Autores
-
Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
-
-
Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
-
Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
-
Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
-
-
-
En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
Contar para reconstruir
“La verdad puede ser terapéutica cuando quien está al otro lado sabe escuchar”.
Esto no se puede ni contar, ni hablar con confianza, si no es con alguien que, además de que te entienda, mantenga la confidencialidad. Necesitas decirle las cosas, si no para qué vas. A veces te sientes devastado, te sientes solo.
Así refiere un exiliado colombiano en México la necesidad de atención psicosocial. En realidad, lo mismo he escuchado muchas veces de las víctimas que están en Colombia. Cuando has tenido que huir a otro país, además la nostalgia y el sentimiento de pérdida lo invaden todo. Y a diferencia de otros exilios, a los colombianos les toca enfrentar el estigma del narcotráfico. Mientras otros son vistos con simpatía cuando huyen de regímenes o situaciones que violan los derechos humanos, en el caso de los colombianos y colombianas, los estigmas les señalan al llegar. A ellos y a ellas de formas diferentes.
En los años de la dictadura chilena, los terapeutas utilizaron la terapia del testimonio. En la consulta psicológica, las víctimas podían hablar con la confianza de quien entiende y mantiene el secreto. El testimonio ayudaba a juntar los pedacitos de tanta memoria y experiencia rota. Además, el terapeuta validaba lo que la víctima había vivido, en un contexto en el que socialmente no se podía hablar de eso. Cuando las cosas no se pueden hablar, dejan de existir. Hace 40 años que el testimonio funcionaba en Chile como una terapia social. La víctima guardaba su documento, que además podía servir para poner una denuncia, dentro o fuera del país. A esos pequeños trazos de verdad, se fueron sumando otros, y otros y otros.
La verdad puede ser terapéutica cuando quien está al otro lado sabe escuchar y sobre todo cuando para la víctima tiene sentido. Como me enseñó Fabiola Lalinde, cuyo hijo Luis Fernando fue desaparecido por una patrulla militar en 1986, el sentido habita a veces en que otras madres no pasen por lo mismo y transformar el sufrimiento en un tipo de lucha para que tanto dolor no sea inútil.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
-
Temas Relacionados:
Comentar:
Otros artículos de este autor
Artículos destacados
-
ENCUENTROLa Comisión de la Verdad reunió a empresarios y empresarias de distintas edades, regiones y sectores económicos para que intercambiaran perspectivas sobre los cambios necesarios para un futuro en paz.
-
ENCUENTROA lo largo de su mandato, la Comisión de la Verdad ha promovido acciones para el reconocimiento de todas las víctimas y la construcción de un relato amplio, en el que estas participen, con miras a que estos hechos no se repitan.
-
CULTURAParedes de veredas, calles y avenidas de estos territorios, fueron intervenidos por víctimas del conflicto, campesinado, juventudes y responsables, para simbolizar sus reflexiones sobre cómo el conflicto armado ha impactado sus vidas y territorios.