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Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
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Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
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Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
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Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
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En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
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De GéneroLas 11 recomendaciones de las excomisionadas de Timor Oriental y Perú
Sofía Macher, excomisionada de la verdad en Perú, y Olandina Caeiro, excomisionada en Timor Oriental, compartieron sus experiencias con la Comisión de la Verdad de Colombia. ¿Qué vieron? ¿Qué elogiaron? ¿Qué recomendaciones hicieron? Descúbralo aquí.
“La Comisión de la Verdad de Perú trabajó entre 2001 y 2003 buscando la explicación de la violencia cometida por insurgentes y agentes estatales. Así abrió un tema que no se tocaba: cómo fue el caso masivo de violencia sexual a 25 campesinas, que después del informe final fue apropiado por las organizaciones sociales y desató otra visión de política pública frente a estos delitos”: Sofía Macher, excomisionada de Perú.
“Del conflicto en Timor Oriental nacieron muchos niños de mujeres que fueron violadas por militares. Al ser mujeres católicas, no podían bautizarlos, porque no sabían quiénes eran los padres. El informe recomendó la máxima atención para estas víctimas”: Olandina Caeiro, excomisionada de la verdad en Timor Oriental.
Estas fueron dos de las experiencias que compartieron las excomisionadas durante su visita a la Comisión de la Verdad de Colombia, realizada a principios de marzo de 2020 con el fin de intercambiar experiencias replicables y lecciones aprendidas para avanzar en el análisis de impactos diferenciados y formas de persistir y resistir de las mujeres y personas LGBTI.
“Las dificultades que tuvieron las comisionadas mujeres para abordar los temas de género al interior de sus comisiones es algo que llama la atención. La Comisión de la Verdad de Colombia tiene una voluntad política muy importante del plenario de los comisionados y comisionadas para que el enfoque de género sea una realidad de la entidad, lo cual no quiere decir que no haya obstáculos del patriarcado, que genera algunas barreras”, expresó la comisionada Alejandra Miller.
Durante tres días, las excomisionadas entablaron diálogos con los movimientos de mujeres y personas LGBTI, cooperantes, instancias del gobierno, comisionados y comisionadas y diversos equipos de la Comisión de la Verdad. A continuación, presentamos algunas de las recomendaciones que quedaron como aprendizaje de este encuentro.
1. Participación de los movimientos sociales a lo largo del proceso
Para las excomisionadas, la participación de la sociedad civil es fundamental desde la creación de una comisión de la verdad hasta que su informe final se difundida y apropie. Las comisiones de la verdad en el mundo surgen de movimientos sociales, pues estos exigen a los gobiernos que se realice un relato sobre el porqué de los conflictos, para garantizar la memoria y la verdad. Desde la experiencia de ambas excomisionadas, la participación de la sociedad civil es fundamental en el proceso de la recolección de información. También recomiendan que la Comisión se apoye en los movimientos sociales para la difusión del informe final. “Es la sociedad civil la que exige a sus gobiernos no solo que haya una comisión de la verdad después de una guerra; también exige el cumplimiento de las recomendaciones que resulten de su informe final”, dijo Olandina Caeiro, excomisionada de Timor Oriental.
2. Claridad en los objetivos e impactos que se desean alcanzar con el informe final
A partir de allí, los y las comisionadas deben procurar hacer una estructura concreta de informe final y trabajar a partir de esa base. “Nosotros empezamos el trabajo de la Comisión haciendo el índice del informe final, con el índice organizamos todos los equipos. Es interesante que las tareas que se nos dieron a nosotros son totalmente diferentes a las 13 que les han dado a ustedes. A nosotros solo nos otorgaron tres: qué pasó con las víctimas, qué les sucedió y quiénes fueron los responsables”, expresó Sofía Macher.
3. Toma de decisiones políticas frente al impacto social del informe final
“Era fundamental entender que el informe iba a poner por primera vez en la esfera pública lo que había sucedido a las víctimas, hechos que habían sido negados permanentemente”, comentó Sofía Macher, quien añadió que aunque siempre hay grupos o personas que están en contra de las comisiones de la verdad, un informe creado por una comisión es un documento oficial que obliga a que el gobierno lo tenga en cuenta. Para que el informe sea relevante para la sociedad civil es necesario que toque los temas que la sociedad y las víctimas exigen trabajar, sin nunca dejar de tener en cuenta que el mayor compromiso de una comisión es con la verdad. Por ello, los y las comisionadas nunca deben olvidar su responsabilidad. “Somos elegidos individualmente por nuestra historia, por los criterios con los que nos eligieron, y somos nosotros los que nos estamos responsabilizando por lo que está escrito ahí. Nosotros teníamos que leer absolutamente todo”, puntualizó Marcher.
4. Minuciosidad en las conclusiones
“A las conclusiones hay que darles el tiempo necesario, porque es lo que lee todo el mundo. Apenas entregas el informe, lo que leen los periodistas son las conclusiones y las recomendaciones, no el cuerpo del informe”, explicó la excomisionada de Perú.
5. Recomendaciones frente a la disposición final de los archivos y las entrevistas
Después de una comisión de la verdad, lo que queda son los archivos y documentación para la sociedad civil. Es clave tener cuidado con la disposición final de esos archivos y las entrevistas de las víctimas, responsables y terceros implicados. La Comisión debe recomendar una política pública de memoria para el país que explique cómo se va a manejar el archivo de la información recolectada, aconsejaron las excomisionadas.
6. Proyección de los impactos del informe
Frente a la pregunta de cómo convencer al gobierno y sus funcionarios de incorporar las recomendaciones de la Comisión de la Verdad en las políticas públicas y su implementación, las excomisonadas aclararon que esos procesos han tardado hasta cinco años en otras comisiones. “Al presidente de Perú en su momento, se le presentó cinco veces el informe final, para que conociera su contenido antes de la entrega oficial. Esta estrategia ayudó mucho a la aceptación del informe final de la Comisión de la Verdad en Perú”, señaló Sofía.
En el encuentro también se aclaró que los informes finales de las comisiones de la verdad tienen impacto una vez que se presentan, pero que este se hace mayor con el tiempo, siendo muy fuerte en el mediano y en el largo plazo. “Es importante entender que la dimensión de la tarea que estamos haciendo es para un futuro; nuestro informe es un informe de futuro para la transformación de nuestro país”, explicó la comisionada Alejandra Miller.
7. Estrategias de comunicación para la difusión y apropiación social del informe final
Es fundamental lograr la apropiación de las estrategias comunicativas del informe final, de forma que llegue a población urbana y rural. “Comunicaciones entró a jugar un papel importante para posicionar el informe final a la sociedad civil y el gobierno de turno. El informe que realizó la Comisión de la Verdad peruana no era un informe para la biblioteca, sino para la gente; por eso lo pusimos en la plaza con fotografías. En diferentes regiones del país, las fotografías tuvieron más impacto que la presentación del informe. Se estructuró la muestra de acuerdo con los hitos y eventos del conflicto señalados en el informe final”, relató Macher.
8. Investigación más allá de las violencias sexuales
Las excomisionadas expresaron que los adelantos de la Comisión de la Verdad de Colombia frente a los enfoques de género que se vienen implementando en otras comisiones del mundo son muy importantes, y que la Comisión debe seguir trabajando en la línea en la que va, investigando no solo violencias sexuales, sino abordando las causas explicativas de lo que ha pasado a través de categorías de análisis, como el patriarcado o el orden patriarcal, que ayuda a que el conflicto permanezca, se exacerbe, continúe o profundice las discriminaciones. “Que esta comisión haya decidido abordar el concepto de violencia por prejuicio para tratar de explicar lo que les ocurre a las personas LGBTI en el conflicto por el hecho simplemente de ser lesbianas, gais, bisexuales o transgénero es un avance enorme”, explicó Salomé Gómez Corrales, coordinadora del grupo de Trabajo de Género de la Comisión.
9. Reconocimiento de las mujeres y personas LGBTI no solo como víctimas; también como sujetos de derechos y garantes de paz
Es importante permitir que las mujeres y personas LGBTI cuenten en sus propias palabras sus experiencias de dolor, sus mecanismos de afrontamiento y las recomendaciones que consideran importantes, para la no repetición tanto del conflicto como de las violencias basadas en género.
“También es muy importante la visión de las mujeres y personas LGBTI alrededor de la no repetición, de las propuestas de cambio que debe tener esta sociedad. No solo debemos quedarnos en sus impactos y afrontamientos; también en sus propuestas de país, en sus propuestas para que no se repita esta guerra, en sus propuestas de trasformación para la no repetición”, conceptuó Alejandra Miller.
El rol de las organizaciones de mujeres y personas LGBT es fundamental antes y después de la Comisión de la Verdad.
10. Reconocimiento de las violencias sexuales por parte de los responsables
“La visita de las excomisionadas nos dejó el reto de cómo abordar nuestra tarea con responsables. ¿Cómo hacer para que los responsables y victimarios de todos los actores reconozcan las violencias sexuales? Aunque quizás las víctimas de violencias sexuales lo cuentan en sus relatos, ahora tenemos el gran reto de que, como decía Sofía, haya un reconocimiento genuino, que se pueda reconocer, saber si fue realmente una práctica, una estrategia de guerra, y si no lo fue, por qué estuvo naturalizada, por qué hubo omisión o por qué no hicieron algo para sancionarla si sabían que estaba pasando”, relató Salomé Gómez Corrales.
11. Inclusión de un capítulo concreto de violencias basadas en género en el informe final
Las dos excomisionadas coincidieron en la importancia de que el informe final cuente con un capítulo exclusivamente dedicado a las experiencias (causas, impactos y afrontamientos) de las mujeres y personas LGBTI en el marco del conflicto armado.
“Debemos agradecer a las excomisionadas que no solo contaron lo que funcionó en sus comisiones, sino también lo que no funcionó. Ello permite, como espejo, entender las crisis que pasan durante el proceso de búsqueda de la verdad y la construcción del informe”, concluyó Salomé Gómez.
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