Autores
-
Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
-
-
Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
-
Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
-
Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
-
-
-
En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
La conciencia de la hospitalidad
No hay lugar más hospitalario que el desierto. No solo porque ahí no hay fronteras, entre la tierra y el cielo hay un tipo de continuidad que solo puedes ver en la noche y su cúpula de estrellas de la que formas parte.
La hospitalidad es la máxima expresión de una razón universal que ha tomado conciencia de sí misma, dice el filósofo coreano Byung-Chul Han, hablando de otro filósofo más antiguo que se lee como si fuera escrito hoy, llamado Immanuel Kant. En un clásico las páginas no se desgastan con el tiempo. Las lecturas de estos días son una forma de pensamiento colectivo, lo que el otro, la otra, me regala, esas formas de hacer tantas cosas nuestras. Mientras las cosas pasan a una velocidad de curva que sube o se aplana y miedo que acecha, la primavera en este lado del mundo nos recuerda ese poder de la naturaleza que solo tiene la urgencia de ser ella misma, aunque estemos empeñados en no dejarla y no dejarnos ser.
No hay lugar más hospitalario que el desierto. No solo porque ahí no hay fronteras, entre la tierra y el cielo hay un tipo de continuidad que solo puedes ver en la noche y su cúpula de estrellas de la que formas parte. La gente más hospitalaria son los beduinos del Sahara. Probablemente es una de esas exageraciones que son también verdad. Cuando encuentras alguien en el desierto que está allí a lo lejos, que apenas se ve si no tienes esa capacidad de percibir los detalles que constituyen la diferencia entre la vida y su ausencia, tienes conciencia de una forma de extrema de cercanía. En medio del desierto no hay nada, parece. Y el pastor de camellos no tiene más que leche y dátiles tal vez, y su jaima, que es una tienda de tela como un microcosmos de vida en medio de una tormenta de arena. Todo eso te ofrece la familia. En las situaciones más extremas, la solidaridad te hace tomar conciencia de la distancia, a base de hacerla pegadiza. Estos días probamos la distancia como una forma de hospitalidad. La probamos por internet o saludándonos con esa parte inservible del codo o estando a unos metros mientras agudizamos el oído o leemos los labios.
La antítesis de la hospitalidad lingüística es el discurso del enemigo, en el que entran los disidentes, los poco aptos para el sistema o los indeseables. Todos ellos han sido víctimas de esta guerra en Colombia y también de este sistema que llamamos neoliberal, aunque la única libertad asegurada sea para el dinero. Como escucho esta mañana en un diálogo en la radio que estos días nos conecta, algo que nos afecta a todos, como es esta pandemia, muestra la desigualdad social que está debajo de la apariencia. Radio París se escuchaba en la dictadura franquista como la única palabra que pasaba los controles de la censura que no podía con las ondas que llegaban de lejos. Era esa forma de cercanía de una realidad que te reconciliaba con el mundo, aunque no la vieras más que allá a lo lejos. La hospitalidad lingüística es esa tarea de descubrir las palabras que no te expulsan de la realidad que otros describen, y que no permite que se conviertan en una nueva forma de exclusión social.
La Comisión de la Verdad tiene que hacer un informe en la que la gente reconozca su experiencia y la de lo distinto. También para el exilio, que es una lejanía que se mueve desafiando la distancia. Un tipo de desierto que, a base de sufrir la exclusión, es un territorio de hospitalidad. Siguiendo al filósofo, esta es parte de la tarea de la verdad, volver la hospitalidad conciencia.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
-
Temas Relacionados:
Comentar:
Otros artículos de este autor
Artículos destacados
-
ENCUENTROLa Comisión de la Verdad reunió a empresarios y empresarias de distintas edades, regiones y sectores económicos para que intercambiaran perspectivas sobre los cambios necesarios para un futuro en paz.
-
ENCUENTROA lo largo de su mandato, la Comisión de la Verdad ha promovido acciones para el reconocimiento de todas las víctimas y la construcción de un relato amplio, en el que estas participen, con miras a que estos hechos no se repitan.
-
CULTURAParedes de veredas, calles y avenidas de estos territorios, fueron intervenidos por víctimas del conflicto, campesinado, juventudes y responsables, para simbolizar sus reflexiones sobre cómo el conflicto armado ha impactado sus vidas y territorios.