Mujeres víctimas y excombatientes contribuyen a la creación de las rutas para el esclarecimiento de la verdad en Bogotá y Soacha

En agosto de 2019, la macroterritorial Bogotá - Soacha realizó un diagnóstico participativo general, en el que cerca de 25 organizaciones discutieron la ruta de investigación que hasta el momento tenía estructurada la Comisión de la Verdad para estudiar el caso de ese territorio. Una de las grandes conclusiones de este encuentro fue la identificación de la necesidad de esclarecer cuáles han sido los impactos, afrontamiento y hechos victimizantes a mujeres y a personas con identidades de género y orientación sexual diversas en el conflicto armado en Bogotá y Soacha.

“En la ruta de investigación que venimos haciendo con la macroterritorial estamos siguiendo la lógica de los núcleos de investigación. Tenemos unos puntos que esclarecer sobre conflicto armado y narcotráfico, sobre democracia, sobre dinámicas económicas, etc., pero decidimos hacer un punto propio, no dejar el enfoque de género transversalizado, sino hacerlo más específico; lo llamamos “experiencias de mujeres y personas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas en el conflicto armado””, explicó Sebastián Espinosa, investigador de la macroterritorial Bogotá - Soacha.

Desde agosto, la territorial invitó al Grupo de Trabajo de Género a convocar, diseñar y acompañar el diagnóstico participativo de mujeres víctimas y excombatientes, que se realizó el 14 y 15 de noviembre con el fin de evidenciar cuáles han sido los hechos y los impactos más profundos que han tenido las mujeres en el marco del conflicto; escuchar y reconocer las experiencias, impactos, resistencias y afrontamientos de las mujeres y organizaciones de mujeres en el marco del conflicto armado en Bogotá y Soacha; generar espacios de intercambio y reconocimiento entre las organizaciones de mujeres la región y la Comisión de la Verdad, y establecer rutas de participación y compromisos de trabajo entre la Comisión y las organizaciones de mujeres participantes.

Durante estos encuentros se trataron principalmente tres temas: actores armados y control sobre el cuerpo, políticas institucionales de revictimización sobre mujeres, y procesos de resistencia y afrontamiento.

“De los aspectos más positivos del diagnóstico fue que organizaciones de mujeres de Bogotá y Soacha que no se conocían llegaran a este espacio y empezaran a generar redes. Igualmente, la Comisión está innovando con el tema de género, no asumiéndolo como un tema sino como un eje estructural sin el cual no se puede explicar el conflicto armado”, concluyó Sebastián.

Otro de los resultados de este diagnóstico fue que se acordó una ruta para trabajar tanto con las mujeres víctimas como con las excombatientes, que empezó a implementarse el pasado 3 de diciembre, en la segunda sesión del diagnóstico participativo de mujeres excombatientes, para esclarecer sus experiencias en el marco del conflicto.

“Terminamos de definir el temario que para ellas es importante, en términos de esclarecimiento, sobre la experiencia de las mujeres en las insurgencias; se consolidaron diez temas. También se establecieron acuerdos sobre el plan de trabajo en torno a cómo va a trabajar la Comisión con ellas, y se estableció que lo que ellas quieren sostener son los espacios colectivos en donde se puede hablar sobre los puntos en común que han encontrado entre las diferentes insurgencias, y de las experiencias de las mujeres en ellas”, expresó Tatiana Pedraza, investigadora del núcleo de actores armados y especialista en enfoque de género.

Para la Comisión de la Verdad y la macroterritorial Bogotá - Soacha es fundamental mantener este proceso de diálogo y esclarecimiento de la verdad de la mano de diversas mujeres de estos territorios.