“Recordar es una tarea que todos tenemos como sociedad”

“¿Cómo se genera convivencia en territorios donde hoy hay una volatilidad impresionante del conflicto armado?”, se preguntó Judith Maldonado, coordinadora de Poderpaz. “Los responsables del conflicto armado siguen vivos y presentes, siguen teniendo poder político”, afirmó León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación. Maldonado y Valencia estuvieron junto a Franz Marré, del Ministerio de Cooperación alemán, y el comisionado Saúl Franco, en la apertura oficial de la Casa de la Verdad de Nororiente, con sede en Cúcuta, el pasado viernes 10 de mayo.

A diario, se registran amenazas y ataques en el Catatumbo, en los municipios de frontera con Venezuela y en Arauca, los más sonados en la opinión pública fueron los recientes asesinatos del gestor cultural Mauricio Lezama en Arauca y del desmovilizado Dimar Torres en el Catatumbo. En ese escenario, el equipo de la Macrorregión Nororiente de la Comisión de la Verdad está haciendo su tarea de acercarse y escuchar a los actores del conflicto armado para esclarecer lo sucedido en las últimas décadas.

El miedo ante la verdad

“¿Por qué hay una resistencia tan enorme en las élites políticas del país a la verdad? Pienso que hay una conciencia heroica en la sociedad colombiana. Las élites creen que lo que hacían estaba bien hecho, que defendían la democracia, aunque posiblemente hubo algunas desviaciones, era su deber”, reflexionó Valencia.

Y en contrapeso continuó diciendo: “Lo mismo pasaba con la guerrilla y la izquierda, pensaban que el alzamiento revolucionario para tumbar la oligarquía justificaba buena parte de lo que hicieron contra la población, como los secuestros. En los años noventa la izquierda intelectual se dio cuenta que estaban equivocados y se alejaron. Las Farc tardaron más en ser conscientes de ello”.

Algunas víctimas de Arauca, Santander, Casanare y Norte de Santander, que asistieron al conversatorio para acoger la Casa de la Verdad, intervinieron para exponer sus posiciones, como Carolina Olmos de la Mesa de Víctimas de Casanare: “No fueron actos heroicos los de la guerra, a nosotros nos mataron. Crecí en un departamento lleno de paramilitares; estudié con hijos de paramilitares, mis compañeros llegaban armados y eso era normal. Tuve que salir de Casanare para darme cuenta que eso no era normal”. 

El camino a la no repetición

“El gran reto es identificar algunos patrones que expliquen qué fue lo que articuló estas dinámicas”, dijo Judith Maldonado, quien enfatizó que la mayor tarea de la Comisión de la Verdad es brindar herramientas de convivencia y contribuir a la no repetición de la violencia.

“En Alemania no tenían ganas de recordar. Recordar es una tarea que todos tenemos como sociedad”, contó Franz Marré. “Nosotros no institucionalizamos la verdad y el perdón, como ustedes, pero sí tuvieron que aprender como sociedad de todo lo que hicimos en el nazismo, tardamos, pero lo encaramos”, explicó Marré al exponer las acciones que Alemania desarrolló para sanar como sociedad y buscar no repetir la violencia.

“A los alemanes nos ayudó que somos muy federales; tenemos el principio de subsidiaridad, los municipios son quienes implementan y determinan con autoridad los fondos y proyectos, en nombre del gobierno nacional, las prioridades se dan para las comunidades”, Frank Marré.

Finalmente, el comisionado Saúl Franco explicó que la Casa de la Verdad en Cúcuta se abre como un lugar de convivencia. “Hemos estado muy divididos y separados, muy enfrentados. Queremos que en esta casa empecemos a ver a las víctimas, a sus organizaciones, a los responsables del conflicto, a los distintos sectores sociales, políticos y económicos de la región, para que ese diálogo constructivo sea posible y encontrar juntos el camino de superación de la violencia”, señaló.

¿Qué es la Comisión de la Verdad?

Las víctimas y la sociedad colombiana tienen derecho a conocer la verdad de lo ocurrido durante el conflicto armado. La Comisión de la Verdad es la entidad que recopila la verdad de lo sucedido para esclarecer los patrones y las causas que explican por qué la violencia, por qué hubo violaciones e infracciones a los derechos humanos y cuál ha sido la complejidad del conflicto.

La Comisión tiene cuatro objetivos: esclarecimiento, reconocimiento, convivencia y garantías de no repetición de lo sucedido durante el conflicto armado. En Nororiente, hasta el momento la Comisión ha establecido las líneas de tiempo de los hechos del conflicto en Norte de Santander y Arauca, y está avanzando en la recopilación de información en Santander y Casanare. Además, ha hecho encuentros y escuchado a organizaciones sociales y de víctimas, medios de comunicación, líderes políticos, artistas, grupos religiosos y universidades, entre otros actores.