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Comisión de la Verdad

“Nos mandaban a capar para que no tuviéramos hijos”

Relatos de esterilización y embarazo forzado por parte de paramilitares.

INFORME ESPECIAL | December 15 de 2020

“Nos mandaban a capar para que no tuviéramos hijos”

“Nosotros aquí en nuestro departamento tuvimos el tema ese de la esterilización. Nos mandaban a capar para que no tuviéramos hijos. Y eso lo hicieron en el hospital. Se llegaba y se les pedía a las mujeres que iban a la jornada de desconexión, porque es que como nosotras éramos unas burras, unas perras pariendo. Saben que somos de pueblo y las mujeres de pueblo tenemos que tener nuestros hijos. Llegaban los buses al pueblo y las llevaban allá, hasta el municipio de Fundación, Magdalena. En el municipio trabajaba una mujer y uno se pregunta por qué una misma mujer se presta para estas cosas. Es algo tan inhumano llegar con lista mano, porque allá en el pueblo todo el mundo nos conocemos”, este testimonio que hace parte del informe ‘La guerra inscrita en el cuerpo’ realizado en el 2017 por el Centro Nacional de Memoria Histórica y donde una lideresa de Santa Marta hechos de violencia perpetrados por paramilitares, fue presentado durante Espacio de Escucha ‘La violencia reproductiva en el conflicto armado: una verdad pendiente’ de la Comisión de la Verdad.

El Centro de Derechos Reproductivos, tras las revisión y análisis de más de 60 informes públicos, identificó que en estos se reportaba el uso de anticoncepción forzada al interior del grupo paramilitar Autodefensas Campesinas del Casanare y Bloque Norte; la práctica de anticoncepción impuesta por grupos paramilitares a mujeres ejerciendo trabajo sexual en zonas específicas del país; nueve casos de esterilización forzada, tramitados ante Justicia y Paz, sobre mujeres del municipio de Zapayán, Magdalena, perpetrados por el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y otros casos documentados por el Centro Nacional de Memoria Histórica en el departamento del Magdalena; un caso de embarazo forzado resultado de esclavitud sexual ocurrida durante cuatro años contra una mujer de población civil, perpetrada por un miembro de un grupo paramilitar, por la que tuvo dos hijos; abortos forzados en mujeres civiles que fueron sometidas a esclavitud sexual y que resultaron embarazadas por grupos paramilitares del Bloque Norte de las AUC de Córdoba y Magdalena; y violencias contra las mujeres embarazadas que fueron usadas para infringir terror sobre una población.

Según el Centro de Derechos Reproductivos la esterilización forzada es una de las modalidades de violencias reproductivas menos documentadas. Tanto los casos reportados ante Justicia y Paz como los documentados por el Centro Nacional de Memoria Histórica, se dirigieron contra mujeres de población civil y los procedimientos fueron realizados en hospitales de las localidades cercanas, lo que puede deberse a la connivencia de las autoridades locales o a su dominación por parte de los grupos armados.

Durante el encuentro también dio su testimonio un hombre transgénero víctima sobreviviente de embarazo forzado por parte de paramilitares. Él era un joven soñador, líder y defensor de derechos humanos, que quería ayudar a todas las víctimas que no tenían voz.

Un día, llegaron unos hombres a su casa, golpearon la puerta, y él sin ningún tipo de prevención abrió: “De repente entró un tipo se me tira encima, me empieza a rasgarme la camisa, yo intenté defenderme, pero el terminó dominándome porque empezó a tirarme como puntadas con una navaja. Tengo los brazos marcados. El tipo me sometió y abusó sexualmente de mí, las palabras que este tipo, junto con las dos personas que lo acompañaban, me decían retumbaron en mi cabeza un buen tiempo. Me decían cosas como que me estaban haciendo eso porque yo era una mujer, que para eso eran las mujeres, que si yo era hombre donde estaba mi pene, que si yo fuera hombre no me harían eso, porque eso no se le hace a los hombres, que con el liderazgo no me podía defender, que mostrara lo macho que era y otras cosas que pues no me gusta recordar”.

Tras el ataque llamó a una amiga promotora de salud quien le cosió las heridas. “El dolor que sentía cuando me estaban cosiendo no era más fuerte que el dolor que sentía en mi alma, no era más fuerte que la perturbación que tenía de todas esas palabras que me dijeron estos tipos en el momento que es que abusaron de mí y que hicieron todo lo que querían conmigo, por mi identidad de género, por mi orientación sexual, por no quedarme callado, por denunciar la injusticia y por siempre mantenerme firme en mi posición”, expresó.

Decidió no ir al médico, pues sentía vergüenza y se sentía culpable. Producto de la violación quedó embarazado: “Estaba súper deprimido, en un conflicto interno por un lado no quería tener ese hijo, porque no fue algo que yo planee, decidieron otros por mí, pero por otro lado también pensaba que de todo lo que estaba pasando era el menos culpable el más inocente y que merecía una oportunidad. Finalmente decidí tener una reacción normal a una situación anormal que fue responsabilizarme de lo que había pasado, tratar de salir adelante y pensar que había muchas personas que tenían sus esperanzas puestas en mí”.

Su lucha por los derechos lo motivó para no caer y seguir adelante. Durante el Espacio de Escucha pidió a los responsables de violencias contra mujeres, lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero, que reconozcan estos hechos. Y finalizó diciendo: “La guerra tiene que parar”. 

Estos relatos se presentaron durante el Espacio de Escucha ‘La violencia reproductiva en el conflicto armado: una verdad pendiente’, conozca otros relatos y más detalles sobre este evento en distintas entregas de este especial. 

 

Inicio ► La violencia reproductiva en el conflicto armado: una verdad pendiente

Entrega 1 ► “Detrás del flagelo del reclutamiento vienen un sin fin de vejámenes”

Entrega 2 ► “Ustedes acá no vienen a criar niños, vienen a contribuir al pueblo”

Entrega 3 ► “Que el Estado no se haga el que no es con ellos, porque es a un pueblo al que está dañando”

Entrega 4 ► “Nos mandaban a capar para que no tuviéramos hijos”

Entrega 5 ► “No se imagina el dolor tan grande que puede producir una guerra siendo mujer”

Entrega 6 ► “La justicia, la verdad y la reparación a las víctimas de violencia reproductiva han sido extremadamente limitadas”

 

 

 

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