la convivencia”, recalcó Humberto de La Calle, exjefe negociador en La Habana.
La experiencia Aulas de Paz, un proyecto que nació de exintegrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y se creó en las cárceles. Es un proyecto que lleva más de una década trabajando con las víctimas en la búsqueda de paz y sanación de pérdida y cierre de ciclos de violencia, mientras los excombatientes tienen la oportunidad de pedir perdón y crear lazos con quienes fueron víctimas. “La guerra cansa. Los conflictos en Colombia se viven, inclusive en el día a día. Es por esto que un grupo de hombres decide desmovilizarse y le han puesto la voluntad a una nueva oportunidad de vida. Seguimos trabajando por la reconstrucción de memoria, reconocimiento a las víctimas. Son ellas, ustedes, las víctimas, son quienes nos han dado la fuerza y el valor, son el eje central de este proceso. Ustedes nos enseñaron, primero a perdonarnos, a pedir perdón y son quienes nos han motivado para que en medio de estas dificultades sigamos trabajando”, dijo Óscar Montealegre de la experiencia Aulas de Paz.
Durante el lanzamiento del acuerdo, la escucha y el diálogo demostraron ser herramientas clave en el entendimiento, el reconocimiento del otro y la construcción de confianza para encontrar el compromiso que nos une. Para sumarse a la firmatón del Gran Acuerdo por la Convivencia, quienes quieran comprometerse con este gran pacto y la construcción de país, pueden acceder al formulario virtual aquí ►
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