Bogotá y Soacha
Bogotá y Soacha componen un territorio extremadamente heterogéneo. Espacialmente, se limita a la zona urbana de Bogotá y Soacha desde su fuerte conexión con las zonas rurales del Sumapaz, los cerros orientales y la sabana de Bogotá. Su población proviene de todas las regiones de Colombia y tiene una dinámica sociocultural cosmopolita, única en el país.
Desde sus especificidades, Bogotá y Soacha ayudan a comprender el Conflicto Armado No Internacional (CANI) a partir del análisis de las relaciones complejas que se tejen entre tres dimensiones temáticas: la primera aborda los casos, hechos y graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) ocurridos en el territorio; la segunda busca entender sus características de ciudad receptora de población desplazada por la violencia; y la tercera piensa el territorio desde sus lógicas de Ciudad Capital, centro de todos los poderes, reflejo y foco simbólico de Colombia.
Esta es la “Ciudad de los hechos”, territorio donde han sucedido acciones victimizantes y graves infracciones al DIH, en particular asesinatos selectivos, ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada, fenómenos de exterminio social, reclutamiento, secuestro y atentados. Esta situación del CANI en lo urbano ha generado formas sofisticadas de encubrimiento de los hechos, así como una fuerte represión de la protesta social, lo que ha causado serias afectaciones a la democracia colombiana.
También es “Ciudad Receptora” y “Ciudad Expulsora” de desplazados de la violencia y del CANI. La ciudad en su relación con el campo se configura en los imaginarios como un refugio donde es posible reconstruir los proyectos de vida desde la esperanza de mejores condiciones, a partir del acceso a la educación y a la movilidad social. Pero al mismo tiempo es un lugar desde donde empieza la experiencia del exilio, un espacio de un fuerte cruce de contenidos simbólicos sobre la permanencia y el desarraigo y donde se construyen narrativas de ciudad estrechamente vinculadas a fenómenos de violencia y a las experiencias de construcción de paz, conformación, transformación y defensa de los territorios urbanos.
Bogotá, “Ciudad Capital”, centro de los poderes políticos, económicos y culturales del país, es un espacio de toma de decisiones, foco de intereses económicos de los actores armados, sede de las grandes empresas, universidades, medios de comunicación, sindicatos, de las organizaciones sociales; ciudad de las múltiples ciudades, centro de un ideal de modernidad, de la negación del conflicto, del miedo y de la indiferencia. Es una ciudad fragmentada, desconectada con la realidad del campo, pero a su vez generadora de innumerables experiencias de convivencia y base imprescindible de la movilización social del país.