Medellín: Canto con sentido
Medallo es como coloquialmente se le dice a Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia y uno de sus núcleos industriales más importantes. Hubo una época en que Medallo pasó a llamarse Metrallo, aquella en que la tragedia al compás de la metralla se contó y la sangre fue la tinta que escribió.
El proyecto Reto con sentido, la experiencia para Medellín de Casas de la verdad con sentido en 2020, se realizó una convocatoria con enfoque diferencial que permitió incluir mujeres, niñas y niños, adolescentes, jóvenes, personas adultas y adultas mayores. Además, dentro del grupo había personas que se reconocen como afrodescendientes, campesinos, trabajadoras sexuales y población LGBTI, muchas de las cuales también están registradas como víctimas del conflicto armado.
Muchas palabras sonoras que quieren decir la verdad
El producto central de Reto con Sentido es la canción Canto sin olvido:
Tratando de olvidar esas heridas, canté, canté
Le puse al canto otra intención, canté
Si las lágrimas fueron lluvia de mis días
Mi voz es la señal de que escampó
Al comenzar el proyecto, las personas participantes compartieron objetos de su casa que estaban asociados a algún hecho importante de sus vidas. De esta manera descubrieron que con frecuencia las historias de lo doméstico y lo cotidiano tienen importantes conexiones con la memoria del territorio y la comunidad, activando así un diálogo social que permitió explorar cómo una verdad se oculta detrás de toda guerra.
A partir de allí, fueron rotando por laboratorios de música y escritura creativa; circo y clown; así como de artes plásticas. Cada uno de estos laboratorios estaba centrado en asumir un reto creativo, a partir de unos elementos provocadores, que incluían piezas artísticas inspiradoras, así como algunas recomendaciones sobre los elementos de la técnica artística que debían ser tenidos en cuenta a la hora de crear el resultado para el reto.
Escribir una nueva historia, ser canto en libertad
El trabajo de circo y clown permitió desinhibirse, con el maquillaje y vestuario. Las personas participantes pudieron explorar sus expresiones faciales y corporales, así como juegos de ritmo, haciendo fotos y videos de sus descubrimientos. De esta forma el clown se convirtió en un proceso terapéutico que les permitió explorar el cuerpo como mecanismo de creación artística, pero también de reconciliación, sanación personal y social.
Si mi cuerpo han marcado y por huir me he marchado
En la exploración de las artes plásticas, practicaron diversas técnicas que al final permitieron la construcción de cuarenta collages, en los que combinaron el bordado, fotografías, dibujo y pintura. Esta técnica les permitió explorar formas de expresión que transformaron sus anhelos de superar las huellas del conflicto en imágenes en algunos casos sanadoras y en otros cargadas de un simbolismo capaz de tramitar la pérdida y el dolor. Estas piezas fueron entregadas a la Comisión de la Verdad, al equipo territorial Antioquia, y al Museo Casa de la Memoria, donde se realizará una instalación con su ensamble final. Algunas de ellas fueron usadas como base gráfica para el desarrollo del video.
Construyo un nuevo camino, pero no queda olvidado
Por su parte los laboratorios de música y escritura creativa buscaron potenciar la creatividad y la imaginación, para reconocer la otredad a través de trabajos como letras en el cuerpo; un ejercicio que buscó que las personas contaran la historia de otros participantes, poniéndose en el cuerpo del otro al escribir sobre las siluetas. A partir de este insumo, en los talleres de versificación se produjeron los versos que componen la letra de la canción 'Canto sin olvido'.
Para soportar el dolor, no para repetir el horror
Todo este proceso se basó en la metodología de circo social de la Corporación Circo Momo, en la que se fomenta la participación, creatividad y el trabajo en equipo. Si bien cada persona tiene una realidad distinta, el proceso permitió el encuentro con el otro y tender puentes para trabajar en conjunto. Esto les permitió explorar sus emociones y exteriorizarlas a través de la risa y el juego, atravesado por la ternura, la vulnerabilidad, la confianza y la libertad.
Qué bueno que guardemos memoria recuerdos hermosos, no tragedias
El 16 y 17 de octubre de 2002, el Ejército llevó a cabo la operación Orión, en la Comuna 13, para desarticular a los grupos armados que la habían copado, pero el apoyo de grupos paramilitares y la gran cantidad de heridos, muertos y desaparecidos deslegitimaron la acción estatal. Para el Colectivo Arte 13, que realiza sus actividades en esa zona de la ciudad, el proyecto permitió recordar que, si bien es cierto que la comuna tenía presencia de grupos armados, las acciones realizadas no fueron proporcionales, ni acordes a la ley.
Unos lo hicieron por venganza, otros lo hicieron solo por temor
Para el colectivo Putamente Poderosas, el proyecto representó una oportunidad de hacer oír sus voces. Las trabajadoras sexuales no suelen ser tenidas en cuenta en las discusiones sobre las consecuencias del conflicto armado, a pesar de que muchas de ellas han sido víctimas directas o indirectas de la violencia armada y de las condiciones estructurales de violencia económica. “Nos conectamos desde la empatía, desde conversaciones muy retadoras y, en ocasiones, muy íntimas y eso representa esperanza e inspiración para lo que hacemos”, cuenta Pilar Aubad, lideresa de esta organización.
Construyo un nuevo camino, pero no queda olvidado .
Medellín, el querido Medallo, es una ciudad que busca superar su pasado violento y recuperar su preponderancia económica. Parte de esa tarea es reconocer la verdad de los hechos violentos que vivió la ciudad, hacerlo desde las voces de grupos sociales que tradicionalmente han estado marginados, fue el aporte del proyecto Reto con Sentido.
Nuestro país pide a gritos verdad
Para soportar el dolor, no para repetir el horror
Sí, para aliviar la sociedad
