La población de La Gabarra se une para recordar a las víctimas de la violencia tras 20 años de una de las masacres más crueles en el Catatumbo. Diversas organizaciones sociales, organismos internacionales y entidades estatales acompañan y escuchan diversas voces que buscan contar la verdad de lo sucedido en una zona en la que el conflicto se mantiene.
Los actos de conmemoración se realizarán directamente en el territorio. “La Comisión de la Verdad se ha unido con toda la población del Catatumbo y la gente de La Gabarra para hacer esta conmemoración, no sólo recordando a las víctimas, sino tratando de ayudarle a la población a entender la gravedad de este acontecimiento”, explicó el comisionado Saúl Franco.
“El ejercicio de conmemoración de la masacre de La Gabarra no es un ejercicio de conmemoración aislado, sino que nos convoca como nortesantandereanos en clave de poder entender las razones por las cuales se generó este fenómeno de la incursión paramilitar en el territorio, cuáles fueron las implicaciones de la masacre de La Gabarra en la vida de los nortesantandereanos y de cómo impactó en la dinámica cotidiana, social, económica y política de la región”, explicó Rafael Jaimes, presidente del Comité Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
“No queremos que la historia vuelva y se repita, a lo que ya se repitió 20 años, ya fue suficiente para los habitantes de esta región. Pero nos preocupa porque al parecer la historia se quiere volver a repetir con todas estas amenazas que están habiendo. Tenemos miedo de que volvamos a vivir esa horrible noche”, dijo Elizabeth Pabón, coordinadora de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), una de las organizaciones que participan en las conmemoraciones.
“Queremos mostrar que La Gabarra no es solo violencia y que no nos sigan señalando ni estigmatizando, aquí hay lugares turísticos, zonas naturales para visitar y paisajes impresionantes”, contó Óscar Rico, habitante de La Gabarra.
¿Qué ocurrió?
Según el Centro Nacional de Memoria histórica, el 21 de agosto de 1999 ocurrió la masacre realizada por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en el corregimiento La Gabarra, en el municipio de Tibú, Norte de Santander. Los paramilitares cortaron la electricidad del corregimiento, entraron en bares y tiendas y con lista en mano asesinaron a 35 personas.
De acuerdo con las declaraciones de Justicia y Paz, en mayo de 1999 los paramilitares llegaron al Catatumbo, enviados desde Córdoba y Urabá, a unos 700 kilómetros, en camiones de ganado. Desde ese momento y hasta agosto, realizaron acciones para imponer su autoridad en la zona. Salvatore Mancuso y otros comandantes de las Autodefensas han declarado que, para este grupo, en cabeza de Carlos Castaño, era vital la conquista de Tibú.
El 29 de mayo hubo asesinatos en la carretera que conecta La Gabarra y Tibú, y el 17 de junio en la cabecera de Tibú. Entre el 1 y el 4 de junio, la ONG Minga le advirtió por escrito a la V Brigada sobre los peligros, la respuesta del General Alberto Bravo fue que era una quimera e imposible la llegada de los paramilitares. El 19 de agosto de 1999, el entonces presidente Andrés Pastrana estuvo en un consejo de seguridad en Cúcuta, convocado por Minga, desestimaron los peligros.
En sentencia del 26 de enero de 2006, el Consejo de Estado explica que la Fuerza Pública, por omisiones en la protección de la población civil, facilitó el avance de los paramilitares.
El CTI de la Fiscalía tiene registros de 77 asesinatos en La Gabarra, veredas y corregimientos cercanos, por todo Tibú, de mayo a agosto de 1999. Sin embargo, varios cuerpos fueron desmembrados y lanzados a los ríos Táchira, Zulia y Catatumbo. Los registros de Cinep muestran que la cifra de muertos llegó a cerca de 100 personas.