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Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
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Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
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Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
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Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
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En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
Los indicadores están ahí
Las amenazas de líderes están a la orden del día en Colombia.
María del Pilar, una lideresa en Córdoba, había sido amenazada por las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas. El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 fue el disparadero de la guerra en Colombia, es aún un trauma colectivo que necesita asimilarse, y limpiar su nombre de quienes se empeñan en empuñar el horror contra la gente, es parte de la tarea.
Las amenazas de líderes están a la orden del día en Colombia. Según Indepaz, más de 1.000 líderes comunitarios y sociales han sido asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP en 2016. En la mayor parte de los casos, la historia se repite. Como una dramática historia que empieza una y otra vez, como en la película de ‘El día de la marmota’, la pesadilla sigue un guion bastante parecido todos los días. Luchas por la tierra, oposición a proyectos extractivistas, empuje de la sustitución manual de la coca, desprotección del Estado, grupos armados de todo tipo, como aquí se dice ilegales y legales, para tratar de decir todo sin te acusen. Cuando se aprobó la ley llamada de ‘Justicia y paz’ y comenzaron las audiencias de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), otra líderesa de Córdoba, que llevó a una audiencia a muchas víctimas, para poder escuchar y pedir responsabilidades, días después del alboroto que coreaba a los perpetradores como héroes, fue asesinada.
Después del éxodo, esta vez propiciado por las FARC-EP en un pedazo del Tolima, la lucha por la restitución de tierras, en este caso de nuevos propietarios “de buena fe” acumuladores de las de otros, le llevó a Nubia al exilio. En la trama de estos crímenes, hay una sistematicidad que pasa por quien desplaza, por quien amenaza para que se venda, por quien compra a precio de ganga más allá de necesitar su propia tierra y quienes legalizan los papeles, aunque luego, los jueces los tumben; si antes no se tapan con la pátina del tiempo. En el camino, las cosas se consolidan y se van haciendo “naturales”.
María del Pilar había emigrado de Cauca y la mataron frente a su hijo. El video dio la vuelta a Colombia y al mundo. Porque mientras ella estaba tumbada en el suelo ensangrentada, su hijo, un niño de pocos años, gritaba y golpeaba una pared de tejas metálicas, llorando con una amargura que encoge el pecho. El video muestra el cuerpo y el grito.
A este líder político del Chocó, a quien le tocó poner 3.700 km de por medio, para poder salvar y pensar de nuevo la vida, al igual que al resto de nosotros, el video le dejó congelada el alma. El alma congelada ya no pesa los 21 gramos del colibrí, sino varias toneladas. La indignación necesita también mantenerse más allá del nuevo caso que viene detrás.
“Nadie consoló al muchacho”, ¿sabe cuál es mi teoría? Si no hubiese sido afrodescendiente, alguien lo consuela. A nosotros no nos han humanizado, no se acepta al negro. La gente lo rechaza, entre más oscura es la persona, más difícil es. Entonces, yo creo eso. Uno lo plantea en público y dicen que es resentido, o algo de eso, pero es la verdad. Es la verdad.
Después de trabajar unos años en Guatemala, un día en Colombia fuimos a dar un taller a las comunidades afrodescendientes que habían sido desplazadas a Pavarandó, en la llamada mejor esquina de América del Urabá, por la ofensiva de los paramilitares y una operación del ejército llamada Génesis, aunque se podría haber llamado Apocalipsis. Vivimos en tiempos en que nada se parece al nombre que tiene. Cuando llegamos al CINEP, el grupo estaba ya esperando. Francesc y yo, éramos los únicos “blancos”. La conciencia de la diferencia pasa a veces como una constatación de que estás ante algo distinto, que te recorre la misma piel del otro color que traes. Una forma de respeto que solo puedes entender en silencio.
Clase social y raza se juntan en lugares como Aguablanca en Cali, un distrito urbano y negro, o como Buenaventura, como Tumaco, como Quibdó, Baudó y Chigorodó. La cuestión es cómo el sistema institucional escucha ese silencio. De eso va también el cumplimiento del Acuerdo de Paz.
“A la gente no le gusta utilizar el término racial, pero hay que utilizarlo hasta que se desmonte, y eso se basa también en sistemas de colorismo, ni siquiera es un tema cultural; entre más “oscura” es la población, está en situaciones más graves de violación de sus derechos”.
Usar racial hasta que se desgaste, no el color, sino esa mirada.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
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