Autores
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Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
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Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
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Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
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Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
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En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
Cuando las cosas no se pueden hacer
En Colombia, aunque el proceso anda tambaleándose, la apuesta por la paz no tiene que dejarse llevar por la coyuntura.
La visión del ahora, a veces tan pesada, no nos deja mirar el horizonte. No solo para saber hacia dónde vamos, sino para ver las estrategias para el camino. Para hacer las cosas posibles hay que empezar a realizarlas cuando no se pueden hacer. En 2012, cuando el horizonte de una salida política al conflicto parecía a años luz, la Ruta Pacífica de las Mujeres inició un proyecto para dar voz y contar la experiencia de la violencia contra las mujeres en el conflicto armado colombiano. Cuando llegó el proceso de paz con las FARC-EP, la Ruta era una de las pocas organizaciones que estaba preparada para llevar un trabajo ya realizado con su informe ‘La Verdad de las mujeres’, basado en testimonios de mil mujeres víctimas que habían sido recogidos en silencio.
Cuando el horizonte del diálogo en el País Vasco estaba aún más lejos, en 2007 y en medio de una enorme polarización social, iniciamos una iniciativa que se llamó Gleencre por el lugar en Irlanda donde habían comenzado los diálogos que dieron lugar a los Acuerdos de Viernes Santo en Irlanda del Norte. En él iniciamos esa experiencia de diálogo entre víctimas de ETA, del GAL y otros grupos parapoliciales, al que después se sumaron víctimas de agentes del Estado. Cuando el diálogo político era impensable, ellas, la mayoría mujeres, estaban no solo dialogando sino construyendo puentes entre los extremos del sufrimiento del conflicto. Después de 5 años de trabajo en silencio, esas víctimas salieron públicamente a contar sus historias y a darnos a todos una lección moral que ha ido engendrando otras experiencias poco a poco.
En Colombia, aunque el proceso anda tambaleándose, la apuesta por la paz no tiene que dejarse llevar por la coyuntura. El exilio ha estado esperando demasiados años, estigmas y silencios como para no tomarse el micrófono. La lucha por la paz en los territorios tiene la urgencia de un grito. Los líderes y lideresas defienden algo que es de todos. Y sus amenazas, que destruyen el futuro, ojalá las sintamos como lo que son: también nuestras.
Aprendamos de esa fuerza de las mujeres, de no creerse el horizonte impuesto.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
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